Un reportaje de
Beatriz Pérez
con diseño e infografías de
Andrea Zúniga
y vídeo de
Ferran Nadeu

La palabra griega apnea significa "sin aliento". La apnea del sueño es un síndrome que consiste en dejar de respirar durante varios segundos mientras se duerme. Pese a su elevada incidencia, es una de las enfermedades que acusan un mayor infradiagnóstico.

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) calcula que en España hay en torno a dos millones o dos millones y medio de afectados, pero solo están diagnosticadas y tratadas entre 700.000 y 750.000 personas. "La gente no tratada corre un riesgo de muerte súbita durante el sueño", advierte el médico generalista Raúl Pérez. La apnea del sueño no tratada, además, es un "generador de accidentes laborales y de tráfico". Según Esteve Teijin, empresa referente en Terapias Respiratorias Domiciliarias de la que Pérez es Medical Advisor, solo un 25% de los pacientes con apnea del sueño siguen tratamiento.

Pero... ¿en qué consiste la apnea?

La apnea obstructiva del sueño es un cuadro de somnolencia excesiva, trastornos cognitivos conductuales, problemas cardiacos, respiratorios, metabólicos e incluso inflamatorios que se producen, como explica el doctor Pérez, como consecuencia de "episodios repetidos de obstrucción de la vía aérea superior" del paciente durante el sueño. Según la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), en España actualmente se administran un millón de terapias domiciliarias, con un incremento anual del 12%. El 66% de estos tratamientos respiratorios domiciliarios se destinan a pacientes con apnea obstructiva del sueño (AOS).

Además de la apnea obstructiva del sueño, que se desencadena cuando las vías respiratorias superiores se bloquean y no dejan pasar el aire, hay otro tipo de apnea: la apnea central del sueño, que se produce cuando el cerebro no envía las señales necesarias para respirar.

Sin embargo, la más común es la apnea obstructiva del sueño, que puede manifestarse de diferentes maneras.

¿Cuáles son los principales síntomas?

Sueño durante el día

Irritabilidad

Boca y garganta seca
al despertar

Sudoración nocturna

Insomnio

¿Qué patologías causa?

Además de los síntomas descritos, la apnea del sueño causa patologías a largo plazo, principalmente cerebro-vasculares (como ictus), pero también cardiopatías isquémicas, tromboembolia pulmonar, hipertensión pulmonar o insuficiencia cardiaca.

Pero no solo eso: la apnea puede causar cáncer. "Hay varios estudios que demuestran una asociación entre la apnea obstructiva del sueño y la incidencia de cáncer. Y esta incidencia es mayor en gente joven", señala el doctor Pérez. Además, también causa neurodegeneración y depresión.

¿Quiénes suelen padecerla más?

La apnea del sueño afecta al doble de hombres que mujeres. La media de edad del paciente es de entre 65 y 70 años. Pero hay factores de riesgo que llevan a sufrirla, como la obesidad, el tabaquismo o la ingesta de determinados fármacos o tóxicos.

Sin embargo, como explica la fisioterapeuta de Esteve Teijin Marta Rivas, si bien antes el perfil de paciente era el de un hombre fumador y bebedor, cada vez hay más personas con estructuras fisiológicas que facilitan la aparición de este síndrome. "Personas con la mandíbula hacia atrás o con las amígdalas muy grandes, con menos paso de aire, pueden sufrir apnea del sueño. Nos encontramos incluso niños, con las amígdalas muy grandes, con este síndrome. Operándolos se puede solucionar", asegura Rivas.

El testimonio

Inocente Gallego, de 72 años, que está diagnosticado con apnea del sueño desde los 60, explica en este vídeo cómo fue su mujer quien dio la señal de alarma al ver que no respiraba bien cuando dormía.

¿Cómo se diagnostica?

Ronquidos y respiración entrecortada por la noche así como una excesiva somnolencia diurna es lo que suele llamar más la atención a los pacientes con apnea del sueño (y a sus familiares) que deciden consultar al médico. Sin embargo, para confirmar el diagnóstico de la enfermedad se realizan poligrafías cardiorrespiratorias o polisomnografías.

Según Pérez, las administraciones públicas no destinan los recursos suficientes a detectar esta enfermedad. "No se realizan las pruebas suficientes. Las listas de espera para todos los hospitales de España son inmensas", señala Pérez. En Catalunya, hay una media de 110 días de espera para acceder a una polisomnografía, según los últimos datos del Servei Català de la Salut (CatSalut), que datan del pasado noviembre. Las poligrafías cardiorrespiratorias no aparecen en las listas de espera públicas del CatSalut.

¿Cuál es el tratamiento?

La máquina de presión positiva continuada de la vía aérea (conocida como CPAP) es el tratamiento más eficaz para tratar la apnea del sueño. Según el doctor Pérez, los pacientes tratados con esta máquina mientras duermen experimentan una mejora en su calidad de vida en el 80% o 90% de los casos. "Toda la sintomatología que describían antes se minimiza y se elimina casi del todo", explica el médico. Le da la razón Inocente Gallego, que ahora se levanta descansado y sin la boca seca, como le ocurría antes de ponerse en tratamiento. "También me levantaba muchas veces para ir al lavabo y ahora, como mucho, una vez", relata. La máquina es "una más de la familia". "No se me olvida nunca", asegura.

Item 1 of 1

¿Cómo funciona la CPAP?

El equipo de la máquina CPAP se conecta a una mascarilla, a un tubo y a un humidificador. Los fisioterapeutas son quienes enseñan a los pacientes a ponerse la mascarilla. "Nosotros entramos en acción cuando nos entra una prescripción del CatSalut por parte de un neumólogo", explica Rivas.

"Al principio dormir con una CPAP es un mundo porque les entra aire continuo. Tienes que educar al cuerpo para que se adapte", añade. Así, hay gente que acaba dejando el tratamiento, sobre todo aquellas personas con menos sintomatología o a las que se les ha prescrito por un problema cardiaco (y no por apnea del sueño) y no ven "la diferencia". "La mayoría de pacientes con apnea del sueño ven rápidamente la diferencia y no quieren dejar la máquina", concluye esta fisioterapeuta.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos:
Beatriz Pérez
Diseño e infografías:
Andrea Zúniga
Vídeos:
Ferran Nadeu
Coordinación:
Rafa Julve