JUICIO EN HUESCA

El tío de Naiara achaca las torturas que sufrió la niña al estrés laboral que tenía

La Audiencia Provincial de Huesca ha iniciado el juicio contra el tío, el padrastro y abuelastra de la pequeña de 8 años que murió a golpes

La niña Naiara, con las orejas de burroque le ponía su familia política.

La niña Naiara, con las orejas de burroque le ponía su familia política. / periodico

L. M. G.

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Se me cayó el mundo cuando me enteré que se había muerto". Esas han sido las primeras palabras que Iván Pardo ha verbalizado en el juicio que se ha iniciado en la Audiencia Provincial de Huesca para tratar de dirimir su responsabilidad penal en la muerte de Naiara, su sobrina de 8 años que falleció hace tres años en Sabiñánigo tras ser torturada por sus estudios, informa El Periódico de Aragón, del grupo Prensa Ibérica.

Pardo se ha mostrado visiblemente emocionado y solo ha contestado a preguntas de su abogada, María Gabasa, y del letrado defensor de los otros dos acusados en la causa, la abuelastra Nieves Pena Corbelle y el padrastro Carlos Pardo Pena, por estar al corriente de las agresiones que sufría la menor. "Esa semana estaba más irritable, era por el estrés del trabajo", ha destacado el asesino confeso, quien ha añadido que le "preocupaban sus resultados académicos porque era inteligente, pero le costaba estar atenta. Me preocupaban los resultados y su educación, al igual que en el caso de mis sobrinas".

"Estoy muy arrepentido de lo ocurrido, no premedité su muerte y ya le he pedido perdón a la madre de Naiara por lo ocurrido, también a la niña, todos los días", ha afirmado.

Supuesto accidente

La abuelastra, por su parte, ha mantenido que desconocía las agresiones. Ha relatado que  ella estaba trabajando cuando una de las primas de Naiara, su nieta, le llamó para decirle que la niña se había caído y fue su jefe el que la llevó a casa, a la que llegó cuando los servicios sanitarios ya se llevaban a la víctima. Ha incidido en que tampoco vio golpes o lesiones en el cuerpo de la niña y que ella "estaba bien, no estaba triste".

El padrastro de Naiara ha querido destacar que la niña le llamaba "papá" al tiempo que ha arremetido contra el padre biológico, Manuel Briones, de quien ha asegurado no se ocupaba de ella desde hacía mucho tiempo, ni le mandaba dinero. De hecho, le pidió cambiar el apellido y asumir el del hoy acusado.

Este hombre ha recalcado que vio a la niña de 8 años "siempre contenta" y no le observó ni señales ni heridas. No obstante, ha reconocido que le enviaron una foto de Naiara de rodillas y con orejas de burro, pero lo interpretó como una "broma pesada" y no le dio importancia.

Madre trabajando

Naiara llegó al domicilio de su tío y abuelastra, situado de la avenida Yebra de Basa, para que mejorara su rendimiento escolar, especialmente en inglés, y porque su madre no podía atender a la menor porque trabajaba de interna en una vivienda.

Durante el tiempo que la menor estuvo en dicho domicilio hasta el día de su fallecimiento Iván Pardo y Nieves Pena, presuntamente, sometieron a la menor a actos como arrodillarse sobre grava, ortigas o granos de arroz o sal gruesa, golpearla, privarle del sueño para hacer deberes o humillarla colocándole una diadema con orejas de burro sobre la cabeza a la vez que dejaron constancia gráfica de estos hechos. Carlos Pardo presuntamente habría consentido estos hechos.

La agresión del día 6 de julio del 2017 fue la última que sufrió Naiara. Al parecer, Iván regresó de su trabajo en torno a las 8.30 horas y, presuntamente, comenzó a agredir a la menor, de tal forma que a lo largo de la mañana sometió a la menor a actos tales como atarla de pies y manos, meterle un calcetín en la boca, golpearla con los puños, botas o su cinturón, darle descargas eléctricas o cogerla del cabello y levantarla tirándola al suelo fuertemente en varias ocasiones de tal forma que la menor Naiara quedó inconsciente, intentando en vano reanimarla y no avisando tampoco a los servicios de urgencias hasta tiempo después cuando la niña entró en parada cardiorrespiratoria.

Asesinato agravado

La Fiscalía pide para Iván Pardo la prisión permanente revisable por un delito de asesinato agravado y otros 3 años de cárcel por un delito de violencia psíquica y física habitual; y para la abuelastra y el padrastro, 3 años de prisión a cada uno por sendos delitos de malos tratos.

El juicio continuará el jueves con las declaraciones de las primas de Naiara, de su madre y su padre biológico.