JUICIO POR EL ASESINATO Y AGRESIÓN SEXUAL DE DIANA QUER

El Chicle: "Mi intención no era matar a Diana y no la violé"

José Enrique Abuín, alias el Chicle, en el arranque del juicio por el asesinato y vivolación de Diana Quer.

José Enrique Abuín, alias el Chicle, en el arranque del juicio por el asesinato y vivolación de Diana Quer. / periodico

Vanesa Lozano

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"Le eché la mano al cuello, ella se fue hacia atrás, intentó empujarme, pero yo no me aparté. Entonces le eché la mano izquierda sin darme cuenta de la presión que hacía. Se quedó parada, le di dos o tres golpes en la cara, pero ya no se movía". Sin titubeos, con las manos entrelazadas sobre su regazo y sin apenas variar su última versión, José Enrique Abuín, el Chicle, ha declarado en la Audiencia de La Coruña este martes sobre cómo acabó con la vida de Diana Quer la noche del 22 de agosto de 2016 y ha negado que la agrediera sexualmente. Ante los miembros del jurado popular ha mantenido que aquella noche se encontró fortuitamente con la joven madrileña y la mató accidentalmente.

"Mi intención no era matar a Diana, yo estaba robando gasoil de los camiones de los feriantes y me la encontré de frente, pensé que era una de ellos y, como yo tenía pendiente entrar a prisión por una condena por narcotráfico y no quería tener problemas con los gitanos, me dirigí a ella por miedo a que me delatara", ha asegurado Abuín, para quien la fiscalía y la familia de la víctima piden la prisión permanente revisable por los delitos de detención ilegal, violación y asesinato. Luego, según su versión, metió el cuerpo de Diana en los asientos traseros de su Alfa Romeo y lo trasladó hasta la nave de muebles abandonada de la parroquia de Asados de donde la Guardia Civil lo recuperó 16 meses después. 

Conocía la nave

Antes, se detuvo en el puente de Taragoña para tirar el teléfono móvil de la chica a la ría. "Mi intención era dejar también el cuerpo allí, pero vi que había gente, así que me acordé de la nave", ha afirmado el Chicle, que ha reconocido que conocía el lugar porque "había sacado maderas y muebles de allí" e incluso sabía que había un pozo en el sótano.

"Busqué un trozo de cable que arranqué del enchufe de una columna para abrir la tapa del pozo. Saqué el cuerpo del coche y lo bajé al sótano. La cogí por debajo de los sobacos, la senté delante del agujero del pozo, metí las piernas y lo dejé bajar poco a poco hasta que llegó al agua. El cuerpo quedó flotando bocabajo. Entonces decidí coger dos bloques y los até al cuerpo con un cable largo, pero el cuerpo se quedó flotando igual", ha declarado Abuín, negando que volviera para lastrar el cuerpo 20 días después del crimen, como afirman los investigadores.

Sujetador y tanga

Sobre si violó a Diana, el Chicle, que ha asegurado no recordar si cuando metió el cuerpo de la joven al pozo tenía las piernas abiertas, ha repetido los mismos argumentos que su abogada ha expuesto solo unos minutos antes: "Le saqué la ropa antes por miedo a que quedaran restos de mi coche, pero solo le saqué la blusa, el pantalón y el calzado, la ropa interior ya no se la saqué porque no había estado en contacto con el coche". Aunque más tarde, a preguntas de la acusación, ha matizado este extremo de su declaración, contradiciéndose: "No me fijé si Diana llevaba sujetador y tanga. No sé si la ropa interior salió con el resto de la ropa o no, porque lo enrollé todo y me lo llevé de vuelta en el coche"

Abuín, que se ha negado a contestar a preguntas sobre el intento de rapto de la chica en Boiro, por el que fue condenado a cinco años de cárcel, ha apuntado a que no se deshizo de la ropa de Diana hasta la mañana siguiente, cuando se desplazó hasta "un contenedor cerca de un desguace". No ha sabido explicar por qué sí tiró al pozo el bolso de la chica. Tampoco por qué cuando la encontraron, había una brida envolviendo el pelo de Diana, a la altura de cuello. Los investigadores sostienen que la estranguló con ella.

El Chicle ha descrito la nave donde ocultó el cadáver de la joven tratando de alejar la imagen de "lugar apartado e idóneo para una violación que  ha dibujado la acusación. Ha dicho no recordar si allí había más bloques como los que le ayudaron a lastrar el cuerpo de Diana, pero sí que "no había ninguna cama, no sé si algún sofá"

Irónico y chulesco

A lo largo de una hora y cuarto, Abuín ha sorteado las preguntas de todas las partes tranquilo, incluso con alguna respuesta en tono irónico y chulesco cuando el abogado de la acusación le ha preguntado por qué las pesquisas apuntan a que intentó desbloquear el teléfono móvil de Diana hasta en seis ocasiones antes de lanzarlo a la ría: "Habría que preguntar a un informático". Tampoco ha vacilado cuando este le ha preguntado si le gustan las mujeres altas, morenas y guapas, en clara alusión a Diana: "De todo tipo, como a todo el mundo". 

Solo se ha mostrado algo inseguro cuando le han mencionado a su mujer, Rosario. La fiscal ha recordado cómo la usó, a ella y a sus cuñados, para "crearse una coartada" que lo descartara como sospechoso ante los investigadores: "Le pedi a mi mujer que como estaban muy encima le dije que dijera que aquella noche estaba conmigo", ha reconocido visiblemente emocionado. 

También serio y con voz temblorosa ha recordado el momento en que derrotó ante los guardias civiles a los que tuvo en jaque durante 16 meses y desveló el paradero del cadáver de Diana: "Me decían vas a ver salir a tu mujer esposada y a tu hija no la vas a ver más. Decidí decir dónde estaba el cuerpo a cambio de que mi mujer, que estaba detenida, se fuera a casa, en libertad".