"Conciliar es
un derecho,
no un favor"

Lectoras y suscriptoras de EL PERIÓDICO relatan sus "malabares" para encajar la vida laboral y familiar

El 22% de las mujeres españolas han renunciado a todo o a parte de su trabajo durante 2021 para cuidar de sus hijos e hijas, según una encuesta del colectivo Malas Madres

En el 80% de las cuarentenas infantiles por covid han sido las mujeres las encargadas del cuidado de los niños

Al 37% de las mujeres les han denegado la posibilidad de hacer teletrabajo a pesar de realizar labores compatibles con el trabajo desde casa

Por Patricia Martín
Imágenes: Ferran Nadeu, Jordi Òtix, Jordi V. Pou, Elisenda Pons

La conciliación laboral y familiar, o más bien los problemas para conciliar, siguen entre los grandes retos pendientes en materia de igualdad. Es más, para muchas españolas es la gran tarea a resolver, dado que apenas hay ayudas o políticas públicas destinadas a favorecer la corresponsabilidad y la pandemia ha agravado la situación.

Aunque es un problema difícil de medir, datos del Observatorio social “La Caixa” indican que las mujeres dedican el doble de tiempo a actividades no remuneradas y esa jornada extra se incrementó en 16 horas durante el primer confinamiento. Por ello son las mujeres las que mayoritariamente (en un 90%) piden las excedencias, reducciones de jornada o flexibilidad horaria, lo que dificulta su trayectoria profesional y, por ende, su salario.

Además, Tener que hacer "malabares" y "sentir que no se llega a todo" genera una carga mental importante, según explican cinco lectoras o suscriptoras de EL PERIÓDICO, que cuentan sus dificultades para conciliar con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Una de esas mujeres es Judith Tristancho, que vive en Tordera, tiene 36 años y un niño de 17 meses. Tras su nacimiento, Judith, que es administrativa en un ayuntamiento, “alargó todo lo que pudo” la baja de maternidad, pero ni juntando el tiempo destinado a la lactancia y las vacaciones pudo estar de baja más de seis meses.

Y, como Judith no tiene la posibilidad de que los abuelos del niño se ocupen de él "tantas horas" como requiere un bebé mientras sus padres trabajan, optó por la solución a la que acuden muchas españolas: la reducción de jornada, aunque el "trabajo sigue siendo el mismo", lamenta, lo único que tiene que desempeñarlo en menos horas. Otra lectora, Natalia Guardino, lo resume así: "Parece que pides un favor a la empresa cuando realmente es un derecho".

Las mujeres dedican a las actividades no remuneradas el doble de tiempo que los hombres y la pandemia ha agravado la situación


Judith Tristancho ha tenido que pedir una reducción de jornada para cuidar a su bebé


Las lectoras y suscriptoras relatan que les genera un carga mental importante "sentir que no se llega a todo"


En la empresa de Natalia Guardino son "reticentes" a permitirle teletrabajar pese a que es administrativa

A Judith, la reducción horaria le resta más de 200 euros al mes de salario, por lo que “algunas salidas o regalos se han convertido en un extra” que ya no puede permitirse.

Otra de las soluciones que se han abierto paso durante la pandemia es el teletrabajo, pese a que trabajar y cuidar de uno o varios menores al mismo tiempo es una tarea compleja. Pero sería una tabla de salvación para muchas madres en días laborables que no hay colegio o en las cuarentenas por covid. Aun así, algunas empresas cierran la puerta. Es el caso de la ingeniería para la que trabaja Natalia, pese a que su trabajo como administrativa lo puede desempeñar desde casa. Su hijo, de 7 años, ha sufrido cuatro cuarentenas en un año y para teletrabajar en la última no le valió con la petición a su jefe directo, tuvo que ir "más arriba". "Son reticentes y ya me han dicho que he cubierto el cupo y que en futuras ocasiones me tendré que pedir vacaciones", denuncia.

Y los días de vacaciones no sobran cuando los colegios cierran casi dos meses y medio. "Para cuidar de mi hijo en verano tengo que hacer malabares, acumulo horas para tener más días libres", relata. Porque en su caso, los abuelos, la otra tabla de salvación de muchas familias, aún no están jubilados y no pueden ocuparse del niño todo el día. Y es que Natalia tuvo a su hijo con 21 años pero "sin ninguna ayuda económica" entiende perfectamente que sus amistades retrasen la natalidad.

Lara Castellanos, de 43 años y madre de dos hijos de 12 y 9 años, recurrió a otra de las posibles soluciones: trabajar por cuenta propia. Lara llegó a un acuerdo de salida con su antigua empresa hace años precisamente por no poder compatibilizar la vida laboral con el cuidado de dos niños pequeños y cuando quiso reincorporarse, la situación seguía igual. “Me ofrecían horarios incompatibles con ser madre”, relata. Por eso decidió crear su propia empresa de recursos humanos y así ha conseguido tener horarios flexibles.

Aunque el teletrabajo parece la solución, trabajar desde casa y cuidar de los niños al mismo tiempo es una tarea compleja


Lara Castellanos ha tenido que enfrentarse a cinco cuarentenas infantiles


El 68% de las españolas no han tenido más hijos por la falta de medidas de conciliación, de nuevo según los datos recabados por Malas Madres

El 37% de las mujeres ha sufrido algún tipo de discriminación laboral debido a su maternidad

El 68% de las mujeres dice sentirse solas ante la crianza y educación de los hijos por la falta de corresponsabilidad

Precisamente, como Lara es la “parte de la pareja con flexibilidad”, le ha tocado a ella el cuidado en todas las cuarentenas infantiles, y no han sido pocas, dos del pequeño y tres del mayor. 

Beatriz Arregui (que vive en Binaced, Huesca, y tiene 45 años) también ha experimentado lo que supone compatibilizar el trabajo y el cuidado en las cuarentenas de sus dos hijos, de 14 y 9 años. “Al pequeño me lo he llevé a la oficina, donde tengo un despacho para mí sola y tenía que trabajar al mismo tiempo que sorteaba los ‘me aburro’ del niño”, a base de pantallas”, relata. Y en el día a día se apaña gracias a la ayuda de los abuelos y de gastar “un pastizal en campus” durante las vacaciones.

Por último, Esther Casado, que tiene 41 años y reside en L'Hospitalet, no tiene hijos por decisión propia pero eso no implica que no tenga problemas con los que “lidiar”. Además, percibe que otras personas, por no haber sido madre, “no la perciben completamente como mujer”.

Beatriz Arregui recurre a los abuelos y a los campus en vacaciones


Esther Casado lamenta que por no tener hijos hay personas que la consideran una mujer incompleta


Este reportaje se ha publicado en EL PERIÓDICO en marzo de 2022

Textos: Patricia Martín
Imágenes: Ferran Nadeu, Jordi Òtix, Jordi V. Pou, Elisenda Pons
Ilustraciones: Laia Julve y Paula Julve