La cita
Conejo al ajillo en casa del jefe de la Guardia Civil en Catalunya
“Hay ciertos momentos que los hijos sufren lo que representan los padres para parte de la sociedad”
La Cita es una serie de entrevistas personales con personajes relacionados con el mundo policial, judicial, emergencias que nos muestran su lado más desconocido
Cuenta que su larga experiencia en la lucha contra ETA le enriqueció como guardia civil, que su debilidad es la investigación criminal -faceta que le ha servido para completar su carrera profesional como el máximo responsable de la Benemérita-. No ha parado quieto desde que entró en la academia hace 42 años y donde compartió aula con el ahora Rey Felipe VI. El País Vasco, Madrid, el extranjero y su casa: Catalunya. Aquí se crio y aquí se ha asentado. Hijo de Guardia Civil, vive como uno más en la residencia del cuartel de Barcelona junto a su familia y dirige el cuerpo de 4000 personas en Catalunya. De humor ácido y semblante serio, nacido en Belalcázar aunque criado en Barcelona, parla català aunque se le nota ese acento del sur. Hombre de gentes, con 61 años, está casado y tiene tres hijos, es un gran cocinero, amante del running y la lectura. Hoy ha aceptado La Cita. Hablamos del general de Brigada Pedro Antonio Pizarro de Medina, jefe de la Guardia Civil en Catalunya.
-Gracias, General, por aceptar La Cita. A dónde nos llevas?
-Hoy vamos a mi casa y vamos a preparar conejo al ajillo. Algo me ayudarás. Un platito estrella que me gusta hacer cuando hay tiempo. Conejo al ajillo, sencillo, y además que no tiene grasa. Así guardamos del tipo.
El General vive junto a su mujer en uno de los pisos que la Guardia Civil pone a disposición de los policías. Lleva al frente del cuerpo en Catalunya desde 2024. Estamos en su cocina preparando su plato estrella. El conejo está cortado a trocitos y los ingredientes dispuestos sobre la mesa. Nos ponemos el delantal y a trabajar.
-Oye, estamos en tu casa y vives donde trabajas. El hecho de que os faciliten una vivienda se ve como ventaja, no?
- A mí me favorece mucho vivir dentro del cuartel. Yo no he vivido siempre dentro de cuarteles, depende de las circunstancias. Eso no quiere decir que seamos endogámicos, que algunos achacan eso por vivir en el mismo sitio. Si no tuviéramos esto, yo no podría moverme - ¿dónde me compro el piso yo, Marta? Si mañana trabajo en Tenerife, por ejemplo. Tengo vida como la tienes tú. Recibo a gente como te recibo yo aquí. Esto no es un gueto ni estamos aislados. Al final es la filosofía de mayor disponibilidad a la función pública que desarrollamos, porque nuestra movilización y respuesta ante una incidencia es más rápida que en otros cuerpos y eso es una ventaja para el ciudadano.
Sobre vivir en el Cuartel de la Guardia Civil: “Tengo vida como la tienes tú. Recibo a gente como te recibo yo aquí. Esto no es un gueto ni estamos aislados”
-Con 18 años ya estabas en la Guardia Civil…
-Soy hijo de Guardia Civil y te preguntas ¿qué quieres ser de mayor? Como mi padre. Lo tenía claro desde pequeñito cuando ingresé con 18 años. Yo me había criado aquí desde que tenía un año, fue aquí en el mismo edificio donde ahora estamos cocinando, que es donde vivo también, y que era la antigua comandancia de Barcelona y hoy la sede desde donde se dirige toda la Guardia Civil de Cataluña.
-Bueno, y eso que me decías que compartiste Academia de Oficiales con el ahora Rey Felipe…
-Ingresé primero como guardia y con el sueldo de guardia, me pude costear dos años de intensa preparación para poder ingresar en la Academia General Militar de Oficiales y el año que ingresé tuve, pues, el privilegio de compartir los tres primeros meses con él hoy, su majestad, el rey Felipe VI. Para que veas, somos de buena añada. Esa añada de la Academia del 85 tiene fundamento como la comida de Arguiñano (ríe)
-Tienes para hacer un libro: Hasta has estado en Bosnia, en misiones de paz y te has movido bastante, ¿verdad?
