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+Debate

Rehabilitar viviendas para no dejar a nadie atrás

Administraciones y profesionales del sector apuestan por una aplicación urgente de la ley para adaptar las fincas antiguas

Los participantes durante la mesa redonda.

Los participantes durante la mesa redonda.

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El objetivo está claro:convertir las viviendas antiguas en fincas más seguras, accesibles y usables. Para hacerlo posible, existe ya una nueva ley que comenzó a aplicarse en 2024 según la cual se establecen parámetros que quieren impulsar estas reformas necesarias. Catalunya cuenta con un parque de vivienda envejecido, ya que se calcula que el 80% de los edificios tiene más de 40 años. Aislamiento, refuerzo de la estructura o la incorporación de un ascensor se convierten en medidas urgentes para garantizar que vecinos y vecinas puedan vivir con seguridad y confort.

Este fue el hilo de la mesa redonda organizada por EL PERIÓDICO e impulsada por Otis, celebrada el pasado 16 de octubre en la sede del diario, y en el que participaron representantes de la Generalitat de Catalunya, del Ajuntament de Barcelona y expertos y entidades del sector.

Daniel Morell, Jefe del Servicio de Rehabilitación de Vivienda de la Generalitat de Catalunya.

Daniel Morell, Jefe del Servicio de Rehabilitación de Vivienda de la Generalitat de Catalunya. / Maite Cruz

“Intentamos que los vecinos puedan aplicar esta ley con ayudas, seguimiento y una asesoría técnica”

Daniel Morell

— Jefe del Servicio de Rehabilitación de Vivienda de la Generalitat de Catalunya

Arrancó el debate el jefe del Servicio de Rehabilitación de Vivienda de la Generalitat, Daniel Morell Roldán, apostando por la reforma del parque de vivienda muy envejecido. Una realidad que obliga, dijo, a ponerse al día con criterios de “seguridad, eficiencia energética y accesibilidad”. Morell admitió que “encajar todo este puzle es complicado”, porque las normativas europeas exigen espacios amplios y ascensores grandes que “muchas fincas simplemente no tienen”. Aun así, insistió: “No podemos dejar a nadie atrás.”

Anna Font, Directora del Programa de Fondos Europeos en materia de rehabilitación y regeneración Gerencia de Vivienda del Ajuntament de Barcelona.

Anna Font, Directora del Programa de Fondos Europeos en materia de rehabilitación y regeneración Gerencia de Vivienda del Ajuntament de Barcelona. / Maite Cruz

“Existen cuatro barreras iniciales: la sensibilidad, la financiación, el acuerdo vecinal y la burocracia administrativa”

Anna Font

— Directora del Programa de Fondos Europeos en materia de rehabilitación y regeneración Gerencia de Vivienda del Ajuntament de Barcelona

La entrada en vigor de la nueva ley de discapacidad y accesibilidad supone “un punto de inflexión”, afirmó la directora del programa de los Fondos Europeos en materia de rehabilitación y regeneración de la Gerencia de Vivienda del Ajuntament de Barcelona, Anna Font Morera. Destacó también que, por primera vez, “la accesibilidad universal será reivindicable ante cualquier instancia” y que, además se facilita que “cualquier persona con discapacidad pueda proponer obras de mejora en su edificio”.

Vicente Ginés, Director del área Noreste  de Otis

Vicente Ginés, Director del área Noreste de Otis / Maite Cruz

“Puesto que tanto personas como infraestructuras van envejeciendo, la modernización de edificios es fundamental ”

Vicente Ginés

— Director del área Noreste de Otis

Y es que no hay que olvidar la dimensión humana de este problema, que recordó la jefa de la Unidad de Autonomía Personal, Tecnología y Accesibilidad de la ONCE Catalunya, Anaïs Garcia: “Una de cada diez personas padece o padecerá una discapacidad permanente”. “La accesibilidad es imprescindible para el 10%, importante para el 40% y confortable para el 100%”, argumentó Garcia, concluyendo que “es buena para todos”.

Anaïs Garcia, Jefa de la unidad de autonomía personal, tecnología y accesibilidad ONCE Catalunya.

Anaïs Garcia, Jefa de la unidad de autonomía personal, tecnología y accesibilidad ONCE Catalunya. / Maite Cruz

“Con la nueva ley las personas con discapacidad tendremos más facilidades para eliminar barreras”

Anaïs Garcia

— Jefa de la unidad de autonomía personal, tecnología y accesibilidad ONCE Catalunya

Desde el Ajuntament, Font apuntó que “el 87% de los edificios de Barcelona se construyeron antes de 1980” y advirtió que “tenemos una población cada vez más envejecida”. En este sentido, recordó que cada convocatoria de ayudas incluye líneas específicas para la accesibilidad, la seguridad estructural y la eficiencia energética.

Desde el sector privado, Vicente Ginés, director del área Noreste de Otis, subrayó la necesidad de “pensar en todas las discapacidades, no solo en las físicas”. Solo un 21,8% de las viviendas en Catalunya están preparadas para el envejecimiento, lo que supone un reto enorme en un país donde la edad media del parque de viviendas es de 45 años. En el caso concreto del ascensor, Ginés recordó que “la tecnología actual nos permite instalar ascensores en lugares donde antes era imposible y, para ascensores ya existentes, ya tenemos productos que te permiten modernizar los equipos por fases”, sin tener que esperar a que haya que cambiarlo de forma completa.

Bernat Navarro, Secretario del CATEB.

Bernat Navarro, Secretario del CATEB. / Maite Cruz

“Es una oportunidad única que no se va a repetir para poner los edificios a cero, y hayque aprovecharla”

Bernat Navarro

— Secretario del CATEB

Para abordar estas reformas es necesario seguir unos pasos previos. “Las comunidades deben tener los deberes hechos”, recordó Bernat Navarro, secretario del Col·legi d’Arquitectura Tècnica de Barcelona: informe técnico, certificado energético y estudio de accesibilidad, antes de solicitar subvenciones. Navarro defendió la figura del “técnico de cabecera” como referente de confianza para las comunidades. El secretario del CATEB invitó a participar en las jornadas REhabilita, que arrancan el 21 de octubre.

Morell ahondó en que “muchos edificios aún no tienen el libro del edificio ni la inspección técnica en regla” y recomendó empezar con estos trámites lo antes posible porque la ley prevé tres fases de adaptación: “un año para las mejoras sencillas, tres para las intermedias y cuatro para las estructurales”. “Las obras son caras, y hace falta financiación”, admitió Font, recordando que muchas comunidades tardan “entre un año y medio y tres” en ponerse de acuerdo. “La nueva ley puede ayudar con las mayorías, pero hace falta pedagogía”, añadió.

La representante municipal expuso que “un elemento impulsor de la rehabilitación es la instalación del ascensor”. Pero antes de llegar a la mejora, hay que superar cuatro grandes barreras, según especificó: “La sensibilidad, la financiación, el acuerdo vecinal y la burocracia administrativa”.

Para finalizar, Ginés recaldó que la estructura social de España y Catalunya está compuesta por pequeños propietarios y comunidades de vecinos que se deben de poner de acuerdo. Por eso expuso que la rehabilitación no requiere solo de soluciones técnicas, sino también de un enfoque colaborativo y social entre todas las partes.