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Cambio climático

Simulacro de ola de calor de 50 grados en Barcelona: se hará el primer trimestre de 2027, incluirá dos pruebas y durará más de un día

El consistorio tiene claro que durará necesariamente más de un día y que se desarrollará en determinados "espacios" de la ciudad, aún por concretar, más que en barrios enteros

Barcelona hará un simulacro de ola de calor de 50 grados para evaluar la respuesta de la ciudad

Barcelona hará un simulacro de ola de calor de 50 grados para evaluar la respuesta de la ciudad

Barcelona hará un simulacro de ola de calor de 50 grados para evaluar la respuesta de la ciudad. Lo explica la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet. / MANU MITRU / VÍDEO: BLANCA BLAY / ACN

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El simulacro de calor de Barcelona a 50 grados se realizará en el primer trimestre de 2027 y durará más de un día. Así lo ha detallado la primera teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, Laia Bonet, en declaraciones a la ACN. Bonet ha explicado que hasta finales de 2026 se llevará a cabo un diagnóstico de la situación y una planificación del simulacro, y que en el primer trimestre de 2027 se realizará el ejercicio, que incluirá dos pruebas: una para simular cuál sería el impacto de los efectos de la temperatura sobre el terreno y otra para coordinar los servicios municipales.

Barcelona presentará precisamente este simulacro de calor en la cumbre C40 de alcaldes que se celebra en Río de Janeiro (Brasil) del 3 al 5 de noviembre, en la que participará Bonet, y que se realiza a las puertas de la COP30.

De momento, el consistorio tiene claro que el simulacro se hará en el primer trimestre de 2027, que durará necesariamente más de un día y que se desarrollará en determinados "espacios" de la ciudad, aún por concretar, más que en barrios enteros. “Lo que buscamos no es una respuesta a nivel de ciudad, sino ensayar y extraer conclusiones”, ha indicado. También se espera que las conclusiones sirvan para actualizar los protocolos frente a episodios de calor extremo.

Diagnóstico y movilización de actores “clave”

Según Bonet, el diagnóstico que se realizará durante todo el año 2026 implicará conocer “con detalle” aspectos como “cómo resistirían las infraestructuras”, pero también movilizar a los sectores clave y coordinar los servicios implicados en una situación de este tipo. Se recopilará información para saber “cómo actuar, qué debe hacer cada uno llegado el momento”.

En este diagnóstico inicial es “clave” la proyección climática, y por ello se pedirá la colaboración del Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) para trabajar las proyecciones climáticas de los próximos años y ver, por un lado, “en qué escenarios se podrían alcanzar episodios de 50 grados”, y por otro, cuál sería la “sensación térmica” en un episodio así. Esto debe ayudar a elaborar “respuestas” y “acciones” para combatir la crisis.

Otro punto que debe determinar el diagnóstico es la respuesta de las “infraestructuras críticas”, como el pavimento, la iluminación, las vías del metro o las instalaciones eléctricas.

Al mismo tiempo, esta primera fase debe servir para “movilizar a todos los actores que son clave”, que van desde las escuelas hasta los hospitales, pasando por los servicios municipales, los operadores de transporte, las empresas suministradoras de servicios o las asociaciones vecinales.

Ejecución del simulacro

Una vez hecho el diagnóstico, será el momento de ejecutar el simulacro, en el primer trimestre de 2027. El episodio, ha concretado Bonet, durará “más de un día”, si bien el Ayuntamiento todavía debe determinar si serán dos, tres o cuatro días, por ejemplo.

El experimento se dividirá en dos partes: una que pondrá a prueba la situación sobre el terreno, recreando en espacios concretos de la ciudad aún por determinar los “efectos” de un episodio de temperatura extrema —“lo cual no significa subir la temperatura, sino recrear los efectos, qué pasaría con la salud, los desmayos, etcétera”—.

De este modo, se trata de prever la reacción, activando refugios climáticos en escuelas o equipamientos municipales, repartiendo agua o ventiladores, “o todo aquello que el diagnóstico previo haya considerado necesario”. Además, se trabajará con un escenario de circunstancias “absolutamente adversas”, como la falla de sistemas eléctricos o de telecomunicaciones.

En cuanto a la segunda parte del simulacro, servirá para poner a prueba la coordinación de los servicios implicados, el “gabinete de crisis”, que incluiría los servicios municipales, los de emergencias, los de salud, los operadores de servicios, Protección Civil y el resto de actores clave en un episodio de estas características.

La cumbre de alcaldes de la próxima semana en Río de Janeiro, Brasil, contará con la participación de ciudades como Barcelona, Londres o París, y se compartirán planes de acción para responder a la crisis climática. Bonet se muestra convencida de que es necesario actuar “con más responsabilidad” en un momento en que “el negacionismo climático se está fortaleciendo en el mundo”.