La epidemia del coronavirus casi se los lleva por delante, pero los 'castells' han renacido de las cenizas y vuelven a apuntar al cielo con ímpetu. La mayoría de 'colles' cierran la temporada con aires de recuperación, aunque algunas formaciones siguen sufriendo las consecuencias del covid, que las dejó bajo mínimos.

Todavía quedan unas pocas actuaciones, pero la Diada de los Minyons de Terrassa de este fin de semana marca tradicionalmente el fin del curso ‘casteller’. Y es momento de hacer balance de la primera temporada tras la pandemia.

Tras dos años paradas, la mayoría de ‘colles’ vieron como muchos de los suyos ya no regresaban a los ensayos. Una disminución de masa social que marcó el inicio de temporada. Se respiraba escepticismo. Y, además, se empezó al ralentí. Sin embargo, poco a poco fueron cogiendo ritmo y al final las ‘colles’ más importantes rindieron a un nivel excepcional. "En las grandes citas –Sant Fèlix, Santa Úrsula, Concurs y Tots Sants– hemos llegado con grandes ‘castells’. Y esto ha despertado la ilusión y las ganas del resto", asegura Francesc Benet, 'cap de colla' de los Castellers de Vilafranca.

Un punto de inflexión importante de la temporada fue a finales de septiembre e inicios de octubre, cuando el Concurs de Castells de Tarragona, tras cuatro años sin celebrarse –en 2020 se anuló debido a la pandemia–, impulsó la competitividad. Se impusieron los Castellers de Vilafranca (descargaron el ‘3 de 10 amb folre i manilles’, el ‘5 de 9 amb folre’ y coronaron el ‘4 de 9 net’) y, tras aquella jornada, la temporada cogió ritmo e intensidad hasta llegar a su tramo final, que se recordará por el ‘pilar de nou amb folre, manilles i puntals’ que Vilafranca cargó en Tots Sants, el primero de la historia.

Algunas 'colles' han vuelto
a subir el listón con nuevos 'castells'; el objetivo de otras no ha sido más que sobrevivir

Joan Ibarra, presidente de la Coordinadora de Colles Castelleres de Catalunya, resume la temporada en tres velocidades diferentes. Por una parte, las ‘colles’ punteras (Vilafranca y las dos de Valls) que, gracias a su gran masa social, han recuperado el nivel prepandemia. El segundo nivel sería el de la clase media, las agrupaciones que hacían castillos de siete, ocho y nueve pisos –algunas incluso alguno de gama extra–, pero que, con excepciones destacables como los Moixiganguers d’Igualada, no han tenido más remedio que rebajar sus objetivos. Capgrosssos de Mataró o Castellers de Sants, por ejemplo, han cerrado el curso celebrando las primeras construcciones de nueve pisos de la temporada, cuando antes era su hábitat natural.

Finalmente, el tercer nivel es el de las agrupaciones más humildes. Muchas se crearon una década atrás, en el momento álgido del fenómeno ‘casteller’, en localidades con poco arraigo. Y ahora no tienen efectivos suficientes. Este año algunas incluso estuvieron a un paso de desaparecer. Ha sido un año duro para ellas.

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Los 'castells' tienen una complejidad técnica que a menudo cuesta de entender. En los siguientes gráficos explicamos las diferentes partes de un ‘castell’ a través de la construcción, paso a paso, del '3 de 10 amb folre i manilles', que los
Castellers de Vilafranca descargaron en 2013

La 'pinya': la importancia de la base

La ‘pinya’ es el primer piso del 'castell'. Cuantas más personas, más compacta es la construcción. Para el ‘3 de 10 amb folre i manilles’ se necesitan, aproximadamente, unas 300 personas para ensayarlo y entre 300 y 500 para intentarlo en la plaza.

'Baixos'

Son los ‘castellers’ situados en la base de la construcción, que se alza sobre sus hombros.
La ‘pinya’ se monta a su alrededor.'

'Contraforts'

‘Castellers’ que se sitúan justo detrás de los ‘baixos’ y los apoyan colocando su pecho contra la espalda de estos.

'Agulles'

Son los ‘castellers’ que ocupan el vacío creado por los ‘baixos’. Se sitúan frente al ‘baix’ y con sus manos aguantan las rodillas del ‘segon’ para que este no se arrodille.

'Taps'

Son las personas que entran con la cabeza agachada y los brazos enganchados al cuerpo en diferentes partes del 'castell'. Como su nombre indica, su función es taponar.

'Crosses'

‘Casteller’ de baja estatura que encaja su hombro bajo la axila del ‘baix’ para que los hombros de este queden anivelados y así evitar que se hundan por el peso del 'castell'.

'Primeres mans'

'Casteller' alto y fuerte situado detrás del ‘contrafort’ que coge, con sus manos, al ‘segon’ por las nalgas.

'Laterals'

Situados al lado del ‘baix’, cogen al ‘segon’ por la parte exterior del muslo, evitando que se desplace hacia donde el lateral se encuentra.

'Vents'

Situados en medio de dos pilares, con sus manos impiden el desplazamiento lateral de los ‘segons’. Suelen ser altos y fuertes.

'Rengles'

Hileras de 'castellers' de físico similar que se sitúan uno detrás de otro. También se pueden llamar la 'creu'. Son la base del dibujo de la 'pinya'.

El resto de la 'pinya'

Cuando la base de la construcción ya está organizada, entran el resto de 'castellers' siguiendo un estricto orden de colocación.

'Tanquem pinya!’

En el momento que el 'cap de colla' ordena cerrar la 'pinya', las diferentes personas que la conforman se compactan.