-Ya con 61 años y con 42 años de profesión me ha dado oportunidad para conocer gran parte de España y el extranjero. La Guardia Civil somos un cuerpo gendármico, un cuerpo de carácter militar y nos permite participar y seguimos participando en misiones de restablecimiento de paz, acompañando a contingentes militares. Ten en cuenta que ahora mismo tenemos Guardia Civil trabajando en medio mundo, ¿no? Donde hay problemas en el Líbano, en Israel, en Palestina, en el Sahel, en embajadas, en organismos internacionales de cooperación policial. Yo, como hablo francés, pues, me he movido mucho por Francia y eso, pues, te da juego.
El conejo va cogiendo forma. Rebozamos la carne y falta preparar el sofrito y echarle el caldo. A Pedro se le nota que tienes dote en la cocina. Tanto es así que es el chef de su casa y se considera ciudadano de mundo
-¿Tres hijos y casado con una catalana de Ripollet?
-Casado con una catalana de Ripollet, al final lo que es la mezcla cultural, multiétnica y tal, pues apellido catalán, apellido más castellano, que es el mío. Yo resumo que tengo un hijo vasco que habla catalán con acento navarro y casi se hace del Real Madrid, aunque son del Barça, pero te hace con esa frase compuesta que me he inventado yo, es el recorrido por donde he estado.
“Yo no espero que me quieran. Yo lo único que quiero es que me respeten”
-¿Cómo lo han vivido ellos de pequeños el hecho de estar aquí en Catalunya, ser hijos de Guardia Civil?
-Al final, aquí hemos vivido una época mala, Y eso supone que por ser hijo de quién eres, al final hay ciertos momentos que los hijos sufren lo que representan los padres para parte de la sociedad. ¿La opinión es libre, no? Lo que no es bueno es focalizar en los hijos lo que repudias de una parte, ya seas médico, ya seas bombero, ya seas...
-Hablas de la República Independiente de tu casa…
-No todo el mundo tiene que pensar como tú, sino que el pensamiento es libre. La opinión. La república independiente de mi casa la tenemos cada uno en nuestra propia casa. El anuncio tan famoso de Ikea, cada uno tenemos, marcamos nuestras normas. Si esas normas las haces para ti, o se las quieres imponer al resto, ahí es donde ya empezamos con el conflicto.
-Y tus hijos han volado… Están fuera?
-Ya son mayores, un hijo de casi 34 años, mecánico de aviones, trabaja en Alemania, luego tengo otro de 31 años, ingeniero industrial, ahora mismo está en Manila trabajando. Luego la pequeña, casi 26 años, arquitecta. Ese enriquecimiento que les ha supuesto, pues moverse con nosotros.
-Has estado en misiones de paz, has trabajado codo a codo con el general Galindo en la lucha antiterrorista, comandos desarticulados, cuéntanos eso.
-Bueno, pues cuando estás metido, si estás trabajando en información, como me tocó a mí en los años duros de ETA, como hijo de Guardia Civil, como Guardia Civil, como oficial de la Guardia Civil, viví en Bilbao, viví en San Sebastián, viví en Pamplona, y en esos sitios en los años noventa, principios de los noventa, estábamos todavía en los momentos álgidos y duros de la lucha contra ETA, pues trabajaba en eso, en la desarticulación de comandos.
-¿Teníais que tomar medidas en esa época, esas cosas de mirar debajo del coche?
-Claro, no solo yo, sino mi mujer, porque ella tenía su vida, había que seguir viviendo, había que ir a comprar a la calle, y había que mirar debajo del coche, ya lo creo que sí.
-Trabajar en la lucha contra ETA te sirvió de mucho en tu carrera para explorar otras facetas…
-Me enriqueció mucho para en el futuro, seguir con algo de lo que yo más me siento identificado, la investigación criminal. Volví de San Sebastián a Manresa y trabajé puro y duro en investigación, homicidios, tráfico de drogas, violencia de género, que en aquellos entonces ya nos formábamos específicamente para atender a las víctimas, mujeres que eran maltratadas por sus parejas, por sus esposos, y luego ya seguí trabajando en investigación en Navarra, luego ya me fui a temas de asesoramiento a Madrid, en la Dirección General, que también fue muy enriquecedor.
