Al rescate
de los campos abandonados

Tatiana Segura y Sergi Ruiz han dado una segunda vida a una finca en desuso en Collbató, una iniciativa del proyecto Banco de Tierras, impulsado por la Diputació de Barcelona.

Tatiana Segura quería aprender a trabajar la tierra y cursó estudios de agricultura

Sergi Ruiz sueña con construir su futuro en Collbató, donde
querría formar una familia

La tierra que ha adquirido esta pareja, de tres hectáreas, se ha convertido en su proyecto de vida

La pareja consiguió la parcela con la ayuda de la plataforma Banc de Terres, proyecto que la Diputación de Barcelona lleva a cabo más
allá de la zona metropolitana

Sergi y Tatiana son una pareja de Esparraguera que tienen entre ceja y ceja mudarse a Collbató -donde ahora trabajan una parcela de de tres hectáreas- con el fin de hacer el recorrido inverso al que, un siglo atrás, siguieron millones de personas que dejaron el campo para buscarse la vida en entornos urbanos. Hace menos de un año, solicitaron con éxito unas tierras del municipio que llevaban abandonadas desde los años 80 a través de la plataforma Banc de Terres, de la Diputació de Barcelona.

Una vez que lograron ponerse en contacto con la familia propietaria, firmaron el acuerdo de cesión del terreno y empezaron a trabajar la parcela. Al principio se encontraron con unas tierras secas y en mal estado. Sin embargo, hoy ya podrían alimentar hasta a 10 familias durante todo el año con los alimentos que recogen del huerto. "Tuvimos que trabajar muchas semanas para conseguir que el suelo fuera más húmedo y fértil", explican.

Antes de adquirir las tierras en Collbató, tanto Tatiana como Sergi habían acudido a cursos sobre cultivos. Su intención es poder retornar todo lo que han aprendido. “Toda generación nueva necesita conocimientos, y estos se deben transmitir”, comenta Sergi, quien lamenta la gran desconexión de los vecinos de entornos urbanos con la payesía. “Si le preguntas a un niño de dónde vienen las patatas, te contestará que del súper”, afirma.

Patatas, coles y remolachas

Su huerto cuenta con múltiples bancales cubiertos con paja y humus, y dispone de un sistema de riego automático. No cultivan un tipo de hortaliza en cada bancal para mantener la tierra fértil todo el año. Ya han plantado patatas, coles, remolachas, zanahorias, brócoli, cebollas y 'calçots' que ya empiezan a asomar.

La intención a largo plazo de la pareja es crear una familia en Collbató y vivir de la agricultura. Pese a que el proyecto aún está empezando, confían comenzar a ganar dinero en un periodo de tres a cinco años, por lo que Tatiana ya ha dejado su trabajo para concentrar todo su tiempo y energía en este proyecto. Además, ellos cuentan con una opción de compra del terreno, decisión que todavía no han tomado, pero que, de tener éxito, les permitiría vivir del campo de forma definitiva.

La pareja considera que apenas está al principio de su aventura y que el proyecto crecerá mucho más. Por ejemplo, tienen pensado repoblar la zona donde se secaron los almendros con distintos árboles frutales, así como talar los pinos que puedan implicar un riesgo de incendio. También se proponen alquilar parte del terreno a ganaderos para que puedan cuidar allí a sus animales. En definitiva, quieren hacer comunidad con los vecinos y fortalecer el producto local de la zona.

La pareja cuelga muchas de sus vivencias en las redes sociales

Sergi y Tatiana son muy activos en Instagram y en TikTok. Cada día cuelgan algún tipo de contenido, ya sean fotos o vídeos, con la intención de mostrar y compartir con sus seguidores consejos y metodologías para cultivar. De esta manera, al usar estos recursos para comunicar, han logrado establecer una nueva pedagogía sobre agricultura enfocada a todo el mundo y, especialmente, a gente joven como ellos.

'can_rascaorella', el nombre de su cuenta en Instagram, se debe a la peculiar costumbre de Tatiana a rascarse la oreja cuando está nerviosa

“Mucha gente me ha contactado por redes sociales y ha mostrado interés por aprender lo que nosotros podríamos enseñarles” dice Tatiana, que tiene la intención de crear un banco de horas para reunir a vecinos que quieran cooperar con el huerto, de forma que ella pueda enseñarles métodos de cultivo y los interesados puedan ayudar en actividades agrícolas.

¿Qué es un 'banc de terres'?

El Banc de Terres de la Diputació de Barcelona es una de las acciones que impulsa BCN Smart Rural, un proyecto cofinanciado entre la Diputació y el Fondo Eurpeo de Desarrollo Rural (FEDER) para recuperar terrenos en desuso o abandonados en toda Catalunya. Se trata de una plataforma digital que consiste en establecer conexiones entre propietarios de fincas que hayan desistido de cultivarlas con gente interesada en adquirirlas.

Actualmente, el proyecto cuenta con más de 50 fincas que representan cerca de 332 hectáreas. Más de un centenar de personas, como la pareja de Esparreguera, se mostraron interesados el año pasado, un porcentaje que ha crecido el 21%.

El proyecto va creciendo

Es indudable que Tatiana y Sergi son una 'rara avis' en la tendencia demográfica de Catalunya, donde la urbanización sigue creciendo y la población rural supone aproximadamente un 5% de la total. De hecho, un grueso de parcelas adquiridas a finales del siglo XX fueron abandonadas y cayeron en desuso. “En los 80 hubo una fiebre inmobiliaria y muchas personas empezaron a comprar terrenos sin saber qué hacer con ellos”, explica Sergi, a quien le hierve la poca consideración que estos propietarios tuvieron con los campos: “Algunos se dedicaron a especular, pero cuando vieron que la parcela no se revalorizaba, dejaron las tierras abandonadas”.

Los interesados en seguir el camino de Tatiana y Sergi pueden acceder aquí a la web del proyecto.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos:
Sergi Corberó
Fotos:
Joan Cortadellas, Patxi Uriz (Diputación de Barcelona), Sergi Ruiz, Tatiana Segura
Coordinación:
Rafa Julve