Ojo con los
chapuzones

Consejos para evitar
partirte la vida cuando
saltas al agua

En un muelle. En unas rocas. En una zona donde dice prohibido bañarse. En un lago. En un río. En una piscina. Vas a saltar de cabeza al agua. No conoces la profundidad, pero el reto te parece divertido. Te tiras. Y desde bien alto. Tu cuello impacta con el fondo. O con una roca o una rama. La fractura de las cervicales empuja las vértebras y tu columna se comprime. El resultado es una lesión medular que te mata o te deja en una silla de ruedas el resto de tu vida. No es un accidente de tráfico ni laboral. Aquí no hay seguro, así que prepara tu cuenta corriente -y la de tu familia- para afrontar tu nuevo estado. Y prepara también tu cerebro porque psicológicamente el impacto es igual de brutal.

Esto no una película de ficción. Es la vida real. Después de una zambullida imprudente te puedes quedar parapléjico (inmóvil desde la cintura) o tetrapléjico (inmóvil del cuello para abajo), como le pasó a Ramón Sampedro cuando tenía 25 años y cuya lucha por una muerte digna fue llevada al cine por Amenábar en 'Mar adentro'.

Cada año ingresan en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo -uno de los de referencia en España- entre siete y 10 personas por una lesión medular tras una zambullida imprudente. La mayoría son varones con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años. El año pasado ingresaron en ese centro seis hombres y una mujer. Sus edades, de 18 a 51 años. Sus territorios de origen: Alicante, Mallorca, Málaga, Almería, Sevilla, Badajoz y Bizcaia. Seis de ellos sufrieron tetraplejia, algo que se podía haber evitado con una actitud de prudencia y evitando dar ese fatídico salto al agua.

🔴 CONSEJO NÚMERO 1

Evita zonas desconocidas con profundidad dudosa.
La percepción de la distancia que hay hasta el fondo puede ser errónea.

🔴 CONSEJO NÚMERO 2

Evita las aguas turbias o con un caudal fuerte. La visibilidad del fondo puede ser engañosa.

🔴 CONSEJO NÚMERO 3

No te confíes nunca. Aún conociendo el lugar, el fondo puede haber cambiado. Una lluvia, una tormenta, el paso del tiempo pueden modificar el lecho marino o del río.

🔴 CONSEJO NÚMERO 4

Por eso es importante asegurarse de la profundidad del lugar aunque ya lo conozcas. Comprueba la distancia e incluso el material del fondo antes de tirarte.

Un año más, el centro sanitario de Toledo y la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) recuerdan a los bañistas -sobre todo a los más jóvenes- la importancia de ser prudentes. #NoTeJueguesElCuello es el lema de la campaña de este verano, que insiste en la necesidad de meterse en el agua lentamente. Si alguien se tira de golpe, siempre es mejor hacerlo de pie. Y si es de cabeza, que sea con los brazos extendidos para proteger el cuello y la cabeza.

"Ante la menor duda, no saltes"

"Jamás te tires desde un sitio que no conoces. No sabes qué profundidad tiene. Puede que la marea haya arrastrado piedras o ramas, o que el fondo haya cambiado de un día para otro. No estropees un divertido día de verano. Sé prudente y ten sentido común. Una zambullida así te cambia la vida de forma repentina y dramática. Es evitable", destaca el doctor Ángel Gil Agudo, jefe del servicio de rehabilitación del hospital de Toledo, donde acuden entre el 30% y el 40% de los lesionados medulares de toda España. El especialista destaca cómo, por ejemplo, en la playa San Sebastián, muy cerca del Peine de los Vientos, hay una zona donde un cartel prohíbe el baño. Hay gente que se tira igual. ¿Por qué? "Supongo que somos así", se desespera el médico.

A mayor altura del salto, mayor lesión medular. Esta puede ser completa o incompleta. En el primer caso, no se recupera nunca la movilidad

Cuando el impacto provoca una lesión medular completa, "se interrumpen los mensajes de ida y vuelta del cerebro al resto del cuerpo a través de la médula espinal, lo que se traduce en falta de movilidad y de sensibilidad, pérdida de funciones, como el control de los intestinos o la vejiga, espasmos o cambios en la función sexual, entre otros", añade el director médico del centro de Toledo, Juan Carlos Adau. 

Ante una zambullida así, lo primero que hay que hacer es -por difícil que parezca- mantener la calma. Después, sacar a la víctima del agua para que no se ahogue y ponerle boca arriba en una superficie rígida. "Es importante mover el cuerpo en bloque para que no se produzcan lesiones a nivel del cuello y no mover la columna. También hay que comprobar que puede respirar. Si no, hay que liberar su vía aérea", explica el doctor Gil Agudo.

🔴 CONSEJO NÚMERO 5

Ten visión directa con toda la trayectoria de la caída. Durante el descenso podrías golpearte con algún saliente si no te has fijado bien.

🔴 CONSEJO NÚMERO 6

Evita saltar si hay bañistas en la zona. Un golpe con otra persona tendría graves consecuencias para los dos

🔴 CONSEJO NÚMERO 7

Lánzate la primera vez de pie y flexiona las piernas en el agua. En caso de tocar fondo, el golpe será amortiguado.

🔴 CONSEJO NÚMERO 8

Si te tiras de cabeza, hazlo siempre con las manos por delante. Si tocas algún obstáculo, las manos te protegerán.

Nunca hay que trasladar a la víctima a un centro sanitario en un vehículo particular. Es mejor llamar al 112 y esperar. Si le cogen entre varios y le meten en un coche, se puede aumentar el desplazamiento entre vértebras y las lesiones incompletas pueden acabar siendo completas.

El especialista destaca que, una vez los pacientes ingresan en Toledo para la rehabilitación, el trabajo médico a realizar es integral porque las secuelas son tanto físicas como psicológicas. El tiempo medio de estancia en el centro suele ser de unos ocho meses. "La aceptación del nuevo estado es muy compleja. El impacto no solo se produce en la vida de la víctima sino de todo su entorno. La rehabilitación depende mucho del apoyo familiar. Además, no hay seguro que cubra estos accidentes y el impacto económico para afrontar la nueva vida también es muy duro", concluye el doctor Gil Agudo.

Textos: Olga Pereda
Ilustraciones: Ramon Curto
Coordinación. Rafa Julve