LA PERIODISTA HA DENUNCIADO EL CASO

El timo de las mascarillas con la imagen de Susanna Griso

Susanna Griso mascarillas timo

Susanna Griso mascarillas timo / periodico

Luis Rendueles/Vanesa Lozano

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Susanna Griso anunciaba preocupada la escasez de mascarillas para luchar contra el  coronavirus en España. Eran los primeros días del estado de alarma, el pasado mes de marzo, y una web mostraba bajo el rostro de la presentadora de Antena 3 un rótulo esperanzador: "Mascarilla FFP3 en 'stock'". Más de 2.000 personas acudieron a esa página, que fue cambiando de nombre, para comprar esas mascarillas. Más de 150 han denunciado ya ante la Guardia Civil haber sido víctimas de un engaño por parte del hombre que estaba detrás de esas ofertas, un 'influencer' gallego experto en motor investigado ahora por un supuesto delito de estafa.

Los datos de la investigación conocidos por EL PERIÓDICO indican que ese hombre recaudó más de 200.000 euros ofreciendo mascarillas que él realmente no tenía y utilizando para ganar credibilidad la imagen de la presentadora de televisión sin su consentimiento ni su permiso. Susanna Griso ha confirmado a este diario que ella también ha denunciado al responsable de la página web

Residencias de ancianos

Todo empezó cuando dos residencias de ancianos de la provincia de Burgos alertaron a la Guardia Civil. Explicaron que habían pedido, y pagado, mascarillas quirúrgicas contra el coronavirus y no les llegaban. "No había mascarillas en ningún sitio y allí las ofrecían en quince días, incluidas las de máxima seguridad y protección", recuerdan fuentes de la investigación. Lo cierto es que las mascarillas prometidas en la web llamada Corprotect y luego Sanitize no llegaban. Una de esas residencias recibiría después "una bolsa de plástico con las mascarillas a granel, sin siquiera instrucciones de uso". La directora del geriátrico se negó a entregar siquiera ese material a sus trabajadoras.

Vídeo timo mascarillas Griso

Vídeo donde se ofrecían las mascarillas contra el coronavirus en pleno estado de alarma. / periodico

Así arrancó la operación Medical Shield Mascar, que dirige un juez de Salas de los Infantes (Burgos). Las investigaciones de la Guardia Civil han hallado que más de dos mil personas cayeron en la trampa y pagaron "más de doscientos mil euros, aunque la cantidad puede ser superior". Entre los engañados hay, según fuentes del caso algunos ayuntamientos, médicos,  residencias de ancianos, dentistas, empresas cárnicas y ciudadanos particulares. De toda España, pero también de diferentes puntos de Europa y hasta de Alaska, según consta en las diligencias del caso. Muchos de los compradores se han unido en una plataforma de afectados.

Engañados

Una de ellas es una bióloga que vive en Barcelona. Así lo recuerda a EL PERIÓDICO. "Mi vecina me dijo que había encontrado una página donde había existencias de mascarillas y que había hecho un pedido por internet. Me metí en la web y pedí un pack de mascarillas FPP2 y otro de las quirúrgicas. Eran para mí y para mi familia, me gasté 80 euros que pagué por PayPal". Las mascarillas no llegaban y la mujer supo por su vecina que aquello podía ser un timo. Cuando intentó contactar con la página web, ya no existía, había cambiado de nombre.

Un  mes y medio después, la mujer recibió un paquete de correos. "Estábamos confinados, así que el cartero no subió a casa, me metió el envío en el ascensor. Vi que tenía un remitente chino, eso no era lo que yo había pedido. Ya pintaba mal". La mujer acudió a los Mossos, que remitieron su denuncia a la Guardia Civil, y asegura que "doy por perdido mi dinero, pero me da mucha rabia. Además de con un estafador, me topé con ese monstruo de PayPal, que no me ha devuelto el importe". En este tiempo, tanto ella como su marido enfermaron de coronavirus: "pillamos el  bicho, nos infectamos, aunque afortunadamente los dos lo hemos superado bien".

De China y con mal olor

Lo que hacía el influencer gallego que decía tener stock de mascarillas era buscarlas entre empresas chinas,  según fuentes del caso. Se aprovechó así del "miedo y la necesidad de seguridad"de la gente ante la pandemia. Al principio, su enorme éxito de ventas generó un bloqueo que hizo que comenzaran las denuncias contra él. Ahora, se le investiga también por un posible fraude, porque ofrecía equipos de protección con homologación de la Unión Europea y muchas llegaban de China sin garantías.

