Etapa vital
El sistema de salud suspende en atención a la menopausia: solo el 30% de mujeres reciben asesoramiento del ginecólogo
La formación médica ha mejorado, pero aún se minimiza el problema, faltan unidades especializadas y se ofrecen soluciones fragmentadas o tratamientos mal enfocados
Ocho de cada 10 mujeres sufren síntomas vinculados a esta etapa
Las mujeres sacan la menopausia del armario pero aún no reciben tratamientos adecuados

Dos clientas reciben asesoramiento sobre menopausia en la farmacia. / Elisenda Pons / EPC

Durante décadas, la menopausia ha sido un tema tabú, silenciado e invisibilizado. Pero la situación ha dado un giro y ahora abundan los mensajes, campañas e ‘influencers’ que hablan sin parar sobre qué es la menopausia y cómo aliviarla. El cambio obedece a que las mujeres han decidido dejar atrás viejos clichés, romper estereotipos y visibilizar esta etapa vital. El problema es que el sistema sanitario no es capaz de absorber sus dudas y demandas: solo el 30% mujeres afirman haber recibido un asesoramiento específico de su ginecólogo.
El dato procede de un estudio elaborado por la clínica Dexeus Mujer, que también indica que el 80% de las mujeres experimentan algún síntoma relacionado con la menopausia (sobre todo sofocos, sequedad vaginal o insomnio) y una de cada dos ve afectado su día a día. Sin embargo, a pesar de esta elevada prevalencia, las mujeres se sienten “solas”, especialmente cuando empiezan a experimentar los principales cambios.
Los déficits del sistema de salud se asientan en múltiples factores. En primer lugar, en la falta de investigación en torno a las patologías femeninas. En segundo, en la existencia de una especie de ‘hormonofobia’ hacia parte de los tratamientos existentes. En tercero, a la falta de formación de los sanitarios dado que, como la menopausia no es una enfermedad, durante años no se ha estudiado en la carrera ni en la especialización de ginecólogos. Y en cuarto, a que tras años de invisibilización, muchas mujeres minimizan sus síntomas o piensan que no hay remedio y, por tanto, no lo consultan con el médico. O prefieren buscar respuestas en internet, donde multitud de 'influencers' y marcas comerciales vuelcan mucha información pero, en ocasiones, sin base científica.
Hemos pasado del silencio al ruido, con muchas propuestas ‘fake’ que prometen solucionar síntomas y solo buscan sacar dinero
“Hemos pasado del silencio al ruido, con muchas propuestas ‘fake’ que prometen solucionar síntomas y solo buscan sacar dinero”, critica Montse Roura, fundadora de la asociación pionera en hablar de menopausia, ‘Ella y el abanico’, que este sábado, Día de la Menopausia, cumple 15 años.
Enfoques equivocados
El problema es que, ante el aluvión de información, remedios y consejos sobre la menopausia que proliferan en internet y son motivo de conversación habitual, lo lógico es que el sistema sanitario fuera el buque insignia a la hora de ofrecer soluciones. Pero, a día de hoy, aunque ha habido avances y cada vez hay más sanitarios formados, todavía persiste cierto desconocimiento, minimización del problema y enfoques equivocados, como prescripciones de antidepresivos o ansiolíticos sin una evaluación exhaustiva. A lo que hay que añadir que no todos los tratamientos están financiados y, en general, no se brinda una respuesta integral y en red a los síntomas.
“El sistema sanitario está diseñado con una mirada masculina y las mujeres seguimos sin encajar porque no se hizo para nosotras. Debería haber unidades de menopausia multidisciplinares que atiendan a todos los síntomas”, añade Roura.
Un grueso de unidades multidisciplinares desaparecieron cuando en 2002 una investigación sin suficiente evidencia vinculó los tratamientos hormonales con el cáncer
A este respecto, desde la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia –que agrupa a más de 1.300 sanitarios de distintas disciplinas y es uno de los colectivos que más ha batallado por ampliar la formación médica sobre la menopausia–, Jesús Presa indica que antes había más unidades multidisciplinares en atención a la menopausia pero muchas desaparecieron cuando en 2002 una investigación asoció los tratamientos hormonales para la menopausia con el cáncer, lo que generó la ‘hormonofobia’ que aún pervive en nuestros días.
Persiste el miedo de muchas mujeres a hormonarse y la idea, entre los médicos, de que no hay que tratar la menopausia. Investigaciones posteriores han demostrado que los tratamientos hormonales son seguros y eficaces en algunos casos. Sin embargo, solo el 5% de las mujeres con síntomas moderados y graves, el colectivo que podría beneficiarse, los toman.
Presa, jefe del Ginecología del Hospital de Jaén, apunta a su vez a otros fallos del sistema sanitario, como la falta de formación de los médicos de atención primaria –que ha mejorado en los últimos años pero aún no ha llegado a todos– y los problemas de comunicación entre el primer nivel y la atención especializada, los cuales provocan que, a menudo, las mujeres tengan que ir de puerta en puerta. Presa también señala que, aunque en la carrera de Medicina y Ginecología en los últimos años “ha ganado peso la menopausia, que antes no se estudiaba, aún hay un gran trabajo por hacer”.
No ha habido investigación de los problemas específicos de las mujeres y, como no hay ciencia, se confunden los términos
Falta de ciencia
Para Carme Valls, endocrina y experta en salud y mujer, el problema radica en que, históricamente, “no ha habido investigación de los problemas específicos de las mujeres y, como no hay ciencia, se confunden los términos y se ha pasado de decirles a las mujeres que se abaniquen cuando tengan sofocos, es decir, que se aguanten, a medicalizar y querer convertir la menopausia en una enfermedad y no es ni una cosa ni la otra”.
A su juicio, una de las confusiones más habituales –que también está presente en mensajes lanzados por sanitarios– es la “tendencia a creer que todos los problemas que las mujeres puedan tener en esta etapa es por el déficit hormonal y eso está por demostrar”. Y otro equívoco extendido, según Valls, es que “la salud mental queda afectada por la menopausia”. En su opinión, el problema es que los laboratorios farmacéuticos tienen la “estrategia de decir que cualquier síntoma que se presente a partir de los 50 años es por menopausia” y causan una “confusión” generalizada.
En este escenario, las matronas intentan ofrecer una respuesta “global” a los diferentes síntomas que causa la menopausia, pero el problema es que “no tienen un espacio de consulta específico”, según explica Sara Canalda, de la Associació Catalana de Llevadores. En algunas comunidades solo atienden el embarazo y en otras, como en Catalunya, hacen las citologías y otras pruebas y pueden aprovechar ese momento para asesorar a las mujeres a partir de la perimenopausia, pero “es una atención oportunista, aprovechando otro motivo de consulta, lo que depende de la sensibilidad de la profesional hacia este tema”.
“Hace falta que las instituciones busquen recursos y ofrecer atención específica a la menopausia”, sintetiza Canalda.
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