El zoo de los dobles empieza a crecer

Por Michele Catanzaro
Diseño: Andrea Zúniga

La oveja Dolly, el primer mamífero clonado en 1996, es el resultado de un camino que empezó en 1938, cuando el biólogo alemán Hans Spemann tuvo la primera intuición de cómo se podría duplicar un ser vivo. 

Un clon es una copia genéticamente idéntica de cualquier entidad biológica, desde células individuales, hasta tejidos u organismos enteros. En la naturaleza, la reproducción asexuada de plantas y bacterias es una forma de clonación natural. Y los gemelos idénticos genéticamente son clones el uno del otro. El caso de los gemelos demuestra que dos organismos clonados no tienen por qué ser idénticos en todos los aspectos. 

La clonación artificial puede reproducir genes individuales (clonación genética) o tejidos enteros, pensados para reemplazar otros tejidos dañados o enfermos (clonación terapéutica). Sin embargo, el tipo de clonación que más ha llamado la atención es la de animales enteros (clonación reproductiva).

Esta empieza sacando del animal que se quiere clonar una célula somática, como puede ser una de la piel. Luego se saca de una hembra de la misma especie un ovocito, que se vacía de su ADN. El siguiente paso es insertar el ADN de la célula somática en el ovocito. Eso da lugar a un embrión que se trasfiere del tubo de ensayo a una hembra de la especie, que da a la luz el clon.

La técnica se empleó por primera vez con éxito en 1952 en renacuajos. Pero no fue hasta 1996 cuando se consiguió clonar de esa forma un mamífero: la oveja Dolly. A partir de entonces, las especies clonadas se han multiplicado: ratones, gatos, perros, vacas, cabras, conejos, etcétera.

Hasta hoy, no hay constancia de ninguna clonación humana, aunque la empresa Clonaid, vinculada con una secta, alega que ha duplicado secretamente hasta 12 seres humanos. La clonación de primates es técnicamente más complicada que la de otros mamíferos y en 1998 el Parlamento Europeo la prohibió en Europa. 

Al contrario, la clonación de animales es considerada legal en la ganadería en EEUU, pero sigue siendo muy cara. La clonación de animales se ha ensayado también para mantener con vida especies amenazadas, como el gaur o el muflón, pero sin mucho éxito. 

De momento, tampoco hay muchos resultados de la clonación terapéutica. Esta estrategia consiste en crear un embrión clonado, con el objetivo de sacar de ello células madre, para crecer tejidos que reemplacen a otros dañados o enfermos. Sin embargo, el descubrimiento de las células madre inducidas (o sea reprogramadas a partir de células adultas) permitiría en principio conseguir lo mismo sin necesidad de clonar un embrión.

Y en los próximos 45 años...

Miguel García-Sancho, historiador de la ciencia: "La clonación a gran escala sería imposible"

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos:
Michele Catanzaro
Diseño e ilustraciones:
Andrea Zúniga
Coordinación:
Rafa Julve, Ricard Gràcia y Iosu de la Torre