De emigrar desde Europa a recibir inmigrantes por la ruta del Mediterráneo

Por Irene Savio/ Diseño: Andrea Zúniga

Durante gran parte del siglo 20, los países europeos del Mediterráneo fueron exportadores de inmigrantes. Ahora son importadores. Y el mayor grupo de inmigrantes que llegan en pateras por el Mare Nostrum procede de África, especialmente de los países del norte del continente africano (en particular, Marruecos, Túnez, Egipto), y también de África central, occidental y oriental. Este fenómeno comenzó a manifestarse a partir de los años noventa del siglo pasado, se disparó hace unos diez años, y ha continuado repitiéndose desde entonces, según también ha constatado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La tendencia ha estado acompañada por un cambio hacia políticas migratorias mucho más restrictivas dentro de la Unión Europea (UE), en lo que respecta a las normativas de ingreso y estancia de los inmigrantes en Europa. De ahí también la expresión "Fortaleza Europa". Así el Mediterráneo, desde tiempos inmemoriales puerta de África a Europa, también se ha convertido en un mar de muerte. Según una estimación conservadora de la OIM, más de 27.700 migrantes han desaparecido en el agua desde 2014, año en que se comenzó a contabilizar. El dato real, según diversas fuentes, se desconoce, pero es, con toda probabilidad, mucho más alto.

La ruta más mortal es la del Mediterráneo central, la que lleva a Italia, que es también la más transitada y se ha cobrado al menos 17.000 vidas. Le sigue el flujo hacia Grecia y España. En este último país, la inmigración irregular aumentó considerablemente a partir de 1991 como resultado de la introducción de visados para marroquíes y tunecinos, medida vinculada a la entrada de España en el espacio Schengen. Las vallas de Ceuta y Melilla, como las conocemos hoy, erigidas a partir del gobierno de José María Aznar a finales de los años noventa, también coinciden con este fenómeno.

En Grecia, las llegadas se desplomaron después de la implementación del controvertido acuerdo entre la UE y Turquía de 2016. Este acuerdo, antecedido por pactos similares hechos por Silvio Berlusconi con la Libia de Muammar Gadafi, y basado en gran medida en la entrega de fondos para frenar los flujos, también ha servido de modelo para pactos más recientes de la UE con otros países, como Túnez. 

Y en los próximos 45 años...

'La guerra de los migrantes (que necesitamos)', artículo de Rafael Vilasanjuan

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos:
Irene Savio
Diseño e ilustraciones:
Andrea Zúniga
Coordinación:
Rafa Julve, Ricard Gràcia y Iosu de la Torre