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Entrevista

Salud Grau, psicóloga: “Los afectados por la dana de Valencia aún sienten frustración y rabia”

Como miembro de la Asociación Carena, acompaña psicológicamente desde hace un año a los damnificados por la catástrofe: "La huella emocional de la dana ha quedado impresa en todos los valencianos"

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La psicóloga Salud Grau, a la entrada de la Asociación Carena de Valencia.

La psicóloga Salud Grau, a la entrada de la Asociación Carena de Valencia.

Eduard Palomares

Barcelona
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El primer aniversario de la dana de Valencia ha hecho que las imágenes de esa catastrófica jornada vuelvan a copar las pantallas. Para aquellos que perdieron a un ser querido o vieron cómo su casa quedaba destrozada, sin embargo, ese recuerdo no se ha apagado ni un día desde entonces. Salud Grau, de la Asociación Carena, les acompaña en su proceso de duelo en el marco del Programa de Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación La Caixa, que puso a los psicólogos de sus equipos de atención psicosocial a disposición de los damnificados por las riadas.

-¿Qué impacto emocional ha tenido para los afectados el aniversario de la dana?

-Ha sido un octubre complicado, sobre todo para los familiares de las víctimas mortales, porque con el primer aniversario han revivido todo lo ocurrido con más intensidad. Estamos trabajando con diversos procesos de duelo, tanto por la muerte de seres queridos como por la pérdida de las casas y los recuerdos, incluso el duelo colectivo por el estado en el que quedaron los pueblos. En cualquier caso, las ‘primeras veces’ siempre remueven mucho.

-Este otoño, además, ha venido acompañado de diversos episodios de lluvias intensas en la Comunitat Valenciana.

-Sí, y ha supuesto un doble impacto para los afectados. Muchas de las personas que trato me explican que cuando llueve están más irritables, discuten más o no tienen ganas de hacer nada. Esto es porque se reactiva el sentimiento de alerta y les provoca mucha ansiedad, una hipervigilancia. La huella emocional de la dana, de hecho, ha quedado impresa en todos los valencianos. Yo misma, que solo llevo un año trabajando aquí, he notado que necesito volver a relacionarme con la lluvia sin miedo.

-¿Cómo evoluciona el proceso de duelo de las personas que perdieron a un ser querido?

-Depende de cómo se produjo la muerte, aunque, en general, ya han superado la fase de negación y de shock, si bien hay algo que no les permite avanzar: que no se hayan asumido responsabilidades políticas. Son conscientes de que fue una catástrofe natural fuera de control, pero a la vez sienten mucha frustración porque se podrían haber evitado muchas muertes si la alerta no hubiera llegado tarde. Trabajo con ellos para manejar esa rabia contenida, pero aún no me atrevo a abordar el perdón.

-¿Es posible superar una vivencia tan traumática?

-Sí, pero depende mucho del apoyo social y personal. Tratamos con algunas personas con pocos recursos y redes muy limitadas que a menudo se aíslan, por miedo, sobre todo si son mayores. No les hablo directamente de ‘felicidad’, porque genera resistencia, pero intento animarlas a reconectarse, a encontrar algo que les inspire, que les haga sentirse vivas.

-¿Es diferente el proceso de duelo en aquellas personas que se quedaron sin casa?

-Al principio muchos no eran conscientes de lo que estaban viviendo, incluso decían que no se podían quejar, porque ellos no habían perdido a nadie. Pero sí pueden, y tienen derecho a hacerlo, porque el duelo también aparece cuando se pierde algo con lo que tenemos un vínculo. Hay que poder llorar, enfadarse y hablar de ello para luego llegar a la aceptación a través de una mirada más compasiva. Nada volverá a ser como antes, pero podemos trabajar para encontrar un sentido a la vida.

-¿La solidaridad que se generó puede ser un consuelo?

-Sin duda. Los voluntarios fueron un factor protector frente al desarrollo de trastornos mentales entre los afectados. Les acompañaron, les consolaron... Muchas personas que habían perdido a su familia se sintieron arropadas por desconocidos. Ver eso fue muy emocionante. También me ha impresionado la capacidad de resiliencia de algunas personas; madres que perdieron a sus hijos y han seguido adelante. Para mí ha sido un privilegio poder acompañarlas.

Un futuro de oportunidades

EL PERIÓDICO y Fundación La Caixa dan voz a los perfiles sociales, culturales y científicos que con su esfuerzo están creando una sociedad con más oportunidades para todos.