Turno del sofrito. Removemos con pimentón dulce, tomillo, orégano, laurel y una guindilla (o más, si nos gusta picante). Huele de maravilla. Enseguida lo mezclaremos con el conejo y las patatas para acabar la comida.
-General, siguiendo tu trayectoria, participaste en la liberación la farmacéutica de Olot, María Àngels Feliu y la acompañaste a su casa. ¿Cómo te afectó?
-Me tocó el inicio primero de las diligencias que nos correspondían a las unidades de investigación porque era un tema de secuestro. Y luego, en su liberación, la llevamos a su casa, la dejaron en una gasolinera y ella se identificó y a partir de ahí nos movimos y la llevamos a casa.
-¿Recuerdas cómo estaba? ¿Le dijiste alguna cosa?
-Pues una mujer demacrada, todavía con el shock de que si estaba o no estaba liberada y en una nube de sentimientos de encontrarse con su familia y encontrarse con capacidad autónoma para decidir lo que crea conveniente.
-Ahora estás de general de jefe de la Guardia Civil en Catalunya. ¿Qué supone eso para ti?
-Yo he empezado de base. Entré como Guardia Civil de base y he ido superando oposiciones, cursos, formación continuada. Llegar donde estoy es una satisfacción. La insatisfacción es que no están mis padres aquí conmigo.
“El ciudadano lo que quiere es que le resuelvan su problema y somos bien recibidos y hay gente que te hace una sonrisa y otros cara de huraño, es normal”
-¿Cómo crees que os ven los catalanes?
-Depende de qué edad tenga cada catalán. Es decir, el que es una persona normal y que reconoce el trabajo de unos y de otros reconoce tu trabajo y te lo sigue reconociendo. Seguimos ejerciendo muchas competencias y seguimos resolviéndole pequeños problemas a la gente. Hay un montón de cosas que hacer y el ciudadano le da lo mismo el uniforme. El ciudadano lo que quiere es que le resuelva su problema y somos bien recibidos y hay gente que te hace una sonrisa y otros cara de uraño. Pero, bueno, es normal. Yo no espero que me quieran. Yo, únicamente, lo único que quiero es que me respeten. El querer se consigue con la apreciación. Cuando has sufrido algo y has visto que te han resuelto un tema, rompen todos los estereotipos, ¿no?
-En términos generales, ¿qué hace la Guardia Civil en Catalunya? Yo creo que hay gente que, a veces, ni lo sabe.
-Evidentemente, la seguridad ciudadana es de los Mossos de Esquadra, la policía de despliegue territorial en la comunidad, pero nosotros seguimos ejerciendo seguridad ciudadana en recintos donde todavía tenemos la competencia. El resguardo fiscal del Estado, intervención de armas explosivos, el SEPRONA, el mar territorial, nuestra presencia en el ejercicio de nuestras competencias, moviéndonos por cualquier población, por la carretera, sigue generando seguridad, sigue evitando que se cometan cosas. La Guardia Civil sigue aportando un valor importante al sistema de gestión global de seguridad en Catalunya, con independencia del reparto de competencias que hay.
Sofrito listo. Ahora toca el conejo con las patatas y ajos, una copita de vino blanco y cubrirlo todo con caldo de verdura. Ñam ñam. Es la recta final y queremos saber qué hace Pedro en su tiempo libre.
-¿Cómo es un día de Pedro?
-Hoy a las 6:20 de la mañana ya estaba haciendo spinning. Mi agenda es bastante amplia. Esta tarde tengo un acto representativo, con lo cual procuro hacer deporte porque me sirve para estar en forma, me satisface, me permite liberarme del estrés que tiene uno acumulado. El resto del día no tengo horas ni horario, el teléfono sigue funcionando en todo, hay que decidir cosas, es la responsabilidad del cargo, estés de vacaciones o no estés de vacaciones.
