Feminicidio en Tamaulipas

Comienza el juicio por el asesinato de la española Pilar Garrido en México

La mujer fue asesinada el año pasado y la fiscalía acusó a su esposo Jorge Fernández, de ser el autor de este crimen

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En el inicio del juicio contra Jorge Fernández, acusado por el asesinato de la española Pilar Garrido, ocurrido a mediados de 2017 en el estado de Tamaulipas, México, los policías que encontraron el cadáver aseguraron que no tenía ningún hueso roto, lo que podría contradecir la versión de la Procuraduría General de Justicia (PGJ).

Según explicó el inspector de la Policía Federal, Francisco Javier Iglesias, “no se veía ningún hueso roto o marcas" durante la presentación de su testimonio en el estrado y aunque aseguró que “no era perito”, hizo esta declaración en el primer día de juicio contra Fernández, acusado de feminicidio por el asesinato de su mujer, quien desapareció el 2 de julio del 2017 y sus restos fueron hallados en un lugar cercano el 26 de julio.

Según el esposo, Pilar Garrido de 34 años y de origen valenciano, fue secuestrada por hombres armados mientras regresaba en coche de pasar unos días en la playa. Pero el caso dio un vuelco cuando la Fiscalía estatal detuvo a Fernández y lo acusó de haber matado a Garrido por "asfixia mecánica por estrangulamiento", lo que conllevaría la fractura del hueso hioides, ubicado en la zona cervical.

Estas declaraciones del podrían ser determinantes, ya que para el defensor particular de Fernández, Martín Lozano, "aquí no hay fractura de los huesos y la misma Policía lo está contando. Pero lo más importante es que los médicos forenses y la parte científica de la misma fiscalía no determinaron ninguna fractura", afirmó.

Detalles del hallazgo del cadáver

A lo largo de su declaración, el policía federal dio más detalles del hallazgo del cadáver de Garrido y aseguró que los restos de la mujer aparecieron en un camino sin pavimentar durante un rastreo a unos 20 metros de la vía principal.

En un primer momento, detectaron una mancha en el suelo y un olor propios de un cuerpo en descomposición, así como restos óseos y ropa. "Uno metros más adelante se encontró un cráneo", indicó el agente, que especificó que no se encontró sangre.

El cuerpo se encontró en un avanzado estado de descomposición fruto "no del tiempo", sino de la "fauna", pues en este paraje se llega a altas temperaturas en verano y hay habitualmente animales carroñeros, dijo el testigo.

En esta misma área, también se encontró una zona con restos quemados, que atribuyeron a "métodos que se sabe que usa la delincuencia organizada" para deshacerse de los cadáveres.

Contradicciones en las declaraciones

De acuerdo con este policía y con el suboficial de la Policía Federal Rogelio Santos, el cuerpo se encontró en el kilómetro 55 de la carretera Ciudad Victoria-Soto la Marina, pero explicó que se usó un método especial para señalar este lugar por falta de señales indicativas en la vía.

Sin embargo, este dato es contradictorio, aseguró el abogado Martín Lozano, ya que "los policías que hicieron el supuesto descubrimiento del hallazgo no pueden precisar el kilómetro. Si es el kilómetro 55 o si está a 55 kilómetros de la ciudad capital. No es lo mismo, y demuestra que hay muchas fallas".

Iglesias también explicó que realizó varias entrevistas. Entre estas a una "mujer con identidad reservada" que supuestamente conocía a Garrido y denunció que tenía mala relación con sus suegros y además se quería ir de México.

Mala relación de pareja

Además relató que en un evento en una fiesta en la que, según su versión, Pilar Garrido tiró un refresco y su esposo la llamó "pendeja" e "idiota". Cuestionado por la defensa, este mismo policía reconoció luego que no se pudieron verificar los malos tratos. "Se buscó, pero no se encontró a otro testigo", agregó.

Finalmente, el agente de seguridad relató un episodio que vivió con los padres de Jorge Fernández, en el que estos se negaron a recibirlo en su casa y se pusieron "muy agresivos". Pero Adriana González, madre del imputado, justificó su accionar ya que Iglesias "llegó empistolado, con prepotencia y sin identificación", contestó.

Un tribunal conformado por tres jueces decidirá en aproximadamente un mes, luego de que fiscalía y defensa presenten en total unas setenta pruebas, si Fernández es inocente o culpable de feminicidio, con pena máxima de hasta 50 años de prisión.