Fue captada por internet cuando era menor de edad

El padre de la española Patricia Aguilar rescata a su hija de una secta en Perú

Patricia Aguilar con su bebé, en el poblado peruano donde la han rescatado.

Patricia Aguilar con su bebé, en el poblado peruano donde la han rescatado. / periodico

Vanesa Lozano / Luis Rendueles

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El padre de Patricia Aguilar ha conseguido localizar a su hija tras un año y medio desaparecida. Alberto viajó a Perú el pasado 9 de junio y desde entonces consiguió impulsar la investigación abierta en ese país por la Fiscalía de Trata de Personas contra Félix Steven Manrique, el gurú de un "grupo gnóstico" que, según denunció la familia de la joven en el juzgado, captó a su hija a través de internet cuando todavía era menor de edad y la convenció para dejar su casa de Elche (Alicante) el 7 de enero de 2017 y seguirle a Lima tras cumplir 18 años.

La policía peruana ha detenido este miércoles a Manrique en una casa de campo ubicada en la selva de San Martín de Pangoa, a casi 500 kilómetros de donde se vio a Patricia por última vez, según ha podido saber EL PERIÓDICO. Junto a él estaban otras dos mujeres peruanas y sus hijos, menores de edad, cuyos familiares también habían denunciado su desaparición. Los agentes localizaron a Patricia a una hora de distancia, en otra casa. Allí cuidaba de los hijos de esas mujeres y también de un bebé, su hija, que nació el 28 de mayo. El padre de Patricia acaba de enterarse de que tiene una nieta.

Teorías apocalípticas

La chica pasaba por un "momento de vulnerabilidad" tras la muerte de un familiar cuando se marchó de casa. Sus padres, Alberto Aguilar y Rosa Poveda, descubrieron que había viajado a Perú y consiguieron ubicarla junto a Manrique, un hombre de 34 años al que había conocido por internet cuando ella todavía tenía 16 años, como destapó la revista 'Interviú'.

Según averiguó el entorno de la joven española, Manrique se hace llamar Príncipe Gurdjieff, predica teorías apocalípticas en varias páginas de internet, en las que también ofrece ayuda espiritual, "alojamiento y regalos" e incluso retoques estéticos a chicas jóvenes "que quieran cambiar de vida y mudarse" con él para vivir en Lima. A cambio, según asegura en uno de esos anuncios, ellas deben estar dispuestas a mantener relaciones.

Con la ayuda de SOS Desaparecidos

La familia de Patricia y la abogada de SOS Desaparecidos, Maite Rojas, consiguieron que un juzgado de Elche abriera diligencias contra el gurú tras presentar pruebas de que pudo "captar" a la joven cuando aún era aún menor de edad. Es el único resquicio legal que tienen para tratar de recuperarla, porque el Código Penal español no reconoce como delito el abuso de debilidad ejercido por grupos coercitivos, pero la investigación se enquistó a la espera de un informe de Interpol que nunca llegó. Por eso, el padre decidió intentar recuperar a su hija en Perú, donde ya viajó una primera vez el pasado enero para conocer a las familias de otras desaparecidas a quienes sus familiares también situaban con Manrique.

El padre de Patricia acaba de enterarse de que tiene una nieta. Cuando la policía la encontró, cuidaba de varios niños y un bebé

Con la detención de Manrique se abre un horizonte esperanzador pero complicado para la familia de Patricia, que reconoce que ahora queda un largo camino que recorrer con la chica: "Después de tanto tiempo en el grupo está totalmente anulada, es otra persona. La hemos rescatado, pero no la hemos recuperado, el daño ya está hecho", asegura la prima de Patricia y portavoz de la familia, Noelia Bru. Junto a los padres de la joven, ella ha luchado desde el primer día para que la chica vuelva.

En febrero del año pasado, Patricia, que ya tiene 19 años, aseguró que estaba en Perú "voluntariamente" y no pertenecía a ninguna secta. Así lo comunicó al consulado español en Lima, donde se presentó acompañada de Manrique. Un funcionario les tomó declaración a ambos.

En junio, Patricia y Manrique concedieron entrevistas a varios medios de comunicación españoles y peruanos. Desde entonces, ni la familia de la chica ni las autoridades de Perú conocían su paradero. Varios testigos la situaron durante un tiempo viviendo en un piso de Lima, junto a Manrique y otras mujeres "sumisas" a él.

"Dopada" y en mal estado

En este año y medio sin Patricia, las noticias que llegaban desde Perú eran cada vez más preocupantes. La tripulación de un vuelo que hacía la ruta entre Lima y Santiago de Chile hace unos meses avisó a Interpol de que la chica iba a bordo con Manrique y parecía estar "dopada" y en mal estado. Poco después, el juzgado de Elche recibió el testimonio de varias ex seguidoras de Manrique, que alertaban de que el peruano obligaba a sus seguidoras a tomar ayahuasca (una sustancia alucinógena) y a realizar otras prácticas de riesgo. Una de ellas contó que Manrique aseguraba que era "uno de los siete reyes de la creación" y Dios le había encargado "crear un nuevo mundo" junto a varias esposas cuando este llegara a su fin.  

El pasado octubre, la Ertzaintza averiguó, gracias a la familia de Patricia, que Manrique había intentado "reclutar" por internet a otra chica española, de 16 años, que vive en Guipúzcoa. Las pesquisas revelaron que la menor iba a seguir los pasos de Patricia, quería convertirse en otra de las esposas del Príncipe Gurdjieff y repoblar el mundo con él tras el apocalipsis. Una denuncia a tiempo lo evitó.