Varios denunciantes han declarado a la Guardia Civil que cuando por fin les llegaron los EPI "olían fatal". De ahí que ahora se esté investigando si pudo cometer delitos de publicidad fraudulenta y contra la salud pública. Algunas de esas mascarillas se han enviado al laboratorio de la Guardia Civil para su análisis.

"Hicimos mucho bien"

El hombre, que tiene antecedentes por delitos contra el patrimonio y falsedad, fue detenido el pasado mes de abril por la Guardia Civil y quedó en libertad después de declarar. Poco después, grabó y publicó un vídeo en su cuenta de Instagram, donde tiene 70.300 seguidores: "Hicimos mucho, pero mucho bien en los españoles que no podían ir a una farmacia y comprar una mascarilla porque estaban agotadas. Tengo miles o no sé cuantos emails de clientes contentos, dando las gracias porque consiguieron un producto que no han conseguido de otra manera", aseguraba.

Creó la página web el 12 de marzo, dos días antes de que se declarara el estado de alarma en España, asegura que "los clientes en todo momento tuvieron el link de seguimiento de su pedido" y defiende que "con el tema de la saturación de los transportes, con el tema de que la mitad de la gente está parada y comprando cosas por internet, empezó a ir más lento. Entonces, en el punto en el que vimos que se estaban ralentizando los envíos, cerramos la web, pero mientras tanto le dimos soporte a todos los clientes, todos sabían en cada momento dónde estaba su pedido y se fueron recibiendo los pedidos".

El montaje con Griso

Anabel Paulano, una mujer de Soria, es otra de las denunciantes del caso y no comparte esa versión de su vendedor. Padece hipertensión intracraneal y hepática y había pasado nueve veces por el quirófano cuando llegaron el coronavirus y el confinamiento. Recuerda que a mediados de marzo "estaba desesperada porque no encontraba mascarillas en las farmacias de mi barrio y decidí mirar por internet".

Allí encontró la página de Corprotect, que "estaba muy bien hecha y ofrecía mascarillas homologadas y certificadas por la Unión Europea. Prometían enviarlas rápido en una semana o quince días, así que dije, voy a hacer una compra pequeña y cuando la reciba ya hago otra mayor para mi marido, mi hijo…" También vio en Facebook un "anuncio con la imagen de Susanna Griso. Ella salía sujetando unas mascarillas y él le había añadido un mensaje para anunciar la marca".

Una mascarilla de AliExpress

La mujer se dio cuenta del engaño muy rápidamente, cuando no recibió el típico correo de confirmación de su compra. Al día siguiente, cuando entró en la página vio que le habían cambiado el  nombre y la IP. Puso la denuncia online a la Guardia Civil y logró que le devolvieran lo que había pagado.

Dos meses y medio después, recibió un paquete con remitente de China. "Cuando lo abrí y vi aquel trocito de tela… me dio una rabia... Escribí un email al vendedor exigiendo que me reembolsara mi dinero. Me respondió diciendo que le mandara fotos del paquete y ya estudiaría mi caso… No volvió a responderme". En realidad, tanto tiempo después, Anabel recibió una mascarilla de AliExpress: "A él le costaría tres euros y a mí me la vendió por treinta", explica.

"Tenemos stock"

También ha denunciado el engaño Jesús, un  profesor de Murcia. "Estaba navegando por Facebook y me saltó un anuncio patrocinado. En una imagen salía Susanna Griso con un mensaje escrito abajo: tenemos stock. Compré seis mascarillas de tela y 40 filtros para mi familia". Doce días después, aún no había recibido respuesta. Escribió a la web, y recibió una respuesta: "estamos saturados, trabajamos muchas horas para dar salida a los pedidos".

Dos meses después, le llegó un paquete de China con unas mascarillas. "Además de que era tarde, no estaban homologadas", denuncia. Ha conseguido recuperar el dinero, pero se siente engañado y no solo por el presunto timador. "Este hombre no solo jugó con nosotros, también se la coló a un gigante como Facebook. Usaba la imagen de famosos pero todo era un burdo montaje. Pensaba que Facebook tenía un mejor control de los anuncios que ponen  en su red”. Susanna Griso coincide con esa víctima y expresa su "frustración" ante la respuesta de algunas plataformas como facebook o instagram: "les he pedido varias veces qsue retiren mi imagen porque se está usando en algún fraude y ellos no hacen nada".

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