Las 5 tareas pendientes y las 4 mejoras que nos deja el covid

Por Patricia Martín

La llegada del covid provocó que la sociedad y las instituciones tomaran conciencia de la importancia de invertir en los sistemas sanitarios. En los primeros meses se actuó como se pudo, sin apenas material de aislamiento y dejando de lado el resto de enfermedades. Pero, pasadas las primeras semanas, llegó el momento de las promesas, de los compromisos destinados a reforzar el sistema sanitario. Se creó una comisión de reconstrucción en el Congreso que dio una serie de pautas. Y en las reuniones semanales del Consejo Interterritorial se han discutido planes, refuerzos y estrategias.

Pero... ¿En qué se ha traducido todos aquellos buenos propósitos? Aquí resumimos las mejoras que ha experimentado el sistema de salud, los asuntos que aún están pendientes y aquellos han avanzado pero no lo suficiente, según el diagnóstico de varios especialistas.

Los males endémicos de la atención primaria

Uno de los problemas que persisten y que no se han solucionado por más que se haya aprobado un plan de acción para la Atención Primaria ha sido el colapso que sufren los centros de salud. Depende de la autonomía, pero el último barómetro indica que el 75% de los pacientes espera más de 8 días para ser atendido. “El plan de la Atención Primaria ni está ni se le espera”, concluye Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).

Creación de la Agencia de Salud Pública

El covid ha favorecido la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública, que era una tarea pendiente desde 2011 , aunque solo se ha dado el primer paso con la aprobación de un proyecto de ley. Será el organismo encargado de proponer medidas que mejoren la salud de la población y la respuesta ante las amenazas. “Habrá que ver si tiene la financiación y las estructuras suficientes para asumir los retos”, avisa Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública.

Aumento de las listas de espera

Las listas de espera es otro de los problemas estructurales del sistema. El último informe de Sanidad, de diciembre de 2021, refleja un empeoramiento casi generalizado con respecto a la situación a finales de junio 2021, tanto en espera quirúrgica como para ir al especialista. En junio de 2020, en plena primera oleada de covid, había 691.508 pacientes en espera quirúrgica, cifra que (con altibajos) se incrementó un 2,2% a finales de 2021, hasta alcanzar el máximo histórico de 706.740.

'Stock' de material sanitario y vacunas

La pandemia pilló al sistema desprevenido. Los hospitales colapsaron y fue necesario encerrar a toda la población en sus casas para bajar la transmisión, ante la falta de material de contención. No había mascarillas ni equipos de protección suficientes en los centros sanitarios ni para el resto de la población. Afortunadamente, ahora ya hay un 'stock' de material gracias al fondo de contingencia. Además, el rápido desarrollo de vacunas eficaces contra el virus y la campaña de inmunización española son otros de los grandes hitos.

Incremento del gasto farmacéutico

Entre 2014 y 2021 se ha incrementado el gasto farmacéutico el 40%, lo que implica que la inversión en medicinas "se come una parte cada vez más grande del presupuesto sanitario", según Sánchez Bayle. El motivo es que los precios de algunos medicamentos acordados con las farmacéuticas "son disparatados", que hay un "escaso control" y que se receta en exceso ante problemas que podrían ser solucionados con terapias o una adecuada atención.

El plan de salud mental y contra los suicidios

El covid ha traído consigo una segunda epidemia: la de las enfermedades mentales. Esto ha provocado que las autoridades reaccionen y que se haya aprobado el plan de salud mental, dotado de una partida de 100 millones de euros y que tiene un capítulo destinado a prevenir el suicidio, que incluye la creación del teléfono 024. Este servicio ha atendido a más de 34.000 llamadas en los cuatro primeros meses.

No existe una hoja de ruta con prioridades

El problema de actuar a base de planes es que su contenido es "positivo pero falta financiación", según el portavoz de FADSP. A este problema se suma que "no hay una hoja de ruta de prioridades destinada a mejorar la salud", según Ildefonso Hernández. La salud se genera fuera del sistema sanitario, pero "no existen medidas que den respuesta al cambio climático o que estén destinadas a mejorar el entorno social, laboral o físico donde se producen los problemas de salud", concluye. Y pone un ejemplo: el plan antitabaquismo está paralizado.

Inversiones tecnológicas y digitales

Gracias a los fondos europeos y al aumento presupuestario, el Gobierno ha autorizado la distribución de casi 400 millones de euros para la adquisición de equipos de alta tecnología, entre ellos 81 aceleradores lineales para tratamientos contra el cáncer. Además, se ha aprobado la estrategia de salud digital, dotada de 700 millones, y la red estatal de vigilancia en salud pública, que gracias a las tecnologías digitales prevé incrementar la disponibilidad de datos sobre enfermedades.

La gestión del personal sigue obsoleta

Pese a las inversiones en tecnologías, la gestión en personal sigue estando obsoleta. Varía mucho de un hospital a otro, pero, en términos generales, los servicios públicos "no pueden incentivar a los profesionales o deshacerse de los que no funcionan". "Ni se incentiva ni se premia a los excelentes y la gente se acaba quemando", ejemplifica el catedrático en salud pública.

El personal aumenta, pero no lo suficiente

Desde 2018 se han incrementado las plazas MIR y las de otras formaciones sanitarias especializadas un 38%, dentro de las cuales se han creado las primeras vacantes para psiquiatría infantil y juvenil. Y se ha aprobado un decreto para estabilizar a 67.300 sanitarios. Sin embargo, el incremento de plazas es insuficiente para cubrir las jubilaciones y "tampoco hay un diseño para dar cobertura a las necesidades a medio plazo", según Ildefonso Hernández. Además, la ley que prevé corregir el déficit histórico de enfermeras sigue varada.

Faltan datos y recursos para el rastreo

El covid ha mejorado el sistema de recogida de datos, que ahora puede albergar miles de casos, pero la viruela del mono ha puesto de manifiesto que aún persisten las dificultades para rastrear los contactos de un infectado. "La información es mejorable. Faltan epidemiólogos que trabajen sobre el terreno, enfermeras de salud pública y traductores o mediadores", señala el epidemiólogo Joan Caylà.

Continúan las privatizaciones

El Gobierno ha aprobado un proyecto de ley destinado a "blindar la sanidad pública". Pero permite "fórmulas de gestión indirecta de forma excepcional", lo que, según Podemos, deja la puerta abierta a que continúen las privatizaciones en un contexto en el que algunas autonomías, especialmente la de Madrid, han aprovechado el covid para "profundizar en la deriva privatizadora", según un estudio de la FADSP. Además, el colapso del sistema ha favorecido el aumento de afiliados de las mutuas privadas.