Beatriz González López-Valcárcel

Beatriz
González
López-
Valcárcel

Medicamentos innovadores pero carísimos: ¿cómo salir del atolladero?

Beatriz González López-Valcárcel participará en un encuentro en vídeo en directo en los canales de Youtube y Facebook de EL PERIÓDICO, el jueves 18 de enero, a las 18.30 horas. Los lectores y lectoras que tengan preguntas para ella pueden enviarlas desde ya a entretodos@elperiodico.com o intervenir durante el acto por medio del canal de comentarios de las redes sociales de EL PERIÓDICO.

Textos: Michele Catanzaro
Infografías: Ricard Gràcia
Ilustración: Leonard Beard

Los hijos de profesionales declaran que tienen buena salud con una probabilidad que casi duplica la de los hijos de trabajadores no calificados. Esta brecha se ha ido reduciendo en el último siglo, pero sigue siendo enorme.

"A pesar de tener un sistema nacional de salud en España desde los años ’80, sigue habiendo una transmisión de estatus y de salud", comenta Beatriz González López-Valcárcel, economista de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que cuantificó esa brecha en 2017.

González es una de las pioneras de la economía de la salud, una disciplina que explora las relaciones entre el bienestar de las personas y el dinero, como el efecto de la riqueza de los padres en la salud de los hijos.

La economía de la salud nació en los años 60, cuando se constató que el crecimiento del gasto sanitario no repercutía en una mejora de la salud de la población. Este enfoque le granjeó el sambenito de disciplina recortadora del gasto.

González lo rechaza. "Nunca hablamos solo de coste sin mirar lo que se consigue a cambio. Se trata de ver cómo podemos hacer las cosas mejor para que el gasto sanitario tenga valor", explica la investigadora.

Este enfoque se ha puesto de nuevo de actualidad con la espiral creciente de precios de los fármacos más innovadores contra el cáncer y las enfermedades raras, entre otras condiciones.

Por ejemplo, Zolgensma, una inyección que mejora la atrofia muscular espinal, vale dos millones de euros y se considera el medicamento más caro del mundo. Pero ya le pisa los talones Hemgenix, un fármaco contra la hemofilia B que se prevé que cueste 3,5 millones. Las innovadoras terapias CAR-T contra el cáncer tienen precios de centenares de miles de euros.

Ante estos costes, se han disparado las alertas sobre un posible colapso financiero del sistema sanitario. "Lo de la insostenibilidad es catastrofismo. El gran problema es si estos medicamentos valen lo que cuestan. España tiene margen fiscal, pero es una pena regalarles millones de euros [a los productores, sin beneficios sustanciales]", afirma González.

Esta economista cree que hay amplios márgenes de mejora, sin cargarse del todo el sistema farmacéutico. Además de las clásicas patentes, que a menudo propulsan los precios de los medicamentos, hay otros sistemas que podrían arrojar precios más moderados. Las ideas van desde la compra pública adelantada de medicamentos innovadores en desarrollo, hasta el sistema de los premios. Con este, la primera empresa que descubra un sistema eficaz contra la resistencia bacteriana, ser haría con un gran premio todo de golpe, a cambio de comercializar el producto a precios más asequibles.

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Nacida en Vigo y doctora en economía, González se licenció en economía en la Universidad de Santiago de Compostela.

La economista encontró en la Universidad de La Laguna un ambiente favorable para la economía de la salud, una disciplina emergente en la España de los años 80. "Soy la socia 30 de la asociación dedicada a estos estudios", recuerda la científica.

Sus investigaciones la llevaron a la Universidad de Erasmus en Rotterdam, donde investigó la demanda de atención sanitaria.

También trabajó en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde analizó una variedad de temas, entre ellos el “contagio” del hábito de fumar.

González tiene clara una de las misiones clave de su disciplina. "Nosotros tenemos que separar el grano de la paja. El sector sanitario es innovador desde la invención de la penicilina. Pero hay que decidir qué innovaciones se incorporan y cuáles no merece la pena incorporar", concluye.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos: Michele Catanzaro
Infografías: Ricard Gràcia
Ilustración: Leonard Beard