500 agentes

Golpe a un clan histórico de La Mina que había impuesto su ley por el miedo

Macrooperación en La Mina contra una banda dedicada a los robos

La macrooperación policial en La Mina, en julio del 2020. / periodico

Guillem Sànchez

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La tromba policial de más de 500 agentes de los Mossos d’Esquadra iba dirigida contra 'Los Manolos', un clan histórico de La Mina (Sant Adrià de Besòs). A las 5.30 horas de la madrugada de este jueves los policías catalanes han irrumpido en 29 domicilios de seis municipios distintos, aunque el corazón de la investigación estaba en La Mina, donde residen los principales responsables de la organización. El balance final del dispositivo ha sido de 26 detenidos entre los que se encuentran los nueve que integran la cabeza de mando, incluidos el líder, su lugarteniente y los cuatro que ocupan el rango inmediatamente inferior, todos residentes en el vecindario de Sant Adrià, un lugar que 'Los Manolos' han gobernado en la sombra desde siempre. Vinculados con subvenciones por la vigilancia de obras municipales o con las plantaciones de marihuana escondidas en domicilios como los de los bloques de la calle Venus, últimamente la situación se había descontrolado, según explican fuentes policiales y vecinales, a causa de la imprevisibilidad de la generación más joven de la familia.

La primera operación policial contra 'Los Manolos' se libró hace 34 años, a mediados de los ochenta. Desde entonces han sido protagonistas asiduos de las páginas de sucesos, casi siempre por asuntos de tráfico de drogas. La operación de este jueves ha sido algo distinto: "Hasta ahora se habían investigado los delitos puntuales y los autores materiales de estos hechos, en esta ocasión se ha investigado de forma global la estructura del clan y se ha podido llegar a la cúspide de una organización claramente jerarquizada que cometía robos violentos y extorsionaba a sus rivales", ha insistido el subinspector Jonatan Herrera, a cargo de unas pesquisas que comenzaron simultáneamente dos unidades distintas del cuerpo. Una, la Unitat de Investigació de Badalona, tiró del hilo tras unos robos en la ciudad de la orilla norte del Besòs. La otra, la Unitat de Multirreincidents, puso la lupa sobre otros casos también de robos. Al final las dos indagaciones apuntaron hacia el mismo núcleo, 'Los Manolos'. Al subinspector Herrera, que desembarcó hace cuatro meses en el Área Central de Delictes contra el Patrimoni, le tocó coordinar ambas tareas, que habían crecido en paralelo, y se fundieron en una única carpeta, el caso 'Veta', nombre que ha recibido una investigación que sigue bajo secreto de sumario. 

Tanto fuentes policiales como vecinales consultadas por este diario confían en que este operativo sirva para calmar una deriva violenta que ha llevado a este clan a atemorizar a La Mina y a enfrentarse de forma agresiva, incluso a tiros, contra grupos rivales. Como sucedió hace pocos días en una reyerta cerca de la línea divisoria de Sant Adrià y Barcelona o como ocurrió hace cuatro meses en el barrio de La Pau, cuando un grupo armado soltó una ráfaga de disparos en plena calle

El tiroteo del barrio de La Pau

El sábado 15 de febrero a las nueve y media de la noche, <strong>un pistolero </strong>de la familia de 'Los Manolos' abrió fuego contra miembros de un clan rival, 'Los Portugueses', residentes en el barrio barcelonés de La Pau. Vació dos cargadores. Los disparos resonaron en todas las casas. Aquella noche los policías recogieron una veintena de vainas y el cristal de la parada del bus metropolitano, la última de su recorrido, quedó hecho añicos. Durante los días posteriores, la familia de 'Los Portugueses' recibió el apoyo de parientes desplazados de otros rincones, un movimiento que los vecinos interpretaron como un gesto de autoprotección que, lejos de tranquilizarlos, acabó por aumentar su inquietud. Aquel estallido amedrentó a La Pau, que celebró una reunión extraordinaria cuatro días después, el 20 de febrero, en la que quedó claro que no iba a tolerar la convivencia con gente que se enfrentaba a tiros por la calle. Los Mossos, presentes en la reunión, solo dijeron que lo estaban investigando. Era verdad, cuatro de los presuntos autores de aquel tiroteo han sido arrestados en la operación de este jueves.

Los 29 registros practicados por la operación 'Veta' se han concentrado en la zona del Besòs –que incluye La Mina, el barrio de Besòs de Barcelona y el de Sant Roc de Badalona–. Han aparecido varias pistolas y un subfusil de asalto, armas de fuego que se usaron en al menos uno de los dos tiroteos. Algunas de las propiedades inspeccionadas eran segundas residencias, como las ubicadas en una urbanización de Maçanet de la Selva (La Selva). El resto estaban en Tordera (La Selva), Terrassa (Vallès Occidental) o Palau Solità (Vallès Occidental). 

Varios de los periodistas que han acudido a seguir el desenlace del despliegue policial han sufrido el acoso de algunos vecinos. E incluso algunos han recibido graves amenazas al sacar cámaras para captar imágenes. El barrio parecía dividido. Entre los que han apoyado a los arrestados atormentando a los informadores –a una redactora le han gritado que la degollarían– y los que han guardado silencio observando desde la ventana. Muchos de los segundos posiblemente hayan sufrido el miedo que imponía este clan. Según fuentes policiales, el más fuerte. Y uno de los más violentos.