Funcionarios de la cárcel Brians I denuncian que su módulo de mujeres se ha vuelto "ingobernable"

La situación en el único módulo de mujeres de la prisión Brians I se ha vuelto "ingobernable", describe una carta que el sindicato Agrupación de Cuerpos de la Administración Penitenciaria (ACAIP) ha enviado al subdirector general de Centros y Gestión Penitenciaria de la Generalitat, Pedro Domínguez. Esa situación "amenaza con que algo grave pueda ocurrir", advierte el coordinador de ese sindicato en Catalunya, Francesc López.

Los trabajadores de la cárcel de Brians (Sant Esteve Sesrovires) muestran su inquietud desde que, a finales de julio, la autoridad penitenciaria catalana decidió convertir el módulo Dones 2 y el Departamento de Atención Especializada (DAE) de esa prisión en un quinto Módulo Residencial de hombres. Como consencuencia, todas las presas han sido juntadas en un solo módulo, Dones U.

En Brians I están recluidos 955 hombres y  178 mujeres según el último recuento, del pasado 1 de agosto. La población total en los centros penitenciarios catalanes es de 8.472 reclusos y reclusas. Las cárceles de Brians I y Brians II forman el mayor complejo penitenciario de Catalunya.

Antes, habiendo un módulo ordinario de mujeres y otro con un régimen de vida más suave, "las internas tenían un incentivo para mejorar su comportamiento y conseguir un cambio de módulo. Ahora esa motivación desaparece", explica López.

El nuevo módulo de mujeres se convierte "probablemente, en el más complejo de Catalunya, con solo tres funcionarios en la mayoría de los casos", dice la carta. Bajo su vigilancia se juntan presas que han cometido todo tipo de delitos, y se mezclan "reincidentes y primarias, preventivas y penadas, adultas y jóvenes… internas conflictivas y con comportamientos antisociales de muy difícil convivencia con internas con condenas cortas y que en breve saldrán en libertad”, dice la carta dirigida al dirigente penitenciario.

“Lo peor de lo peor”

"Es para volverse loco. Ahora esto es lo peor de lo peor –explica un experimentado trabajador de Brians I–. Meten a presas, en casos puntuales que duran un día o dos, en la enfermería de hombres, donde hay delincuentes sexuales. Y eso está prohibido por el reglamento".

Ahora, en Brians I las presas recien llegadas, para algunas de las cuales la prisión es una primera experiencia traumática, no pasan un periodo de adaptación en un módulo de ingresos, sino que sufren una inmersión directa, sin transición, en la muy tensa vida de un módulo ordinario. Las nuevas "van directamente al módulo, que es una selva, ¡una selva! Y no hay ningún tipo de clasificación", dice este funcionario.

"Así se hacen imposibles las medidas de tratamiento de las internas", explica Francesc López, quien critica "el doble rasero de la Generalitat en sus políticas en pro de la mujer. Venden que en la prisión de Figueras ya hay dos horas de piscina, y no cuentan que las presas drogodependientes de Brians I se quedan sin programa de tratamiento con la desaparición del DAE".

En su carta, ACAIP destaca que en Brians I "hay un alto índice de internas con trastornos psiquiátricos que continuamente son protagonistas de situaciones de alta conflictividad y de violencia hacia el resto de internas, hacia sí mismas o bien hacia profesionales del centro".

Cese del director

En Brians I ya se han vivido en los últimos días "varias situaciones de alteración graves", dice la nota. Algunos de esos momentos de tensión están afectando piscológicamente a los funcionarios.

El director de la prisión Brians I, Josep Font, fue objeto de pintadas amenazantes y reprobatorias durante el pasado mes de abril, en un clima de abierto enfrentamiento con su plantilla por sus métodos de gestión. Acaip mantiene abierta ante el Departament de Justícia de la Generalitat una exigencia de cese de ese director.

La queja de Acaip, cursada el pasado día 8 de agosto, ha sido secundada por CCOO, que este jueves ha dirigido sendas cartas lamentando el cierre del Módulo 2 de Mujeres de Brians I a Armand Calderó, director general de Servicios Penitenciarios, y a Mireia Mata, directora general de Igualdad de la Generalitat.