La policía, expectante ante la primera noche sin toque de queda en Catalunya

“La del sábado será una noche extraña”. En eso coinciden tanto fuentes de la Conselleria d’Interior como del Ayuntamiento de Barcelona. No existen precedentes de un caso similar del que puedan recuperarse aprendizajes. A las 22.00 horas del 8 de mayo comenzará la última noche con toque de queda decretado en Catalunya con el segundo estado de alarma vigente desde octubre de 2020. Pero dos horas después, a las 00.00 horas del 9 de mayo, el ciudadano tendrá permiso para regresar a la calle. La inquietud que estos días acompaña a los cuerpos policiales –tanto de los Mossos d’Esquadra como de las policías locales– es saber cómo reaccionará la gente: ¿Saldrá a celebrar la recuperada libertad nocturna y se multiplicarán los botellones masivos o se quedará en casa consciente de que el final de la pandemia está más cerca pero aún no ha llegado?

Precedentes exactos a lo que va a vivirse en Catalunya la extraña noche del sábado –y en otras comunidades autónomas con restricciones similares a las catalanas durante estos meses– no existen pero sí está fresca en la memoria de la 'conselleria' la respuesta de los ciudadanos a la desescalada del primer estado de alarma, en la primavera pasada. También entonces parecía que, tras dos meses de encierro severo, la sociedad reaccionaría como el champán de una botella descorchada tras un buen meneo. “Y primó el sentido de la responsabilidad”, subrayan. “Creemos que las personas han integrado la complejidad de la crisis sanitaria actual y que volverán a demostrar que son sensatas”, razonan.

Dispositivo conjunto

Este viernes, responsables de los Mossos y de la Guardia Urbana de Barcelona (GUB) comparecerán en rueda de prensa para informar acerca del dispositivo que policía autonómica en colaboración con las locales van a desplegar conjuntamente durante la noche del sábado para controlar el cumplimiento de las medidas sanitarias que siguen vigentes, que son casi todas. Es “probable” que muchos jóvenes las hayan olvidado al salir la madrugada del domingo a la calle, en las primeras horas posteriores al toque de queda. Pero el Procicat, para evitar el contagio de un coronavirus que solo en Catalunya ha matado a más de 20.000 personas, mantiene activa la prohibición de reunirse en grupos superiores a las 6 personas y la obligatoriedad de usar mascarilla o mantener una distancia prudencial de metro y medio de personas entre ciudadanos. La tarea de los agentes desplegados durante esta noche será recordar tales restricciones. Y si descubren botellones con participantes que desafían conscientemente las medidas de seguridad, tocará sancionarlos.

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