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A punto de prescribir

La familia del joven asesinado a tiros en Lleida en 2006 pide reabrir el caso

Una patrulla de la Guardia Urbana de Lleida (ACN/Javi Martín/Paeria / ACN/Javi Martín/Paeria)

Una patrulla de la Guardia Urbana de Lleida (ACN/Javi Martín/Paeria / ACN/Javi Martín/Paeria) / Bcn

EFE

Lleida
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La familia de Isaac Martínez, el joven de 26 años que murió tiroteado el 9 de noviembre de 2006 cuando salía del aparcamiento de su casa, en el barrio leridano de Cappont, ha solicitado la reapertura del caso antes de que prescriba en 2026, cuando se cumplirán 20 años del tiroteo.

El abogado de la familia, Pau Simarro, ha presentado, este lunes, en el juzgado de instrucción número 4 de Lleida la solicitud de reapertura del caso en el que solo se investigó a una persona, JI.R.M., que fue detenido y permaneció en prisión preventiva durante algunos meses pero quien, finalmente, fue exculpado por un informe de la Guardia Civil que contradecía las conclusiones de los Mossos d'Esquadra.

El informe no establecía relación de identidad entre los restos de pólvora hallados en las manos y la ropa con los restos de cartuchos que impactaron en el cuerpo de la víctima.

En el escrito, el abogado solicita la reapertura de la causa "con el fin de que se prosiga con la investigación científico-policial de la coincidencia o identidad de los restos de disparo que fueron hallados en las prendas de ropa del investigado JI.R.M., con aquellos restos de disparo que se encontraron en los casquillos de los cartuchos hallados en el lugar del asesinato.

Declaraciones de 2008

Simarro remarca que, en la declaración prestada en el juzgado en 2008 por el facultativo biólogo de la Policía científica de los Mossos, indicaba que “el informe pericial realizado inicialmente sería diferente en cuanto ya que conoce que un organismo europeo, el ENFSI (Europear Networt of Forensic Science Institutes), ha elaborado unos criterios que requiere la presencia de una misma partícula de plomo, antimonio y bario”

Simarro agrega que el informe aportado a la causa por el Servicio de Criminalística de la Dirección General de la Guardia Civil en 2008 indica que en los pantalones del investigado aparecieron residuos de disparo. “Dicha conclusión no ha sido refutada ni desvirtuada por ningún otro informe ni prueba obrante en la causa”, argumenta Simarro y agrega que si en las prendas de ropa que portaba el investigado el día del asesinato fueron hallados restos de disparo, “resulta evidenciado que en esa misma fecha, el investigado tuvo en sus manos un arma de fuego y disparó con ella”.

Explica también que esta conclusión, choca frontalmente con lo manifestado por el investigado, cuando prestó declaración ante el juzgado, el mismo día en que se acordó su ingreso en prisión tras reconocer que las prendas de ropa analizadas eran las que usó todo el día del asesinato. Simarro agrega que JI.R.M. manifestó, con contundencia, que no había disparado nunca un arma.