Nuevas diligencias
Segunda denuncia por abusos sexuales contra el fundador del Grup Infantil Carmelità de Tàrrega: “Elegía a sus víctimas en la escuela”
La noticia publicada en EL PERIÓDICO ha hecho aflorar nuevos testimonios de exalumnos de Lleida sobre el difunto fraile Carles Lloig Rodó
Los Mossos investigaron por abusos sexuales al fraile Carles Lloig, fundador del Grup Infantil Carmelità de Tàrrega

La sede de la orden de los Carmelitas en Barcelona, donde residía Carles Lloig Rodó y donde se produjo el registro de los Mossos.

Un juzgado de Cervera (Lleida) investiga otra denuncia por abusos sexuales presentada contra el fraile carmelita Carles Lloig Rodó (1940 – 2022). Es la segunda denuncia que se formaliza contra este religioso, que fundó el Grup Infantil Carmelità (GIC) de Tàrrega, por el que pasaron centenares de menores de esta población.
La primera denuncia contra Lloig se presentó en 2019 y los Mossos d’Esquadra llegaron a investigar al fraile que, según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, admitió ante los investigadores haber abusado de alumnos del GIC. Pero la causa, abierta entonces por una única denuncia que atañía a delitos ocurridos en la década de los 80, se archivó.
Tras esta segunda denuncia, que ha recaído en el mismo juzgado de Cervera que sobreseyó la primera, el juez ha vuelto a abrir diligencias, pero presumiblemente estas también tendrán un recorrido corto dado que Lloig falleció en 2022.
“Cuando leí la noticia me pasé el día llorando: denunciarlo ahora, 30 años después, ha supuesto quitarme una losa de encima"
Tres testimonios
El pasado mes de junio EL PERIÓDICO publicó el testimonio del exalumno del GIC de Tàrrega que denunció a Lloig en 2019. Su relato, como sucede habitualmente con estas informaciones, removió a los vecinos que conocían al fraile. Algunos defendieron la presunción de inocencia de Lloig, pero la mayoría aplaudieron que finalmente afloraran los abusos de un religioso cuyo nombre seguía gozando de buena reputación en Tàrrega.
Este diario ha contactado con tres testimonios que han decidido hablar tras la noticia. Uno de ellos, además, también fue víctima de Lloig. Se trata de una mujer que, tras hablar con EL PERIÓDICO, ha acudido a una comisaría de los Mossos a formalizar la denuncia que ahora investiga el juzgado de Cervera.
“Con el tiempo he sabido que a otras chicas les pasó lo mismo que a mí, Lloig elegía a sus víctimas en la escuela y nos traía a la sede del GIC, donde podía hacer lo que quería”
“Cuando leí la noticia me pasé el día entero llorando. Denunciarlo ahora, treinta años después, ha supuesto quitarme una losa de encima. Y quiero seguir ayudando a que se sepa qué pasó y a que más gente se anime a denunciar si lee esta noticia como me ocurrió a mí en junio”, explica a este diario.
Abusos en el GIC
Más de una década separa los abusos que sufrió la primera víctima a principios de los 80 de los padecidos por la segunda, a mediados de los 90. Lo que no ha cambiado es el lugar. Ambos afirman que Lloig los agredió sexualmente en la sede de los Carmelitas en Tàrrega, cerca del Ateneo, en un edificio ubicado en la plaza de Carme que actualmente es una residencia para la tercera edad. A este recinto los menores del GIC acudían entre semana o los fines de semana para hacer actividades supervisadas por Lloig, que incluían charlas, talleres o actividades más lúdicas como jugar al ping-pong o al ajedrez o el parchís.
"Lloig siempre daba clase con chicas sentadas sobre su regazo, a las que manoseaba"
La segunda denunciante era exalumna del colegio Jacint Verdaguer. Lloig daba clases de religión en esta escuela y en otra de la misma población, el Àngel Guimerà. “Con el tiempo he sabido que a otras chicas les pasó lo mismo que a mí, Lloig se encaprichó de algunas de nosotras. Elegía a sus víctimas en la escuela y nos traía a la sede del GIC, donde podía hacer lo que quería”.
Dos nuevos testimonios
Este diario también ha hablado con dos testimonios, varones, que no sufrieron sus abusos pero sí han accedido a compartir lo que saben. El primero, exalumno de uno de estos dos colegios, asegura que Lloig siempre daba clase con chicas sentadas sobre su regazo a las que manoseaba. El segundo tiene un recuerdo más amargo.
“Tenía un amigo que se mató en un accidente de coche y que tenía problemas con el alcohol. En una noche de borrachera me contó que Lloig había abusado sexualmente de él cuando era pequeño. Creo que toda su vida quedó marcada por culpa de Lloig”, explica este vecino de Tárrega, que como todos los que han participado en esta noticia pide que se respete su anonimato. “Sé que ahora Lloig está muerto, pero si viviera y me lo cruzara por la calle iría a por él”, asegura.
La primera denuncia y la confesión
El hombre que denunció a Lloig en 2019 fue abusado sexualmente por el fraile en dos ocasiones, según la denuncia. La primera vez sucedió cuando Lloig le invitó a subir a una sala de audiovisuales. Allí, estando el religioso y el menor solos, proyectó una película erótica. Durante la sesión, Lloig acabó abusando sexualmente del denunciante.
En una segunda ocasión, Lloig subió al menor a sus aposentos, una habitación de reducidas dimensiones, con la excusa de mostrarle unas fotografías. Cuando entraron en la cámara, el religioso cerró la puerta con llave y abusó sexualmente de él, por segunda vez.
Fundador del GIC
Lloig fundó el GIC de Tàrrega en 1972 y lo dirigió hasta 1997, cuando este centro de ocio educativo estaba a punto de cumplir los 25 años. La decisión de relevar a Lloig del GIC fue tomada por el máximo responsable de la orden de los Carmelitas en Catalunya, según se desprende de un artículo publicado en mayo de 2022 en ‘Nova Tàrrega’, después de su fallecimiento.
En 2019, cuando el primer denunciante acudió a los Mossos, Lloig todavía vivía. Tras aquella denuncia, los Mossos, por orden del juzgado de Cervera que ahora ha encajado la segunda denuncia, investigaron al fraile y llegaron a registrar su habitación y analizar su ordenador portátil. La víctima había subrayado que Lloig podía haberle sacado fotografías mientras abusaba de él.
Los policías no encontraron nada en la computadora, pero según las fuentes consultadas, durante el registro el fraile confesó ante los investigadores que era verdad que había abusado de niños del Grup Infantil Carmelità. La denuncia, sin embargo, acabó archivándose provisionalmente porque el juez estimó que no existían indicios.
Suscríbete para seguir leyendo
- Protección Civil urge a los catalanes a tener un kit de emergencias en casa para sobrevivir 72 horas
- Un juzgado concede una incapacidad para trabajar a una mujer de 80 años con enfermedad renal crónica
- Ojo con los detergentes de lavavajillas: los pediatras alertan de su relación con la salud intestinal y el aumento de alergias en niños
- Un profesor de instituto en Catalunya cobra 2.713 euros brutos, 521 euros menos que en el País Vasco
- En el pueblo manchego que se niega a cambiar su nombre franquista: 'Aquí a la gente le dio trabajo y casa
- Varias comarcas catalanas bajo aviso meteorológico ante la previsión de lluvias intensas para la próxima madrugada
- Un nuevo control de camiones en la AP-7 acaba con 33 denuncias, la mayoría por exceso de velocidad
- Este es el kit de emergencias que recomienda Protecció Civil en Catalunya