65 mujeres han sido asesinadas en el año del 'se acabó', cuando han aumentado la violencia extrema y el negacionismo de los jóvenes. ¿Qué está pasando?

Iniciativas comunitarias como 'Vestits vermells', en Montcada i Reixac, hacen visible cada asesinato machista

Textos: Patricia Martín
Imágenes: Ferran Nadeu
Diseño e infografías: Andrea Zúniga

Vestido en homenaje a Buran, de 64 años, vecina de Jerez de la Frontera que fue descuartizada por un hombre con quien mantenía relaciones.

Vestido en homenaje a Buran, de 64 años, vecina de Jerez de la Frontera que fue descuartizada por un hombre con quien mantenía relaciones.

Vestido en homenaje a una mujer de nombre de desconocido de 79 años asesinada por su hijo en Reus.

Vestido en homenaje a una mujer de nombre de desconocido de 79 años asesinada por su hijo en Reus.

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Vestido en homenaje a Buran, de 64 años, vecina de Jerez de la Frontera que fue descuartizada por un hombre con quien mantenía relaciones.

Vestido en homenaje a Buran, de 64 años, vecina de Jerez de la Frontera que fue descuartizada por un hombre con quien mantenía relaciones.

Vestido en homenaje a una mujer de nombre de desconocido de 79 años asesinada por su hijo en Reus.

Vestido en homenaje a una mujer de nombre de desconocido de 79 años asesinada por su hijo en Reus.

Un año más, el 25-N, Día internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, hay que guardar demasiados minutos de silencio. Uno por cada una de las 52 mujeres asesinadas desde enero a manos de sus parejas o exparejas. Dos más que en todo el 2022, lo que rompe la tendencia a la baja conquistada en los últimos tres años. El ominoso cómputo también incluye los 13 feminicidios perpetrados fuera del ámbito afectivo en 2023.

Lo cierto es que se recrudece la violencia más grave, a la vez que crece el negacionismo. Casi se ha duplicado el porcentaje de chicos y chicas que creen que la violencia de género es “un invento ideológico”. Y eso que las jóvenes presentan la mayoría de las denuncias por violencia en pareja o sexual.
En medio de este negro panorama, hay noticias que invitan a la esperanza: un beso no consentido ya es considerado como una agresión sexual y el ‘Se acabó’ se ha erigido en el nuevo emblema feminista. ¿Cómo puede estar pasando todo a la vez?

En Montcada i Reixac, una iniciativa comunitaria visualiza el terror machista colgando un vestido rojo -ya sea en balcones, faloras o rejas- cada vez que se produce un feminicidio. En la acción participan distintos colectivos de la ciudad con el objetivo de señalar "una ausencia a través de una presencia" y de convertir las entidades en espacios seguros.

Asesinadas por sus parejas o exparejas

La cifra de asesinadas por sus parejas o exparejas en 2023 es la más alta -de enero a noviembre- desde 2019 y hace que este año sea uno de los más negros de la última década. Hay más dinero en la lucha contra la violencia machista. Hay más recursos. Se hacen más campañas y la llamada ‘cifra de la vergüenza’ no baja, lo que demuestra que la violencia de género es una raíz arraigada, con múltiples ramificaciones y muy difícil de extirpar. Desde 2003 han fallecido 1.237 mujeres, aunque cuando comenzó la estadística el recuento anual era aún más alto, de entorno a 70 feminicidios al año.

VIOLENCIA PSICOLÓGICA Y SEXUAL

Y las asesinadas son la punta del iceberg de una violencia que sufren, a manos de sus parejas o exparejas, casi el 30% de las mujeres, según la macroencuesta europea de 2022. La mayoría padecen violencia psicológica, que precisamente es la más normalizada y silenciada. También sucede con la violencia sexual, debido a que a que en el imaginario colectivo las violaciones las cometen desconocidos, que violan a sus víctimas en callejones oscuros, lo que hace que muchas mujeres no perciban como maltrato las coerciones que sufren en la cama.

ASESINATOS DE MADRES Y ABUELAS

La lucha del movimiento feminista ha empujado al anterior Gobierno a quitar parte de la alfombra que oculta las otras violencias. Para ello, ha iniciado una estadística pionera, que contabiliza los feminicidios que no ocurren en el ámbito de las relaciones sentimentales. El recuento ha permitido destapar que han fallecido 47 mujeres desde el 2022 (34 el año pasado y 13 este año). Y desmontar parte de la cultura de la violación. La mayoría no son jovencitas asesinadas por depredadores sexuales, sino madres o abuelas asesinadas por sus hijos o nietos.

Asesinadas por hombres que no son su pareja

AGRESORES DEL ENTORNO

En línea con lo anterior, la encuesta de Violencia de Género europea muestra que el 20% de las mujeres revelan que han sufrido algún tipo de violencia ejercida por un hombre que no es o ha sido su pareja. Siete de cada diez son agresores de su entorno, ya sean sus jefes, compañeros, vecinos, conocidos… El beso no consentido a Jenni Hermoso demuestra que el acoso sexual en el trabajo es una mancha que se extiende a todo tipo de organizaciones.

El caldo de cultivo de la violencia persiste, entre otras razones, porque las víctimas aún tienen miedo a denunciar. Pese a las múltiples campañas y al engranaje jurídico-policial, la tasa de denuncia es baja. Persiste la “dependencia económica, en los estratos más bajos, y la vergüenza, en las capas sociales más altas”, a lo que que hay que añadir el desconocimiento y la falta de redes de apoyo de las inmigrantes, o el sentimiento de culpa, el miedo al agresor o a no ser creídas, según enumera Pau Crespo, director del máster en intervención interdisciplinar de la Universidad de Valencia.

