En Sentinel del Norte

"Dios, no quiero morir": lo último que escribió el misionero asesinado por aborígenes

John Allen Chau, de 27 años, se aventuró a la isla prohibida sabiendo el peligro que corría

John Chau, de 27 años, en una de sus últimas fotografías

John Chau, de 27 años, en una de sus últimas fotografías / .

El Periódico

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El misionero estadounidense John Allen Chau murió el pasado 16 de noviembre en la isla india del archipiélago de Andamán de Sentinel del Norte. Fue alcanzado por flechas que le lanzaron aborígenes de una de las tribus más aisladas del mundo. El joven de 27 años había llegado a la recóndita isla de la India con el objetivo de evangelizar y convertirlos al cristianismo y sabía que podía fallecer en su misión.

Los aborígenes que le mataton han vivido aislados desde hace siglos y se caracterizan por comportamientos hostiles hacia cualquier presencia ajena a su entorno. Por esta razón, la isla Sentinel del Norte está restringida para turistas y visitantes por las leyes indias.

El diario en que Chau relató sus últimas vivencias hasta su encuentro con la tribu fue compartido por su madre al Washington Post.

"Mi nombre es John. ¡Los quiero y Jesús los ama (...) Aquí tienen un poco de pescado!", clamó John Allen Chau a dos aborígenes armados cuando se acercó por primera vez a la isla Sentinel del Norte, la víspera de su muerte. La respuesta de los isleños llegó en forma de flecha, que acabó en su Biblia. Chau se puso a correr y llegó nadando hasta el barco de pescadores que lo había traído. Así lo explican medios locales, al parecer, de notas extraídas de su diario imposibles de verificar, detalla la agencia AFP. 

La última nota

El día siguiente, el fatídico 16 de noviembre, escribió: "Ustedes podrían pensar que estoy loco por todo esto, pero creo que vale la pena declarar a Jesús a estas personas. Dios, no quiero morir", escribió en una última nota a su familia  poco antes de dejar el bote de pesca y entrar en contacto con los miembros de la tribu. Su arriesgada decisión le costó la vida.

Al bajar, y tras ofrecer el joven a la tribu pescado y otros regalos, los aborígenes lo mataron a flechazos y lo enterraron en la playa. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente por las autoridades, y las siete personas que lo acompañaron han sido detenidas por "llevar a Chau hacia la muerte", según la policía de Andamán. “Los pescadores que estaban en el bote vieron que una flecha lo golpeó. Más tarde dijeron que se lo llevaron dentro [de la isla] y lo enterraron” ha afirmado Denis Giles, activista por los derechos de las tribus y periodista en la zona.

El diario de este aventurero, cuya cuenta en Instagram está repleta de imágenes de sus viajes, revela que estuvo preparando este proyecto desde hacía tiempo, en secreto y “en nombre de Dios”.

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