Inversión y sostenibilidad: ahorros para un futuro mejor

La situación de inestabilidad vivida durante 2022, en pleno proceso de recuperación tras la crisis sanitaria, afectó a la gestión del patrimonio en España. Esto no frena a los ahorradores e inversores a seguir buscando herramientas útiles para obtener rentabilidad de forma efectiva, más bien todo lo contrario. Para alcanzar buenos resultados, los expertos sitúan como tendencia para 2023 los fondos respecto a los productos de renta fija, tanto a corto como a medio y largo plazo.

Una tendencia que se nota en que cada vez más inversores quieran contratar más productos de ahorro, animando a que una misma persona contrate varios tipos de fondos. Esto significa que aquellas personas que quieren sacar rentabilidad a su dinero, mantienen su confianza en los fondos como forma de canalizar el ahorro, tal y como destaca Luis Megías, Consejero delegado de BBVA Asset Management Europa. Esta es también una buena alternativa para ir construyendo poco a poco un patrimonio que les dé tranquilidad en el futuro.

Nuevos productos financieros

“Llevamos 29 meses consecutivos de entradas de dinero en la industria de fondos de inversión”, destaca Megías. Pero, para obtener buenos rendimientos del ahorro en una situación tan inestable como la actual, el experto recomienda una estrategia de lo que se denomina gestión activa por cuenta del cliente, donde el inversor decide cómo quiere distribuir sus ahorros, qué cantidad destina a renta fija o variable, en qué países o qué tipo de productos quieren para ello. Desde el sector inmobiliario hasta las materias primas, la oferta es amplia.

Hace ya tiempo que las entidades financieras han visto la necesidad de incluir la sostenibilidad y las buenas prácticas en sus políticas empresariales. Además, alinear las estrategias corporativas a los criterios EGS, (del inglés 'Enviromental, Social and Governance', es decir, ambiental, social y de gobernanza), permite desarrollar nuevos productos de ahorro que estén en línea con las demandas de la sociedad.

Según el Consejero delegado de BBVA AM Europa “introducir criterios no financieros, es decir, medioambientales, sociales y de buen gobierno corporativo a la hora de tomar las decisiones de inversión redundan, a largo plazo, en una mejora del binomio de rentabilidad y riesgo. Invertir con criterios sostenibles en el medio largo plazo tendrá un retorno positivo para los inversores”. Por este motivo, los productos relacionados con la sostenibilidad suponen una parte fundamental en la estrategia de la entidad.  

Ahorro con compromiso social

BBVA lleva años introduciendo criterios de sostenibilidad en sus políticas de inversión. Como ejemplo, ha creado un ranking interno para evaluar a las empresas bajo un punto de vista de sostenibilidad y tomar decisiones de inversión. Así, “aquellas compañías que no alcanzan un mínimo, directamente no invertimos en ellas”, comenta Megías.

A día de hoy, el número de ahorradores que no solo buscan obtener buenos resultados con sus inversiones, sino que también quieren trabajar con entidades comprometidas, no para de crecer. Y es que son conscientes de que toda actividad humana deja huella, y depende de cada persona que esa huella sea positiva.

 Por ello, como respuesta a esta búsqueda de una huella positiva, existen productos como BBVA futuro ISR que une sostenibilidad y solidaridad. Se trata del Fondo Solidario más grande de España (cuenta con 2.075 millones de euros), lo que da una pista del interés que tienen los inversores españoles en este tipo de productos que ofrecen una buena rentabilidad y un impacto positivo real en la sociedad.

Este fondo va asociado a una iniciativa anual de donación de un porcentaje de la comisión de gestión a iniciativas solidarias, y este año (es el quinto que se realiza) la donación ha sido de un millón de euros repartido entre 23 ONGs. Desde su lanzamiento, el fondo ha beneficiado a más de 300.000 personas.

Un buen año para invertir

“Las noticias son buenas” señala Megías, porque Estados Unidos ha evitado entrar en recesión y la inflación ha tocado techo. Esto significa que 2023 será un buen año para contratar productos de renta fija, que ofrecen mayor seguridad, y de renta variable que ayuden a los inversores más arriesgados a eliminar las consecuencias de la inflación a largo plazo. El objetivo es tener carteras diversificadas a 3 o 5 años que ayuden a pasar esta época de volatilidad del mercado.

En este contexto, la inversión sostenible es una de las mejores formas de canalizar una necesidad de ahorro a medio y largo plazo, y de apoyar a empresas responsables que buscan un cambio de la economía.