Tronc: los diferentes pisos
del 'castell'

El 'tronc', formado por los diferentes pisos que integran el 'castell', va desde los 'baixos' hasta el piso inferior a los 'dosos'. En el caso del 'tres de deu amb folre i manilles' llega hasta los 'setens'.

'Segons'

Los 'segons' son el segundo piso. A su alrededor, y con la 'pinya' cerrada y compacta, se empieza a organizar el 'folre' con una estructura similar, aunque más pequeña.

'Crosses' del 'folre'

En esta ocasión, las 'crosses' hacen la misma función, pero en el 'folre'.

Laterales del 'folre'

Los laterales suben encima de la 'pinya' y, junto a las 'crosses', van creando el 'folre'.

'Terços'

Los 'castellers' del 'tronc' que ocupan el tercer piso.

'Manilles'

Alrededor de los 'terços', se organizan las 'manilles'; es la tercera 'pinya', la más pequeña, situada encima del 'folre'.

'Quarts’

Suben los 'quarts', que ocupan el cuarto piso del 'castell'

'Quints’

Suben los 'quints', que ocupan el quinto piso del 'castell'. A medida que suben pisos, los 'castellers' son físicamente más pequeños.

'Sisens’

Suben los 'sisens', el sexto piso del castell.

‘Setens’

Suben los 'setens', el último piso del 'tronc'.

'Dosos’

Los 'dosos' ocupan el antepenúltimo piso. Son dos 'castellers' que, cogidos entre ellos, inician lo que se conoce como 'pom de dalt', la parte superior del 'castell'.

‘Aixecador’

También llamado 'acotxador', suele ser el 'casteller' más pequeño de todos. Se pone a gatas, encima de los 'dosos'.

‘Enxaneta’

El 'casteller' del último piso que corona la construcción. Se sitúa encima del 'aixecador'.
El castillo no se considera cargado hasta que el 'enxaneta' pone el segundo pie sobre los hombros de los 'dosos'. El gesto, simbólico, de levantar la mano hacia el cielo se llama hacer la 'aleta'.

A corto y medio plazo, todo apunta a que los ‘castells’ se vivirán con incertidumbre. En la última década, se han logrado construcciones que parecían imposibles, pero ya antes de la pandemia se vivía un lento declive, debido a una cada vez menor afluencia de integrantes en las ‘colles’ y en las plazas, así como a un descenso en el nivel de construcciones. Y tras el parón de la pandemia, esa tendencia se ha mantenido e hipoteca el futuro de esta tradición centenaria.

No es el caso de las ‘colles’ históricas del campo de Tarragona, como Vilafranca y las dos de Valls. "Ahí es más fácil mantenerse porque forma parte de la liturgia y del día a día", asegura Joan Ibarra, presidente de la Coordinadora de Colles Castelleres de Catalunya y miembro de la Colla Vella dels Xiquets de Valls. El problema se vivirá entre las agrupaciones más noveles, que esta temporada ya lo han pasado mal. "Algunas no podrán seguir el año próximo", admite.

La falta de efectivos y la sostenibilidad económica –el alza de precios también se ceba con las ‘colles’– son dos espadas de Damocles que están ahí, amenazándolas. Desde la Coordinadora insisten en hacer pedagogía en este último punto.

La inflación y la pérdida de integrantes en los últimos años por el covid pone en jaque a algunas 'colles castelleres'

Porque no se puede reflexionar sobre el futuro a partir de los castillos extremos, como el ‘pilar de nou’ que coronó Vilafranca en Tots Sants y que copó las portadas. Lo que se avecina tiene muchas derivadas. "Esta euforia enmascara problemas reales, como el relevo generacional. Cada vez cuesta más encontrar personas que quieran ponerse al frente de una ‘colla", explica Francesc Benet, cap de colla de los Castellers de Vilafranca.

Con respecto a la prevención, se seguirá trabajando en la misma línea. La implantación del casco y de los protectores bucales entre los más pequeños ha reducido mucho las lesiones. Y, además de eso, en la Coordinadora quieren reforzar aspectos como la cobertura mediática o el potencial internacional.

Finalmente, en cuanto als 'castells', entre las grandes ‘colles’ no se atreven a poner límites. ¿‘Cinc de nou amb folre’? ¿‘Dos de deu amb folre, manilles i puntals’? ¿Donde está el límite? Construcciones que años atrás se consideraban irrealizables, como la ‘torre de vuit neta’, ya son una realidad. "El mundo ‘casteller’ nos ha enseñado que cuando algo se creía imposible, se ha acabado haciendo. Yo ya no me atrevo a decir que algo es imposible", concluye Ibarra.

También conocido como '2 de 9 sense manilles'. Solo los Castellers de Vilafranca han conseguido coronarlo en 2005 y 2011. A día de hoy, es la construcción más frágil del mundo ‘casteller’.

Lo han conseguido coronar la Vella y la Joves dels Xiquets de Valls. Los primeros aseguran que, a tenor de los ensayos, están cerca de descargarlo. La próxima temporada podría ser el próximo ‘gamma extra’ en ser completado.

En Tots Sants de este año, Vilafranca coronó este ‘castell’ por vez primera en la historia. Antes, solo se había intentado en una ocasión, en 2002. Todo un hito de ingeniería que necesita de una gran cantidad de efectivos.

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Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos:
Jordi Rovira
Infografías:
Ramón Curto
Fotos:
Enric Fontcuberta (EFE), Joan Cortadellas, Gemma Sánchez, ACN
Coordinación: Rafa Julve