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Entender más

Así afecta la desinformación al consumo de medicamentos

Las 'fake news' de salud provocan usos insuficientes o excesivos de fármacos y servicios médicos, así como consumo de productos que pueden ser perjudiciales

Fact-checking a los bulos de Trump sobre autismo, paracetamol y vacunas

¿Estás pensando tomar los nuevos fármacos para adelgazar?

¿Estás pensando tomar los nuevos fármacos para adelgazar? / Adobe Stock.

Laura Cercós Tuset (Verificat)

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Teorías que alertan sobre supuestos efectos nocivos de medicamentos ampliamente consumidos han saltado recientemente de los grupos conspiracionistas a la política. Un ejemplo de ello son las declaraciones de Donald Trump, que relacionaban sin evidencia científica la ingesta de paracetamol por parte de mujeres embarazadas con la aparición del trastorno del espectro autista en sus hijos.

Ese tipo de analgésicos genéricos se mantienen en las primeras posiciones de las listas de medicamentos más vendidos en España, pero hay evidencias de que la desinformación sobre salud que circula a nivel internacional puede llegar a nuestro territorio y afectar al consumo de medicinas y tratamientos.

Si nos fijamos en los medicamentos dispensados en farmacia y cubiertos por el Sistema Nacional de Salud, los más recetados son los analgésicos antipiréticos (enfocados a reducir la fiebre, como el paracetamol), con más de 50 millones de envases desde enero hasta junio de este año (el 8,78% del total recetado). Con los analgésicos antiinflamatorios dispensados (que representan el 4,44% del total recetado), como el ibuprofeno, las cifras de medicamentos destinados a aliviar o reducir el dolor se acercan a los 80 millones. 

La tendencia de consumo con receta de ambos tipos de analgésicos se ha mantenido estable los últimos tres años, con un promedio de 100 dosis diarias (cantidad indicada para un adulto) por cada 1.000 habitantes al día. Entre estos, el paracetamol es, con diferencia, el fármaco más popular.

Una amenaza para pautas y tratamientos

En España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) es responsable de evaluar cada fármaco, de manera independiente, y siguiendo criterios internacionales y evidencia científica. Sin embargo, como explica a Verificat el jefe de la Unidad de Apoyo a Dirección de la AEMPS, Antonio López-Navas, la desinformación puede socavar la confianza en las instituciones sanitarias. “Tenemos claro que si hay falta de confianza y desconocimiento, hay falta de seguimiento de pautas y tratamientos”, explica López-Navas.

La desinformación puede conducir tanto al uso insuficiente como excesivo de productos y servicios médicos, o al consumo de aquellos que pueden ser perjudiciales, según un informe del Parlamento Europeo sobre cómo reducir el impacto de la desinformación en la salud. Javier Álvarez-Gálvez, director del Instituto Universitario de Investigación para el Desarrollo Social Sostenible de la Universidad de Cádiz, señala en declaraciones a Verificat que “existen múltiples evidencias de que la desinformación ha influido significativamente en los patrones de consumo de medicamentos” y puede “distorsionar el mercado farmacéutico”.

Así lo sugiere el estudio “Misinformation, Trust, and Use of Ivermectin and Hydroxychloroquine for COVID-19”, del Hospital General de Massachusetts, que en 2023 concluyó que las personas que creían en desinformación relacionada con la vacuna contra la covid-19 tenían menos confianza en los hospitales, médicos y científicos, y más probabilidades de consumir tratamientos no basados en la evidencia científica.

En declaraciones a Verificat, Santi Grau, director de Producto Farmacéutico del Hospital del Mar de Barcelona, expresa su preocupación por las conspiraciones que se difunden en redes sociales y la política. “No podemos tomárnoslo como una anécdota, es una verdadera amenaza”, afirma Grau con contundencia, y defiende que el papel del personal sanitario es clave. “Para ganar a la desinformación, el paciente necesita que lo puedas atender con tiempo, de forma individual y personalizada”, argumenta.

Álvarez-Gálvez explica que “ciertos mensajes desinformativos” sobre la industria farmacéutica o las vacunas “tienden a persistir y a transformarse con el tiempo”, y se magnifican con la inteligencia artificial generativa. Sin embargo, estas mismas tecnologías ofrecen un enorme potencial y desde la AEMPS ya las están usando, junto a otras campañas en colaboración con el Ministerio de Sanidad, en sus esfuerzos contra la desinformación, negacionismo y sobremedicación. 

Todavía no se puede saber qué efecto podrán tener las declaraciones recientes de Trump en el consumo de medicamentos genéricos, pero desde la AEMPS no prevén un gran impacto. El director de Producto Farmacéutico del Hospital del Mar también asegura que, pese a los casos más extremos de desinformación, lo habitual es que el paciente siga “el consejo del médico”. “Una embarazada posiblemente hará caso a su ginecólogo”, concluye Grau.

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