Cronología de la agitada mañana en Sants y Atocha por un falso explosivo

La estación de Sants, en Barcelona, y la de Atocha, en Madrid, han vivido unas primeras horas de miércoles muy agitadas a raíz de la alarma policial por un paquete sospechoso. Ambos recintos han sido desalojados ante la posibilidad de que un pasajero hubiera accedido al tren llevando un artefacto explosivo. Finalmente, tras efectuar los controles e investigaciones pertinentes, los Mossos d'Esquadra y el Cuerpo Nacional de Policía han comunicado que todo se trataba de una falsa alarma.

La secuencia de los hechos

• Antes de las ocho de la mañana los equipos de seguridad de ADIF han detectado por escáner un objeto en Sants que tenía la forma de un posible artefacto explosivo dentro de una maleta. Algunas fuentes han apuntado que lo llevaba una mujer y que tenía forma de granada. El pasajero, no obstante, ha podido seguir adelante.

La dueña de la hebilla con forma de granada hizo el trayecto Sants-Atocha ajena al revuelo

• Acto seguido ADIF ha informado a los Mossos d'Esquadra de las sospechas de un posible artefacto explosivo. A las 8.21 Adif y Renfe han informado de la interrupción del servicio en Sants. Los Mossos han desalojado dos trenes de las vías 3 y 4 del AVE y han activado los TEDAX para llevar a cabo las comprobaciones pertinentes.

• A las 9.10 horas, tras llevarse a cabo todos los controles necesarios, la circulación de trenes del AVE ha quedado restablecida parcialmente en Sants, aunque los trenes circulaban con retrasos de 30 minutos de media. Las colas en la estación se han hecho enormes.

• Hacia las diez de la mañana, con la circulación empezando a normalizarse en Sants, la tensión se ha trasladado a Atocha. La policía ha querido comprobarlo todo y, ante la posibilidad de que el pasajero sospechoso hubiera cogido un tren anterior a los investigados, se ha decidido desalojar la estación madrileña por seguridad.

• Hacia las 10.30 horas tanto los Mossos como la Policía Nacional han informado de que se trataba de una falsa alarma. Todo era culpa de la hebilla de un cinturón con forma de granada. Queda ahora por dilucidar si ha fallado algo en los mecanismos de control.