Asesinato

El juicio al hombre que se comió a su madre encara su recta final

El llamado "caníbal de Ventas" está acusado de matar a la víctima, trocear el cuerpo y consumir parte de los restos

El acusado de matar a su madre y comerse los restos declara ante el jurado.

El acusado de matar a su madre y comerse los restos declara ante el jurado. / Archivo

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El juicio al denominado "caníbal de Ventas" por presuntamente matar, trocear y comerse restos de su madre encara este viernes su recta final con la conclusiones de la Fiscalía y de la defensa del procesado, quien podrá decir la última palabra antes de que el jurado empiece el proceso de deliberación.

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Madrid celebra este juicio desde el pasado 19 de abril, cuando se conformó el jurado popular que decidirá sobre Alberto S.G., para el que la Fiscalía pide quince años de cárcel por un delito de homicidio y cinco meses por profanación de cadáver. Lo hace al entender que Alberto mató a su madre, María Soledad Gómez, de 66 años, entre finales de enero de 2019 y finales de febrero, la descuartizó y acabó ingiriendo algunas partes en el domicilio de la víctima en el barrio de Ventas de la capital, al que tenía prohibido acercarse porque tenía una orden de alejamiento.

En la primera sesión el acusado declaró que no recuerda haberle quitado la vida, ni descuartizarla ni comer sus trozos "como las tribus caníbales", aunque así lo dijo tras su arresto a policías y forenses. Relató que en esa época escuchaba voces que le decían cosas como "mata a tu madre" o "te voy a descuartizar", supone que por la enfermedad mental que sufre y por el consumo de porros. Todo se desató cuando se fue de estudiante erasmus a Grecia. Allí fue a recogerle su hermano, quien le encontró durmiendo en la calle y le trajo a España para que le trataran. Según su relato Alberto vivía "en un mundo imaginario", algo que el propio acusado contó a una de las forenses que le vio en la cárcel, a la que dijo: "Vivía en una película. Creía que me iba a deshacer el cadáver, que no me cogerían, era mi mundo de Yupi".

A lo largo del juicio varios policías relataron que el joven -en 2019 tenía 26 años- contó tras su detención, espontánea y tranquilamente, cómo había matado a su madre, la había troceado con un serrucho y cuchillos y se había comido algunas partes cocinadas y otras crudas, llegando a asegurar que lo hizo porque "le hacía la vida imposible", y que no se arrepentía. Luego varios médicos forenses que le valoraron tanto al ser detenido como en la cárcel certificaron que no está acreditado que tenga una patología psicótica, aunque en ocasiones ha exagerado para simularlo, aunque sí sufre un trastorno con rasgos paranoides y narcisistas y sufrió brotes psicóticos al menos tres veces por los que fue ingresado.

La primera forense que atendió a Alberto en los calabozos de los juzgados de Plaza de Castilla relató a la Sala cómo éste le contó espontáneamente, sin arrepentimiento, que mató a su madre unos quince días antes, tras discutir porque "llevaba tiempo pensándolo, e incluso había ido a la iglesia a confesarse previamente a los hechos". Aseguró que dio parte de los restos al perro y la mayoría se los comió él crudos o cocinados como "una manera de honrar a su madre, porque le parecía un desperdicio enterrarla, como habían hecho con su padre", y porque "es una práctica muy común en las tribus africanas con los seres queridos". Asimismo los psiquiatras que atendieron en 2016 y 2017 al acusado han relatado en el juicio que en uno de sus ingresos por episodios psicóticos, relacionados probablemente con el consumo de cannabis, Alberto contó que durante su estancia de erasmus en Grecia le intentaron dar una droga caníbal. También dijo que se sentía "acosado" por la comunidad transexual tras reproducir vídeos publicados en una web de contenido pornográfico.

La Fiscalía y la defensa de Alberto, únicas partes personadas en la causa, trasladarán sus conclusiones finales al jurado y el acusado previsiblemente podrá hacer uso del derecho a la última palabra.

El martes día 4 -el lunes es festivo en la Comunidad de Madrid- la Sala dará el objeto del veredicto al jurado, que comenzará a deliberar.