JUICIO DIANA QUER

La exmujer del Chicle: "Pensé que no era capaz de lo de Diana, pero ahora pienso que sí"

Vanesa Lozano

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"Mentí a la Guardia Civil porque él me lo pidió y yo no pensaba que fuera capaz de hacer eso". Rosario Rodríguez, la exmujer de 'el Chicle', ha marcado distancia este miércoles con el asesino de Diana Quer nada más sentarse en la sala de vistas para declarar como testigo por el asesinato y violación de la joven madrileña el 22 de agosto del 2016, dejando claro su actual estado civil: "Estoy divorciada totalmente". 

La mujer, que dio coartada a José Enrique Abuín diciendo que la noche en que desapareció la joven madrileña estaban juntos, cuando la Guardia Civil empezó a sospechar de él, ha asegurado: "Cuando empezaron a investigarnos, le pregunté muchas veces: 'Enrique, ¿no tendrás nada que ver?' Y él siempre me decía que no. Ahora evidentemente pienso que sí hizo todo eso solo, claro". En el mismo sentido han declarado Elena y Adrián, la hermana de Rosario y su marido, que vivían en casa del matrimonio aquel agosto y también cubrieron a 'el Chicle' al principio. 

Abuín, que ha acudido a la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de La Coruña con la misma ropa que el día anterior, ha escuchado sin embargo las declaraciones de su exmujer, sus cuñados y tres mujeres que lo denunciaron por abordarlas y tratar de que se subieran a su coche con una actitud muy distinta a la de la primera sesión, negando constantemente con la cabeza, haciendo aspavientos e incluso escribiendo mensajes en un papel para que los leyera su abogada. Su actitud contrastaba con el estado de la hermana de Diana, Valeria Quer, que ha tenido que salir de la sala durante un rato porque se encontraba mal.

El detonante

La exmujer de 'el Chicle' ha explicado que en el 2017 ocurrió "un detonante" que le hizo contar la verdad: los padres de Abuín la llamaron para advertirle de que su hija estaba saliendo en la tele. "Me cabreé y dije: 'se acabó, voy a contar la verdad'". La verdad, ha dicho, es que 'el Chicle' salió de casa aquella noche con la excusa de sustraer gasoil alrededor de las 10 y "regresó a las tres de la madrugada con el mismo aspecto con que se marchó, no estaba sucio ni nada". "A la mañana siguiente, despertamos juntos y estuvimos en casa hasta que marchamos a la playa con mi cuñado y las niñas", ha señalado. Y ha aclarado que "él no salió de casa en ningún momento", contradiciendo así la versión de 'el Chicle' de que aprovechó esas horas para deshacerse de la ropa de Diana en un contenedor. También ha recordado que su expareja llevaba siempre "bridas (negras y también blancas) y cinta aislante" en el Alfa Romeo con el que abordó a Diana en A Pobra do Caramiñal.

Rosario ha explicado, a preguntas de la abogada de la defensa, María Fernanda Álvarez, cómo eran las relaciones íntimas que mantenía con su exmarido los últimos años que estuvieron juntos: "Los últimos cinco años nuestra vida sexual no era normal, apenas teníamos relaciones en días alternos. Él era consciente de que nuestra relación se iba a pique". La mujer, que empezó su relación con Abuín cuando tenía 14 años, ha dicho que su exmarido "no tenía gustos extraños ni violentos" en la cama ni le contó nunca que le gustara "la lencería sexy", como la que 'el Chicle' obligó a ponerse a su hermana gemela Vanesa cuando la violó, según denunció la mujer en el 2005 e investiga ahora un juzgado de Noia. 

Precisamente Vanesa ha sido la siguiente en declarar. Lo ha hecho aclarando algunos detalles sobre la presunta agresión sexual que sufrió cuando ella tenía 17 años por parte del que era su cuñado: "Cuando me vio el forense, no encontraron huellas de la agresión porque yo había mantenido relaciones consentidas con mi pareja de entonces dos días antes y encontraron esas huellas". "Poco a poco lo vas sobrellevando, te haces a la idea de lo que te ocurrió y sigues adelante pero es algo que nunca llegas a olvidar, siempre te queda en la cabeza", añadió. Con el paso del tiempo, "retomé la relación con él por mi hermana y mi sobrina, pero nunca me quedaba a solas con él, siempre había más gente, yo le tenía miedo". Su intervención ha ocasionado un pequeño rifirrafe entre la abogada de la defensa y el presidente de la sala, advirtiéndole este último sobre la improcedencia de sus preguntas, "basadas en tratar de demostrar que los hechos de otro procedimiento no ocurrieron". 

Chicas jóvenes

Clave para avalar el modus operandi de 'el Chicle', que la fiscalía y la defensa tratan de acreditar, ha sido la declaración de un amigo del acusado: "Era muy pesado con las chicas. En el 2016, éramos amigos y a veces íbamos a las puertas de los institutos para abordar a chicas jóvenes. Él pasaba con su Alfa Romeo y le gritaba a alguna chica: ¡morena, guapa, tía buena! De noche, también íbamos juntos a discotecas para ligar y también a casas de alterne. Él ya estaba casado y era padre, pero decía a Rosario que íbamos a mariscar o a robar gasoil. Le gustaban las chicas más jóvenes, de 22 o 23 años morenas de pelo largo, delgadas. Se acercaba a ellas y les pedía el teléfono y el Facebook y luego hablaba por ahí con algunas.  Él tenía 38". 

El amigo de 'el Chicle', que ha recordado cómo Abuín le dijo en una ocasión tras la desaparición de Diana "que a la chica no la encontrarían más, que se habría marchado de España", también ha revelado otro dato clave para apuntalar que 'el Chicle' llevó a su víctima a la nave de Asados para violarla: "José Enrique conocía bien la nave de Asados donde escondió el cuerpo de Diana. Me llevó allí dos veces en invierno para coger muebles. Una de esas veces, me preguntó si quería ver un pozo que había en el sótano. Abrimos la tapa de hormigón con ayuda de un hierro, un desmontable que siempre llevaba en el maletero de su Alfa Romeo y un cable que cogió de la nave. Recuerdo que el pozo estaba oscuro, pero tenía agua". El hombre ha añadido que en la vieja fábrica había "muebles de dormitorios, mesillas y un montón de colchones en la planta de en medio".

Intentó llevarse a dos hermanas

La gran sorpresa de esta segunda sesión judicial ha sido la declaración de dos chicas jóvenes, hermanas, sin relación con los implicados en el caso de Diana, que han relatado un incidente con Abuín durante las Navidades del 2017, poco antes de que este fuera detenido, cuando tras una cena de navidad, ambas iban caminando por la calle junto a otra amiga y 'el Chicle' las abordó en su coche e intentó convencerlas para que subieran con él: "Mi hermana iba con los zapatos en la mano y él le insistía en que se iba a cortar con algún cristal. Le dijimos que íbamos a un bar cercano para que nos dejara en paz, porque no hacía más que insistir y él se marchó", ha narrado una de las chicas, que ha explicado cómo, ya en su destino, ambas vieron pasar el coche de 'el Chicle' "tres o cuatro veces" por la puerta.

Su hermana y ella lo identificarían, días después, cuando vieron su rostro en la televisión vinculado al asalto de otra chica en Boiro y, posteriormente, al asesinato de Diana Quer. Una de ellas, que ha asegurado durante su declaración que "si aquella noche no hubiera estado acompañada, no estaría ahora aquí", no podía dejar de llorar al recordar las palabras exactas que 'el Chicle' repetía aquella noche a través de la ventanilla de su coche para tratar que se fueran con él: "Rubia, ven aquí".