-Spinning…
-La bicicleta de montaña requiere mucho tiempo, con lo cual el spinning, con tres cuartos de hora, 50 minutos, unas flexiones, unas abdominales, algo de peso, te mantienes en un estado de forma. Yo en reposo, tranquilo, rondo las 53 pulsaciones.
-¿En serio? 53 pulsaciones, madre mía.
-Y tengo más de 60 años ya.
Además, eres un lector empedernido.
-Otro refugio para liberarte de la tensión del día a día, aparte de que te guste no deja ser una manera de liberarte, meterte en otras historias y te olvidas de las propias tuyas. La novela policíaca, la novela histórica, de ir avanzando y descubriendo, como ahora estoy leyendo la segunda posición del Premio Planeta, que fue del año pasado o del anterior, que hablaban de la historia de Alejandro Magno, y te preguntas ¿dónde está Tarso? Pues te metes en el Google y a la vez que estás leyendo ya te pones a leer Tarso en la tablet, vas aprendiendo, descubriendo mundos que no conoces, porque no has tenido la oportunidad de ir, o no has podido o no has querido.
-Una vida plena junto a tu mujer, 35 años de casados y muchas aventuras. ¿qué pasó con uno de los partos, que no pudiste ir?
-Yo estaba en esos momentos en San Sebastián, detrás de los malos, y tuvo que llevar a mi mujer otro compañero al hospital.
-Vaya, ¿y eso te pasó con otro hijo?
-Y el segundo, pues también, a los 3 días después de salir del hospital, me marché una semana de detenciones, mi mujer contentísima. Todavía recuerda que comimos ese último día, dice, que comimos paella y me fui.
-Te lo echa en cara cuando se enfada…
-Me lo tiene guardado y además tiene razón.
-¿Pocas mujeres hay en la Guardia Civil?
-En la Guardia Civil llevamos ya muchos años desde que ingresaron, desde finales de los 80. El tema también es el tipo de destinos, pequeñas unidades. Tú pregúntale ahora a una mossa de las que ha salido de la última promoción que tiene que ir destinada, pues yo que sé, por decir, a Tremp. Yo he vivido en Tremp. Es un lugar encantador. Montaña, naturaleza. Pero esa mossa es de Hospitalet de Llobregat. Y lo que querría es quedarse allí. Eso trasladado a la Guardia Civil, que sales de la Academia de Baeza y tu destino es, a lo mejor, Granadilla de Abona, en Tenerife. Y esa persona es de Lugo. Esa dispersión de destinos y sitios muy pequeños, que es donde estamos nosotros principalmente desplegados en todo el territorio nacional, coarta a posibles candidatos.
Como hijo de guardia civil, qué es lo que te ha enseñado?
-Sentido común, humildad, tomarte las cosas en serio, atender al que tienes delante, que el problema te expone es su principal problema, lo demás son tonterías.
El plato ya está listo y la mesa preparada con todos los detalles. Nos quedamos a comer. Comemos con el general y su mujer el famoso ‘Conejo al ajillo de Pedro’ y debo decir que está para chuparse los dedos. Aquí está la receta.

Marta Catalá hace "La Cita", para El Periódico / EP
La receta escrita por el General:
- Corte de conejo en trozos pequeños, salpimentar y harinar, sofreír y apartar (un conejo por 4 pax.)
- Chascar patatas (una por comensal), sofreír con pimentón dulce, tomillo, orégano, laurel, una guindilla (si te gusta picante) y con una cabeza y media de ajos desgajados sin pelar (un golpe de mortero).
- Mezclar conejo con patatas y ajos, copita de vino blanco, evaporar alcohol y cubrir todo con caldo de verdura
- Hervir a fuego medio hasta que patata hecha
La Cita en un minuto
-Nunca me voy a dormir sin…
-Leer
-Si pudiera…
-Haberle dedicado más tiempo a los míos, pero volviendo atrás seguiría sin poder dárselo
-El último libro
-El secreto de Spinoza, José Rodrigues dos Santos
-La última película
-El Espía inglés
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