En prisión preventiva

El repartidor que atacó sexualmente a cinco mujeres se había vuelto más temerario y agresivo

El juez ha valorado para la prisión preventiva que existía riesgo de fuga y sobre todo el riesgo de que agrediera a nuevas víctimas

Fuentes policiales subrayan que sospechan que la cifra de mujeres asaltadas podría ser superior a las cinco confirmadas

Los Mossos d'Esquadra detuvieron al presunto responsable el pasado miércoles

Los Mossos d'Esquadra detuvieron al presunto responsable el pasado miércoles / Mossos

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

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El repartidor que atacó sexualmente a cinco mujeres en Barcelona ha ingresado preventivamente en prisión por tres delitos de agresión y dos de abusos. Arrestado el sábado por los Mossos d’Esquadra, ha pasado a disposición judicial este martes y el juez ha valorado que existía riesgo de fuga –se trata de un hombre de 32 años, de nacionalidad colombiana y que se encuentra sin arraigo y en situación irregular– y, sobre todo, de que agrediera a nuevas víctimas. Había entrado en una fase más agresiva y más temeraria. Fuentes policiales subrayan que sospechan que la cifra de mujeres asaltadas por J.H.P. podría ser superior a las cinco confirmadas.

Que había perdido el miedo a actuar lo demuestra la correlación de hechos. El primero tuvo lugar el 29 de noviembre, el segundo el 10 de enero, el tercero el 18 de enero y el cuarto y el quinto el 22 de enero. Entre el primero y el segundo median 43 días. Entre el segundo y el tercero, 8 días. Entre el tercero y el cuarto, 4 días. Entre el cuarto y el quinto, una hora. En cuanto a la agresividad, los dos primeros ataques se consideran abusos mientras que los tres siguientes son tipificados de agresiones –medió el uso de la violencia y la intimidación–. En el último, además, penetró con los dedos y por la fuerza a la víctima.

Sobre este sospechoso, subraya el auto del TSJC, pesan sólidos indicios. La primera víctima lo reconoció visualmente. En el segundo asalto el terminal de la empresa de reparto a domicilio lo geolocaliza en el lugar y, además, fue captado por las cámaras de seguridad. En el tercero, de nuevo la empresa lo geolocaliza en el lugar, las cámaras también lo captaron y la bicicleta –el vehículo que usaba para desplazarse– fue fotografiada cerca del inmueble. En el cuarto, otra vez, el terminal lo sitúa allí. En el quinto, cuando fue más agresivo, el arrestado grabó la violación con el teléfono móvil. Este vídeo fue localizado por los policías en el teléfono del sospechoso y además en este se aprecia que el asaltante luce tatuajes que se corresponden con los suyos.

Agresiones en espacios comunitarios

Trabajaba de repartidor de comida a domicilio y usaba esa estrategia para poder desplazarse durante el toque de queda. También para no despertar sospechas cuando accedía a los edificios al mismo tiempo que las víctimas –que no desconfiaban de él dado el uniforme de la compañía– y cometía las agresiones en esos espacios comunitarios. Todas las víctima son muy jóvenes y alguna de ellas, además, es menor de edad.

Los Mossos, dada la peligrosidad del individuo y el elevado riesgo de que actuara de nuevo, montaron un dispositivo el pasado sábado para arrestarlo. Resultó decisiva, subrayan fuentes policiales, la colaboración de la empresa de reparto. Fue finalmente localizado cuando circulaba por el barrio de Gràcia de Barcelona. Los investigadores de la Unitat Central d'Agressions Sexuals, a cargo de las pesquisas, trabajan ahora para confirmar o descartar que existan más víctimas que todavía no hayan denunciado.