JUICIO EN LA AUDIENCIA

Los móviles dejan sin coartada a los acusados del 'crimen de la Urbana'

El análisis de los datos lleva a los peritos a desmontar las coartadas de los acusados

Albert López y Rosa Peral, llorando, en el juicio del 'crimen de la urbana'

Albert López y Rosa Peral, llorando, en el juicio del 'crimen de la urbana' / periodico

Efe

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El tráfico de datos y el posicionamiento de los teléfonos móviles de los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona Rosa Peral y Albert López apuntan que ambos "concertaron" el asesinato del novio de ella y también policía Pedro Rodríguez, un crimen que se desencadenó a raíz de una llamada concreta.

Así lo han explicado los peritos de los Mossos d'Esquadra que han declarado este miércoles ante el jurado de la Audiencia de Barcelona que los juzga a ambos por haber matado a la víctima, cuyo cuerpo apareció en el maletero de su vehículo calcinado en una pista forestal del pantano de Foix.

"Es la versión que creemos más plausible o compatible", ha aseverado uno de los peritos al fiscal, que había preguntado si los datos móviles encajan con "un suceso planificado que se decide ejecutar el 1 de mayo de manera concertada entre los dos acusados". Y ha matizado: "Se produce una conversación entre Rosa y Albert que desencadena una serie de hechos, los cuales se inician con los datos telefónicos y finalizan con la muerte de Pedro y el encubrimiento del hecho criminal".

López sin coartada

La llamada en cuestión se produjo a las a las 21.53 horas del 1 de mayo de 2017 y tuvo una duración de cinco minutos, los suficientes, según los peritos, para que Rosa y Albert pusieran en marcha el plan que presumiblemente habían perfilado los días antes para acabar con la vida de Pedro.

Una hipótesis que apuntala otra llamada, en este caso perdida, desde la tarjeta de prepago Lycamobile que el acusado había adquirido días antes y que se activó por primera vez a las 22.04 horas. De confirmarse, esta tesis tiraría por tierra la coartada de Albert, que llegó al domicilio de Rosa entre las tres y las cuatro de la madrugada, según dijo para auxiliar a su amante a deshacerse del cadáver.

Sin embargo, los peritos no creen ni que Rosa asesinara sola a la víctima porque solo pasaron veinte minutos desde que llegó a su casa con sus hijas y la víctima hasta que llamó a Albert, ni tampoco que éste sea el único culpable, debido a los movimientos telefónicos realizados a posteriori.

Mensajes de Whatsapp

Y es que las sospechas de los peritos se basan también en una serie de mensajes presuntamente enviados por la víctima la noche de su muerte, pero que consideran que no encajan con el lenguaje que generalmente empleaba en comparación con otros chats y que podría haber escrito alguien que "usurpó" su teléfono.

Si en una conversación de whatsapp que mantuvo con tu tía entre las 22.03 horas y las 22.11 horas usa un tono "habitual", en un segundo chat que se inicia a las 22.55 horas con un amigo suyo, el vocabulario es distinto. "Llama la atención la clase de lenguaje que utiliza", han insistido los peritos, quienes han alertado que la segunda conversación comienza con un sospechoso "ahora no puedo hablar, pero sí escribir", y finaliza con un "disculpa" poco usual.

Por todo ello, consideran que esta situación sería "compatible" con el hecho de que "Pedro estuviera descansado o dormido alrededor de las 22.10 horas y alguna otra persona usurpara su teléfono". De hecho, en esa franja horario Pedro envió un correo a su exmujer para cambiar la fecha de visita de su hijo y se disculpó por no haberle dado su nueva dirección, un gesto que, tal como ella misma declaró en el juicio, no le pareció "normal".