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Estudio científico

La contaminación del aire durante el embarazo se asocia con una maduración cerebral más lenta de los bebés

Un trabajo liderado por científicos de Barcelona apunta a una clara correlación entre una mayor exposición materna a PM2.5 durante el embarazo y una menor mielinización en el cerebro de los bebés

¿Cómo afecta la contaminación ambiental en el embarazo y su descendencia?

Contaminación en Barcelona.

Contaminación en Barcelona.

Agencias

Barcelona
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La contaminación atmosférica durante el embarazo se asocia con una maduración cerebral más lenta en bebés, según concluye un estudio de investigadores del Hospital del Mar, el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y del área de Epidemiología y Salud Pública CIBER. El estudio concluye que los bebés de madres expuestas a mayores niveles de partículas finas en suspensión durante el embarazo muestran una mielinización, es decir, un proceso clave en la maduración del cerebro, más lenta en esta etapa temprana de la vida.

En el trabajo, publicado este jueves, se analizó el primer mes de vida del desarrollo cerebral de los bebés. La mielinización es un proceso clave en la maduración del cerebro, en el que la mielina recubre las conexiones neuronales y las hace eficientes para la transmisión de información. La contaminación analizada incluye partículas muy pequeñas, unas treinta veces más delgadas que un cabello humano, y que están formadas por elementos nocivos derivados del proceso de combustión y compuestos orgánicos tóxicos, pero también por elementos esenciales para el desarrollo cerebral, como el hierro, cobre o zinc. Por eso, todavía hay que investigar cómo afecta a cada uno de estos componentes al desarrollo del cerebro de los bebés.

Clara correlación

Para llevar a cabo el estudio, se reclutaron a mujeres embarazadas en seguimiento en los hospitales Clínic, Sant Pau y Sant Joan de Déu. Se monitorizaron los niveles de contaminantes atmosféricos a los que estaban expuestas durante la gestión y, después del parto, se seleccionaron 132 bebés. A éste se les hizo una resonancia magnética antes de cumplir el primer mes de vida, para observar el grado de maduración cerebral según sus niveles de mielinización.

El estudio se llevó a cabo mediante el seguimeinto de decenas de mujeres embarazadas en seguimiento en los hospitales Clínic, Sant Pau y Sant Joan de Déu de Barcelona

Los resultados muestran una clara correlación entre una mayor exposición materna a PM2.5 durante el embarazo y una menor mielinización en el cerebro de los bebés. El investigador de la Unidad de Resonancia Magnética del Servicio de Radiología del Hospital del Mar y del Instituto de Investigación del mismo centro Gerard Martínez-Vilavella apunta que es necesario continuar controlando la contaminación y estudiar cómo esta ralentización puede influir en el desarrollo posterior del cerebro de los niños. El trabajo indica también que este efecto responde a la combinación de los diferentes elementos que forman las PM2,5, sin que se pueda identificar uno único como responsable.

Cambios en el cerebro

El jefe de la Unidad de Resonancia Magnética del Servicio de Radiología del Hospital del Mar, el doctor Jesús Pujol, afirma que en la primera etapa de la vida, los cambios en el cerebro son grandes y complejos y añade que tanto la ralentización excesiva como la aceleración de la maduración cerebral pueden ser perjudiciales para el niño. "Pero queda por determinar si el efecto observado es necesariamente nocivo", puntualiza. En este sentido, considera que el estudio abre un campo de investigación de gran interés por establecer cuál es la velocidad óptima de maduración cerebral durante el embarazo y hasta qué punto la madre y la placenta actúan como filtros efectivos para proteger y optimizar este proceso.

Los expertos afirman que hay que seguir estudiando este fenómeno y su impacto en el desarrollo cognitivo de los infantes

Por último, el investigador de ISGlobal Jordi Sunyer afirma que los hallazgos en estos bebés nacidos en Barcelona después de la primera fase de la zona de bajas emisiones alertan de que "hay que dar más pasos adelante para alcanzar los nuevos criterios de calidad del aire".