Víctimas en pareja que piden ayuda oficial

Víctimas fuera de pareja que piden ayuda oficial

LAS JÓVENES PIERDEN EL MIEDO

No obstante, las jóvenes están perdiendo ese miedo y son el colectivo que más denuncia. Pero se está dando una polarización. Mientras crece el porcentaje de chicos que justifica la violencia -dado que se está produciendo un efecto rebote, de rechazo al discurso feminista, siguiendo los postulados de Vox y del ejército de ‘fachatubers’- en las chicas prende el ‘Se acabó’. Y como la violencia machista “tiene como objetivo el control”, si ellas se rebelan, ellos “ejercen la violencia”, sentencia el exdelegado del Gobierno Miguel Lorente.

MAYORES Y SILENCIO

En el lado contrario, las mujeres más mayores son las que menos se acercan a la comisaría o los juzgados. En las estadísticas figuran como las que menos violencia sufren, pero eso no significa que no exista, sino que la padecen en silencio porque “fueron socializadas hace 40 o 50 años, donde dominaban los valores masculinos” y “tienen una gran dificultad para percibir la violencia como violencia y miedo al rechazo del entorno social si lo cuentan”, expone Crespo.

DISCAPACITADAS Y DEPENDIENTES

El Gobierno de coalición ha puesto en marcha gabinetes de crisis tras cada mes en el que se superan los cinco asesinatos. El análisis de estos crímenes ha desvelado que, al menos en los periodos en los que hay una concentración, la mayoría de las víctimas son vulnerables o están en riesgo de exclusión. Asimismo, la macroencuesta europea indica que las mujeres con discapacidad o dependencia sufren más violencia que el resto.

'EFECTO IMITACIÓN'

Al mismo tiempo, la concatenación de asesinatos tiene lugar en navidades y verano, lo que corrobora que existe un “factor estacional” y que la violencia se recrudece cuando las parejas afrontan dinámicas especiales. A esto se suma que los agresores “imitan conductas”, cuando ven que otros han asesinado, lo que “puede facilitar la reproducción”. Todo ello, sumado al “negacionismo” y a los “discursos de criminalización de los hombres” han generado un caldo de cultivo que, según Lorente, puede explicar el incremento de asesinatos.

FALLOS EN PROTECCIÓN Y PREVENCIÓN

Asimismo, el también forense cree que está habiendo fallos en la prevención, especialmente en el ámbito sanitario, al que suelen acudir todas las víctimas. Sin embargo, no se ha detectado un incremento de denuncias a partir de los partes de lesiones. Pau Crespo considera que “se ha puesto el foco en los asesinatos, la punta del iceberg, pero se ha descuidado la prevención y la educación sexual”, medidas que, a ojos de todos los expertos, conseguirían al fin atenuar las violencias.

Homenaje a Lida, 39 años, Cornellà de Llobregat. Asesinada por su pareja quien le asestó seis puñaladas en presencia del hijo de ambos.

Homenaje a Lida, 39 años, Cornellà de Llobregat. Asesinada por su pareja quien le asestó seis puñaladas en presencia del hijo de ambos.

Nicoleta María, 54 años, Castellón. Apuñalada con un cuchillo de cocina por su pareja.

Nicoleta María, 54 años, Castellón. Apuñalada con un cuchillo de cocina por su pareja.

Nombre desconocido, 71 años, Palamós. Asesinada a golpes por su pareja.

Nombre desconocido, 71 años, Palamós. Asesinada a golpes por su pareja.

Mª Carmen, 53 años, Alcalá de Henares. Estrangulada por un amigo con quien mantenía relaciones.

Mª Carmen, 53 años, Alcalá de Henares. Estrangulada por un amigo con quien mantenía relaciones.

Vestido en recuerdo de Sandra, 41 años, Val de Santo Domingo (Toledo). Murió atropellada por su pareja.

Vestido en recuerdo de Sandra, 41 años, Val de Santo Domingo (Toledo). Murió atropellada por su pareja.

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Homenaje a Lida, 39 años, Cornellà de Llobregat. Asesinada por su pareja quien le asestó seis puñaladas en presencia del hijo de ambos.

Homenaje a Lida, 39 años, Cornellà de Llobregat. Asesinada por su pareja quien le asestó seis puñaladas en presencia del hijo de ambos.

Nicoleta María, 54 años, Castellón. Apuñalada con un cuchillo de cocina por su pareja.

Nicoleta María, 54 años, Castellón. Apuñalada con un cuchillo de cocina por su pareja.

Nombre desconocido, 71 años, Palamós. Asesinada a golpes por su pareja.

Nombre desconocido, 71 años, Palamós. Asesinada a golpes por su pareja.

Mª Carmen, 53 años, Alcalá de Henares. Estrangulada por un amigo con quien mantenía relaciones.

Mª Carmen, 53 años, Alcalá de Henares. Estrangulada por un amigo con quien mantenía relaciones.

Vestido en recuerdo de Sandra, 41 años, Val de Santo Domingo (Toledo). Murió atropellada por su pareja.

Vestido en recuerdo de Sandra, 41 años, Val de Santo Domingo (Toledo). Murió atropellada por su pareja.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos: Patricia Martín
Imágenes: Ferran Nadeu
Diseño e infografías: Andrea Zúniga
Coordinación: Rafa Julve