Juicio en Barcelona

Un hombre violaba repetidamente a su hija y a otras dos menores simulando un ritual sexual

El acusado afronta 45 años en el juicio que ha empezado hoy, y su mujer, que lo consentía, 27

Recurso juez

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El Periódico

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Un hombre afronta una pena de 45 años de cárcel por violar a tres menores, entre ellas su hija, simulando rituales sexuales para ahuyentar a "espíritus malignos de su interior", mientras que la fiscal también solicita una pena de 27 años para su mujer, acusada de ser cómplice por no impedirlo.

La sección segunda de la Audiencia de Barcelona ha iniciado este jueves el juicio contra un hombre acusado de violar a su hija y a dos amigas suyas, de 15 años en el momento de los hechos, a las que convenció de que veía espíritus y a las que obligó a mantener relaciones sexuales para sacar a "los malignos de su interior" y para evitar que a sus familiares les sucedieran "cosas malas" .

En el juicio, que concluirá mañana, el matrimonio acusado se ha acogido a su derecho a no declarar ante el tribunal y su hija también ha decidido invocar su derecho a no responder a las preguntas de las partes, debido a que los acusados eran sus padres.

A pesar de ello, la hija realizó una denuncia, junto a las otras dos víctimas, en la que aseguró que entre septiembre del 2012 y verano del 2013 "mantuvo relaciones sexuales con su padre al menos dos veces por semana", según recoge el escrito de la Fiscalía.

La ficticia "orden de Odín"

Cuando la hija se negaba a realizar los "rituales", el acusado le decía que "el negocio familiar iría mal" y nunca conseguiría entrar en la "orden de Odín", una orden que él mismo inventó.

Según ha declarado la segunda víctima, la hija del matrimonio, que era su "mejor amiga", la convenció de que viniera a su casa a realizar un ritual de ouija, asegurándole que esto la ayudaría a mejorar sus problemas familiares.

El primer día que la menor, de 15 años en aquel momento, fue a casa de su amiga realizó un ritual de ouija con ella y sus padres, y el acusado le aseguró que tenía un espíritu maligno dentro y que si no hacía un ritual sexual no se podría sanar.

Según ha relatado la víctima, al principio se negó pero su amiga, quien le dijo que también lo había hecho, le insistió hasta que el acusado la amenazó con que le podrían suceder "cosas malas" a su familia si no se sometía al ritual, por lo que acabó siendo agredida sexualmente durante seis meses.

El acusado, siguiendo la misma estrategia que con su hija, convenció a esta víctima para que trajera a una amiga que la ayudara a "sanar".

El hombre aseguró a la tercera menor que debía realizar el ritual sexual para curar a su amiga, que tenía un espíritu maligno y, ante su oposición, acabó amenazándola con accidentes o enfermedades que le podrían ocurrir a su familia si no accedía a mantener relaciones sexuales.

La mujer lo sabía todo

Las dos víctimas que han declarado hoy han asegurado que en la mayoría de ocasiones la mujer acusada se encontraba en el domicilio familiar en el que ocurrieron los hechos y que cuando acababan los supuestos rituales sexuales les preguntaba cómo había ido.

Las agresiones sexuales fueron denunciadas cuando el acusado instó a la tercera víctima a llevar a otra amiga, pero esta se negó rotundamente y una profesora, que presenció la conversación entre ambas, lo puso en conocimiento de la dirección del colegio.

Esta última testigo ha asegurado que la amiga que la intentó convencer "creía que le estaba haciendo un favor" y que todas estaban "engañadas, coaccionadas y con miedo".

Por todo ello, la fiscal solicita una pena de 45 años de cárcel para el acusado -15 años por cada delito de agresión sexual- y 27 años -9 años por cada delito- para la mujer acusada de ser cómplice, así como una indemnización de 50.000 euros para cada una de ellas.