batalla judicial abierta

Diez años del accidente de Castelldefels: "No vamos a tirar la toalla"

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Gemma Tramullas

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A las 23.23 horas de la noche de Sant Joan del año 2010, un tren que circulaba a 139 kilómetros por hora atropelló a una muchedumbre que cruzaba las vías en la estación de tren de la playa de Castelldefels. Este martes se cumplen diez años de uno de los peores arrollamientos masivos en Catalunya, que causó 12 víctimas mortales y 17 heridos. Sentencia tras sentencia, los tribunales han exonerado a Renfe y Adif de cualquier responsabilidad en el accidente, pero una década después siete familias siguen peleando una desigual batalla judicial.

El último fallo, de octubre del 2019, condena a los familiares que a lo largo de los años han planteado sucesivas demandas por la falta de seguridad en la estación a pagar miles de euros en concepto de costas judiciales. Sin embargo, pese a tratarse de ciudadanos humildes y con pocos medios, han decidido seguir adelante y presentar un recurso de apelación ante la Audiencia Nacional del que actualmente están pendientes.

“¿Cómo permite la ley que aun siendo nosotros los perjudicados encima tengamos que pagar? -se pregunta Armando Silva, que perdió a su hijo Jhinson Eduardo, de 18 años-. Yo no pienso tirar la toalla, aunque me quede solo y me lleven detenido por no poder pagar. Ya he perdido mucho. No me queda nada por perder”.

Silva nació en Ecuador y en 2001 se instaló en L’Hospitalet para trabajar retaurando fachadas. En 2006 pudo traer a sus tres hijos, dos chicos y una chica. Su hija murió de cáncer a los 18 años. Un año y cuatro meses después su hijo fallecía en el accidente de Castelldefels. El tercer hermano volvió a Ecuador.

Placa conmemorativa

Coincidiendo con el décimo aniversario del terrible accidente, las familias tenían intención de colocar una placa en memoria de los fallecidos frente a los tornos de entrada al andén de la estación de Castelldefels-Platja, pero la pandemia ha retrasado sus planes. El espacio es propiedad de Adif y el ayuntamiento de Castelldefels se ha ofrecido a ayudar a las familias a hacer la solicitud formal a este organismo. El consistorio también les ha ofrecido dos espacios alternativos frente a la estación para colocar la placa.

Este martes por la mañana algunas familias han hecho un sencillo homenaje a sus seres queridos junto a la estación. "Es lamentable que no hagan responder a Renfe y Adif por su responsabilidad --ha dicho en una breve intervención Eidy Ayala, que perdió a su hijo Jesús David--. Necesitamos reconciliarnos y vamos a seguir adelante con el fin de evitar que nadie más tenga que volver a pasar por esto".

Una de las cosas que más les duelen es que la opinión pública juzgara a los fallecidos, casi todos de origen latino, como jóvenes incívicos que iban bebidos y que se lanzaron impacientes a cruzar por las vías en lugar de hacerlo por el paso subterráneo que lleva a la playa. “Era la primera vez que mi hijo salía de verbena -explica Silva-. Era un chico estudioso que no bebía ni fumaba”.

Los implicados viajaban en el último tren de aquella noche y siempre han defendido que el exceso de pasaje, la aglomeración en el andén, el cierre del paso elevado que servía para cruzar habitualmente hacia la playa y la falta de luz creó una situación de pánico que llevó a los viajeros más alejados del paso subterráneo a cruzar las vías como única salida. La fuerza del tren que circulaba en dirección opuesta a 139 kilómetros por ahora también hizo que varias personas que ya estaban en el andén salieran despedidas.

Sentencias desiguales

El caso fue llevado inicialmente en vía penal por el hoy reconocido abogado del 'procés' Andreu Van Den Eynde. Fue archivado en tres ocasiones, pero en el último auto del 2014 la juez consideró que la falta de previsión de Adif y Renfe ante la previsible aglomeración por la celebración de la verbena “puede merecer un reproche desde un punto de vista civil o administrativo”. En comparación, la sentencia del pasado octubre, ya en la vía contencioso-administrativa, es extraordinariamente dura y atribuye la responsabilidad del accidente de forma exclusiva "a la actuación imprudente y temeraria de las propias víctimas”.

La abogada Núria López, quien tomó el relevo a Van Den Eynde en el 2015, lamenta “la indiferencia y la distancia” con la que han sido tratadas las familias por parte de la administración y considera que “los comentarios de la opinión pública que desde el minuto cero hacían culpables a las víctimas han contaminado el proceso y han condicionado la percepción de los hechos y la realidad de lo que ocurrió aquella noche”.

“Nadie se quiere hacer responsable y nadie quiere saber nada, cuando algo debió hacerse mal y sería bueno tenerlo en cuenta para evitar futuras desgracias”, añade la letrada. La indemnización que correspondería a los familias de las víctimas y de la mujer herida asciende a 1,3 millones de euros. Un portavoz de Renfe declinó hacer declaraciones alegando que "el caso está judicializado".

Tras el accidente, se impusieron severas medidas de seguridad en Castelldefels-Platja. Debido al cierre de la playa como medida de prevención por el covid-19, esta noche la estación permanecerá previsiblemente poco transitada por primera vez en muchos años. 

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