HOSTIGÓ A LAS MUJERES DURANTE UN AÑO Y MEDIO

Así fue el infierno de dos periodistas perseguidas por un acosador : "Te van a violar y a quemar viva. Estás muerta"

Pantalla de ordenador

Pantalla de ordenador / periodico

Luis Rendueles/ Vanesa Lozano

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Son dos mujeres, son periodistas y son conocidas. Han trabajado en radio y en televisión. Al menos durante año y medio, desde agosto de 2017, ellas y sus familiares más directos sufrieron el acoso, la persecución y las amenazas primero en redes y luego físicas de un hombre de 36 años. Tras una larga y compleja investigación, la Policía Nacional lo detuvo el 15 de enero y el juzgado número 31 de Lo Penal de Madrid lo ha condenado a año y medio de cárcel, que pasará en un centro psiquiátrico, según la sentencia a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO y que es una de las más duras dictadas en España contra un acosador de famosos.

Todo empezó a través de las redes sociales. Una popular periodista, presentadora de un programa de éxito, acudió a la comisaría de Chamberí, en Madrid, el 8 de agosto de 2017. Allí explicó que alguien la había amenazado gravemente por Twitter. A ella y a su hija, según consta en la documentación en poder de EL PERIÓDICO. El primer mensaje anónimo decía así: "Estás muerta. La primera vez te avisaron, la segunda te topaste con ello y no habrá una tercera, créeme que no habrá una tercera. Tú vas a morir, te voy a matar a ti y a tu hija".

Las víctimas, mujeres

En principio se trataba de un hater, un acosador de mujeres famosas: periodistas, actrices, presentadoras... Los han sufrido y denunciado públicamente Paula Echevarría, Ana Pastor, Paula Vázquez, Eva Hache, Marta Fernández, Lara Síscar, Jaime Cantizano...  El inspector jefe de la Sección de Redes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional, Roberto Fernández, explica que los acosadores suelen ser "personas que se obsesionan con alguien conocido, alguien al que ven en televisión o escuchan en la radio. La mayor parte de los acosadores son hombres y la mayor parte de las víctimas son mujeres. En la mayor parte de los casos, las amenazas no pasan del mundo virtual al real, al físico".

En el último caso de las dos periodistas, las amenazas continuaron. El 13 de septiembre, la periodista recibió otro mensaje por Twitter: "No pararé hasta verte colgada de un árbol quemada viva. Juro por Dios que te haré que desaparezcas de este mundo". Su acosador le hizo llegar también la imagen de una lápida con el texto: "RIP, estás muerta, voy a matarte". "Gallega de mierda. Estás muerta".

Una nota en el comercio de su madre

En enero de 2018, el acosador dio un paso más, se hizo presente en el mundo físico de la presentadora. Podía tocarla. Una noche se acercó al comercio que la madre de la periodista tiene en un barrio de Madrid y dejó una nota bajo el cierre metálico del establecimiento: "Estás muerta".

Las amenazas se repitieron en mayo, a través de Facebook y Twitter. "Voy a matar a tu hija y a tu  marido. La mentira se paga con la muerte. Tu hija va a morir". En junio, es otra periodista, conocida por su trabajo en televisión y radio, y compañera de la anterior, la que denuncia ante la policía que recibe nuevas y graves amenazas, esta vez por Instagram:  "Perra malnacida, bastarda, desecho social... No mereces vivir. Periodista, no tienes derecho a la vida, estás muerta".

El 6 de junio de 2018, el acosador acude de madrugada a la salida del trabajo de las dos comunicadoras, en Madrid. Ellas denuncian que un "varón, de 30 o 35 años, que viste cazadora oscura y tiene barba de pocos días" les grita: "Cállate la puta boca" y les hace un gesto con la mano de que les va a "rajar el cuello". La Policía Nacional colocó durante un tiempo un coche patrulla para que las mujeres pudieran ir y salir seguras de su trabajo.

Al trabajo, escoltadas

Durante muchos meses, las dos mujeres acudieron a trabajar amenazadas y protegidas por la Policía. Siguieron recibiendo mensajes: "Te van a violar, te vamos a matar, y a tu hija, delante de ti. Date por muerta. Te van a rajar, a prender fuego", "Te vas a llevar 57 puñaladas". La investigación del Grupo de Redes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía fue muy laboriosa y compleja. No era un acosador al uso, sabía cómo borrar sus huellas. Los agentes descubrirían que se escondía detrás de perfiles falsos de Twitter, Instagram y Facebook (llegó a elaborar 53 con distintos nombres) y enviaba los mensajes desde diferentes lugares de Madrid.

Los agentes realizaron también un estudio horario y determinaron que escribía muchos mensajes en torno al mediodía y también a partir de las siete de la tarde. Policías de paisano acudieron a esas horas a algunos de los locales desde donde se enviaban los mensajes e hicieron guardias en busca del acosador. Sin suerte. En su búsqueda llegaron a investigar más de mil direcciones IP desde las que se habían enviado los mensajes amenazantes a las periodistas y sus familias.

La jueza archivó el caso

Pese a la gravedad de las denuncias, la jueza encargada de investigar el caso decidió archivarlo provisionalmente el 6 de noviembre de 2018, dado que no había entonces un "autor conocido" porque el hombre "no acude de forma fija y continua" a los locales desde donde enviaba los mensajes.

La policía siguió investigando. Las dos periodistas siguieron recibiendo amenazas. El 9 de enero de 2019, el que parece ser el mismo hombre acude a la puerta de sus trabajos.  Les grita: "Te voy a matar". El 13 de enero, el ex marido y la hija de una de las periodistas están cenando en un restaurante italiano en Madrid. A través de los cristales, ven a un hombre que les está haciendo fotografías desde la calle. El padre sale entonces a pedirle explicaciones y el individuo se va corriendo.

Dos días después, la otra periodista amenazada está haciendo deporte en un gimnasio del barrio de Salamanca. Desde la cristalera que da a la calle ve a un hombre que le hace gestos. Se acerca y el tipo le dice: "Te voy a cortar el cuello".  La mujer pide ayuda al profesor de boxeo, que sale, y con ayuda de un vecino, captura al hombre. El monitor escucha cómo le dice a la periodista: "Estás muerta".

"Se reían de mí"

Las víctimas y testigos le identificarían luego como el acosador. Lo mismo harán tres dueños de otros tantos locales desde donde enviaba los mensajes amenazantes. El hombre se niega a declarar, comenta, eso sí, que de muy joven tuvo una enfermedad venérea y que muchos se reían de él. También asegura que las dos periodistas se reían de él. En 2013 ya había sido detenido por amenazar a mujeres anónimas, de su barrio, en el mismo tono que utilizaba ahora para las periodistas. La juez deniega el registro en su casa y su ordenador. Otro magistrado lo envía a prisión, donde estará hasta el juicio.

El Juzgado número 31 de Penal lo condenó el 26 de junio a año y medio de cárcel que de momento pasa interno en un centro psiquiátrico. La sentencia afirma que "padece un cuadro psicótico con un delirio bien estructurado del perjuicio en torno a determinados programas" que "afecta a las bases biológicas de la imputabilidad". El juez establece que el hombre deberá seguir tratamiento médico al menos durante cuatro años más y le prohíbe acercarse a menos de 500 metros de las dos periodistas y sus familias. Si incumple algunas de esas condiciones, volverá a la cárcel.