UN DIVORCIO CONFLICTIVO

La guerra de los Mainat se encona con nuevas denuncias cruzadas

Josep Maria Mainat y Angela Dobrowolski, en 'El convidat'

Josep Maria Mainat y Angela Dobrowolski, en 'El convidat' / periodico

J. G. Albalat

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La guerra entre el productor  de televisión y excantante de La Trinca, Josep Maria Mainat (73 años), y su todavía mujer, Ángela Dobrowolski (37), se ha recrudecido y enconado ante los tribunales con nuevas denuncias cruzadas. Él  no solo acusa a su esposa de intentar asesinarlo inyectándole insulina, sino también de insultarle y agredirle. «Me tiró un bote de mermelada», llegó a explicar en el juzgado cuando compareció como investigado por dos denuncias de ella por presuntas coacciones. «El maltratado soy yo», espetó. La batalla judicial se ha convertido en un verdadero culebrón, en el que ha aparecido un supuesto 'escort' y su pareja, detenidos en la vivienda del fundador de Gestmusic.

En los juzgados de Barcelona hay hasta seis causas relacionadas con el complicado divorcio de Mainat y su esposa, que tienen dos hijos en común, y que aún no se ha resuelto. De entrada, la casa donde vivían, según  fuentes jurídicas consultadas por EL PERIÓDICO, aún es para el disfrute de ambos al estar considerado domicilio conyugal.

Las denuncias cruzadas empezaron entre el matrimonio con la presentada por el hijo de Mainat, Pol, fruto de su unión con Rosa Maria Sardà, por el presunto intento de asesinato de su padre por parte de Dobrowolski  el pasado 22 de junio. A partir de esa fecha, el excomponente de La Trinca tomó medidas de seguridad y protección. Por ello, contrató a un vigilante de seguridad que controlaba desde el interior de la vivienda que su esposa no entrara ya en su habitación.

Semanas después de esa tentativa de asesinato, Dobrowolski inició en julio la confrontación directa con su marido en los tribunales. Así presentó una denuncia contra él, que fue a parar a un juzgado de violencia contra la mujer, por coacciones,  pero, a su vez, negaba que Mainat le hubiera puesto la mano encima alguna vez. Eso sí, le imputaba que no le dejaba salir de casa, que le impedía coger el coche (el vigilante la agarró del brazo), que le ahogaba económicamente y también de intromisión en su ordenador y en el móvil.

La cerradura de casa

Al cabo de unos días, el 30 de julio, Dobrowolski volvió a la carga y presentó otra denuncia. En esta ocasión, acusaba al ex de la Trinca de haberle cambiado la cerradura de casa para que no pudiera entrar. Sin embargo, ocultó que Mainat le dijo que le daría un juego de llaves. Dos días después, el 1 de agosto, la mujer del productor fue detenida por el intento de asesinato.

A causa de estas dos denuncias, el juzgado de violencia contra la mujer que las tramita citó a declarar como investigado al mismo Mainat. Este negó que impidiera a su mujer salir o entrar a su casa, aunque admitió que contrató a un vigilante de seguridad para que su mujer no entrara en su dormitorio, y más después que intentara asesinarla inyectándole insulina.

Fue en ese interrogatorio donde el excantante dio la vuelta a la tortilla y relató actitudes violentas por parte de ella. El juez abrió otra causa independiente por un presulto delito leve de lesiones, pero no contra Mainat, sino contra su esposa. Este proceso ha sido remitido a un juzgado ordinario. En esta contienda, además, han aparecido un supuesto «escort latino», de nombre Gabriel,  y su pareja, detenidos en la vivienda del productor. Esa mujer, de nacionalidad rusa, explicó que <strong>Gabriel</strong> había pasado el confinamiento con Dobrowolski. El culebrón promete nuevos capítulos. 

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