Los entresijos legales eternizan la guerra contra el plástico de un solo uso

Por Valentina Raffio (textos) y Ramon Curto (infografías)

El planeta está cada vez más inundado de plástico. La producción de estos materiales derivados del petróleo se ha multiplicado por dos en las últimas décadas y sigue aumentando a ritmos alarmantes.

España es uno de los países europeos que más plásticos consumen

Al menos el 40% de los plásticos son de envases de usar y tirar

Se estima que cada día los españoles consumen unos 51 millones de envases de bebidas de un solo uso

De estas, solo 20 millones se reciclan correctamente. Los 31 millones restantes acaban o arrojados en el suelo o vertidos en contenedores genéricos donde no se pueden reciclar

"Los plásticos de un solo uso se han convertido en una plaga sin precedentes", explica Julio Barea, miembro de Greenpeace España. "Hemos normalizado tanto su consumo que ya no pensamos en lo grave que es utilizar una cucharilla desechable durante unos segundos y después tirarla. En muchos casos, estos productos acaban arrojados en los océanos, donde tardan decenas sino cientos de años en degradarse", añade el responsable de campañas de la oenegé.

Para intentar frenar el alcance de esta crisis, en los últimos años instituciones de todo el mundo han iniciado una verdadera guerra contra los plásticos de un solo uso mediante la aprobación de todo tipo de tratados, compromisos y marcos normativos para acotar la producción y el consumo de estos productos. Al menos sobre el papel, estos acuerdos ya deberían haber reducido drásticamente la presencia de productos desechables. Pero en la práctica, según explican los expertos, la batalla para erradicar estos materiales está siendo más complicada de lo previsto. En gran parte, por los entresijos legales necesarios para desplegar estas medidas.

Tratados contra el plástico

Estas son las principales iniciativas legislativas que se han puesto en marcha en los últimos años para atajar este problema

Tratado mundial contra el plástico

En marzo de 2022, la asamblea de Naciones Unidas aprobó el primer acuerdo internacional contra la contaminación por plásticos. Este pacto, rubricado por 175 países, entre los que se incluye España, prevé la creación del primer instrumento internacional jurídicamente vinculante para reducir el impacto de este material.

Para finales de este año, los países deberán presentar sus planes para minimizar las consecuencias de estos productos durante todo su ciclo de vida. También se prevé la creación de mecanismos de cooperación internacional para reducir este tipo de polución.

Normativa europea

En los últimos años, Europa ha aprobado varias leyes para limitar el consumo de plásticos. En 2019, por ejemplo, se dio luz verde a una directiva para prohibir los plásticos de un solo uso como pajitas, platos o cubiertos desechables. En octubre de 2023, la Comisión Europea también aprobó una normativa que prohíbe la venta de purpurina así como de otros productos que contengan esferas de microplásticos.

En los próximos meses se espera la aprobación de una nueva directiva para limitar aún más los plásticos de un solo uso. En este caso, también se restringirá el uso de productos monodosis como, por ejemplo, los botecitos de aceite que se dispensan en los restaurantes o las botellas de champú que se ofrecen en los hoteles.

Legislación española

España, por su parte, en abril de 2022 aprobó una nueva ley de residuos en la que, entre otras cosas, se intenta poner coto a los plásticos de un solo uso. La normativa prohíbe la venta de productos desechables como pajitas, cubiertos o envases alimentarios de usar y tirar. También se prohíbe la venta de productos que contengan microesferas de plástico.

La normativa, aprobada hace casi dos años, incluye medidas de aplicación inmediata y otros objetivos a medio y largo plazo. El texto se propone acotar el uso de este material un 50% para 2026 y un 70% para 2030. "Vamos avanzando por el buen camino pero, en algunos puntos, el desarrollo legislativo y la implementación está siendo algo más lento de lo que nos gustaría. Estamos ante un cambio muy complejo y eso requiere tiempo", explican desde el Ministerio de Transición Ecológica.

Catalunya, por su parte, también quería aprobar una ley autonómica para reducir los plásticos pero de momento el texto sigue en el aire.

