Anatomía   
  de los nuevos  
  hombres   

Las imágenes de Will Smith arreando un bofetón a Chris Rock, después de que el humorista hiciera un chiste de mal gusto sobre la alopecia que padece la esposa del ganador del Oscar, Jada Pinkett, serán recordadas durante años. El incidente más viral de la historia del cine ha subrayado que el machismo más recalcitrante sigue vigente, pese al movimiento #Metoo.

La agresiva actitud del actor pone de manifiesto que muchos hombres aún tienen un largo camino que recorrer para desterrar la masculinidad tóxica y patriarcal y dejar paso a masculinidades respetuosas, igualitarias y pacíficas. Aquellas que defienden a los seres queridos con inteligencia y no con testosterona.

Aquí va una radiografía sobre cómo deben ser los hombres de hoy, teniendo en cuenta su mentalidad, la expresión de sus emociones, su sexualidad y su vida personal y laboral.

La mentalidad

“Los hombres tienen que ser diversos. No debemos pasar de un tipo valiente y vigoroso a otro sensible y lloroso. Ese no es el camino. Debe de haber muchos modelos de hombre”, avisa la psicóloga social Gemma Altell. Para deconstruir el machismo, primero hay que asumirlo y después, salir de las posiciones de poder.

Las lágrimas

Las lágrimas han estado vetadas para los varones. Inmenso error. "Hemos dado tradicionalmente la espalda a las emociones y debemos reconciliarnos con la dimensión emocional que, injustamente, se ha relacionado con ser blandengue", avisa el profesor universitario Octavio Salazar.

Las sonrisas

"No somos capaces de gestionar las emociones malas. Nos frustramos y nos vemos dirigidos hacia la ira, la agresividad y la violencia. Tenemos que trabajar la parte emocional para ser mejores personas y más felices", destaca el profesor Salazar.

El corazón y las emociones

La salud emocional hay que cuidarla tanto como la física. Altell recomienda pedir ayuda profesional y acudir a terapia a los varones que están pasando un mal momento. También tienen que aprender a llamar a los amigos para contarse sus miserias.

Una mano para conciliar

Liberar a las mujeres de la carga mental resulta básico. "Nos toca pensar en la organización del hogar. No solo en ir a la compra sino en saber qué hay que comprar", reivindica Pablo Llama, portavoz de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE).

Otra mano para trabajar

No se trata de trabajar menos, pero sí mejor. "No eres más importante por quedarte en la oficina hasta las nueve de la noche. En la vida, hay prioridades. Sé flexible", comenta Altell. El cambio de paradigma debe ser hacia unas relaciones laborales en horizontal y el trabajo en equipo. "Las claves -propone el profesor Salazar- son delegar, repartir funciones y no tener la última palabra".

La sexualidad

"El deseo sexual no es un derecho", insiste el portavoz de AHIGE. La sexualidad se ha construido en función de los deseos masculinos, por lo que es necesario otro cambio de paradigma basado en la empatía y no en la relación de dominio.

El culto al cuerpo

La estético no puede ser una esclavitud ni para los hombres ni para las mujeres, sobre las que tradicionalmente ha pesado la losa de sentirse siempre atractivas y deseables. Es mejor asumir la edad y el paso del tiempo siempre manteniendo un estilo de vida saludable.

Ya hemos visto que otros modelos masculinos son posibles. El primer paso es reconocer la discriminación estructural que han sufrido las mujeres con el patriarcado. El segundo, vivir en igualdad en todas las facetas de la vida. Y eso es algo que tenemos que aprender tanto en casa como en el colegio. La educación es, una vez más, la llave que abre esta puerta.

Este reportaje se ha publicado en EL PERIÓDICO el 4 de abril de 2022

Textos: Patricia Martín y Olga Pereda
Ilustraciones: Andrea Hermida-Carro
Coordinación: Rafa Julve y Ricard Gràcia