Estas son algunas de las batallas pendientes en la guerra contra los plásticos de un solo uso

Menos pajitas

La venta de productos desechables como pajitas y cubiertos de un solo uso está prohibida tanto por la normativa española como por la europea

En los últimos años, según explican los propios productores, el consumo de estos productos ha cambiado. Cada vez se compran menos pajitas de plástico y se apuesta más por alternativas de otros materiales. En el caso de los cubiertos, es cada vez más habitual la venta de productos elaborados a partir de materiales más sostenibles

Aun así, todavía queda un largo camino para erradicar del todo este tipo de productos desechables.

Bandejas plásticas para frutas y verduras

La ley de residuos española prohíbe el uso de bandejas de plástico para exponer frutas y verduras. Eso sí, con una excepción: aquellos productos extremadamente delicados que requieran un envoltorio protector

Tras la entrada en vigor de la ley, los legisladores se dieron un plazo de seis meses para elaborar la lista de frutas y verduras que sí podían comercializarse en envases de plástico. Asimismo, también se preveía dar seis meses más a los productores para adaptarse a estos cambios

En estos momentos, todavía no se ha aprobado la lista de frutas y verduras delicadas. "Hemos perdido más de un año de esta lucha", recalca Julio Barea, de Greenpeace. "Mientras, en los supermercados se siguen viendo imágenes tan sangrantes como mandarinas en bandejas de plástico y envueltas en papel film", añade.

Colillas

La ley española de residuos también reclama a las tabacaleras que se hagan cargo de los gastos de recogida y reciclaje de las colillas del tabaco, así como de las campañas de concienciación para reducir su impacto medioambiental

La normativa debía entrar en vigor en enero de 2023

Un año más tarde, según explican desde la Mesa del Tabaco, este punto de la normativa todavía está en fase de "desarrollo reglamentario" y, por el momento, todavía no hay nada pactado con la industria. Tampoco está claro cómo y cuándo se aplicará esta parte de la ley.

El fin de la purpurina

En octubre del año pasado, Europa prohibió la venta de purpurina y otros productos con microesferas de plástico. Esta normativa, a diferencia de las anteriores, es de aplicación inmediata por lo que no debe trasladarse a la legislación de cada país.

En teoría, desde el pasado mes de octubre está prohibida la venta y la introducción en el mercado de purpurina y productos que contengan microplásticos

Aunque, por el momento, todavía se permite la venta de los productos que ya estaban en el mercado hasta que acaben existencias.

¿Un mundo sin (tantos) plásticos?

Todas las normativas aprobadas hasta la fecha van en la misma dirección. Y es la de crear un mundo sin (tantos) plásticos. Esto pasa, en gran parte, por cambiar la filosofía del "usar y tirar" por circuitos más circulares y sostenibles. "Tenemos que deshacernos de la cultura del 'usar y tirar' y apostar por un modelo de consumo más sostenible. No hace falta renunciar a nada, ni cambiar radicalmente nuestro estilo de vida", explican Patricia Reina ToresanoFernando Gómez Soria, dos activistas que llevan más de siete años viviendo sin plásticos. "Hay quien piensa que renunciar al plástico supone un retroceso, cuando el verdadero fracaso es llenar bolsas y bolsas de basura con plásticos que solo se han usado una vez", añaden.

La guerra contra los plásticos todavía tiene muchas batallas por librar. En el caso español, más allá de las restricciones explícitas a los productos desechables, la normativa plantea otras medidas más estructurales como, por ejemplo, obligar a los grandes supermercados a disponer de zonas de venta a granel. O fomentar la producción de productos más sostenibles. O la mejora de los índices de reciclaje de productos. Según la normativa, estas políticas deberían desplegarse paulatinamente en los próximos años y estar del todo implantadas de cara a 2030. Por ahora, según reconocen los propios impulsores de esta ley, el despliegue avanza lento pero avanza.

Textos: Valentina Raffio
Diseño: Ramon Curto
Coordinación: Rafa Julve