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Salud

La IA puede ayudar a comprender mejor a los pacientes con dolor crónico

Un estudio de la UOC destaca que la tecnología no sustituye al especialista sino que actúa como "asistente clínico"

La inteligencia artificial cumple 70 años: ¿Cómo nació ese término y por qué es un truco engañoso?

Fachada del Hospital de Mar, en Barcelona

Fachada del Hospital de Mar, en Barcelona / Mar Armenteros

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La inteligencia artificial (IA) puede ayudar a comprender mejor a los pacientes que sufren dolor crónico. Así lo revela un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) después de analizar decenas de casos de personas con fibromialgia, un síndrome especialmente complejo por la dificultad de diagnóstico. El trabajo demuestra que la IA puede analizar cómo los pacientes describen su malestar con resultados comparables a los de los expertos clínicos. Según los investigadores, esto abre una vía para complementar la atención médica. El estudio advierte de que la tecnología “no sustituye al especialista”, sino que actúa como un asistente clínico para agilizar la evaluación y comprender mejor la experiencia subjetiva del dolor.

La investigación universitaria remarca que el dolor crónico es una experiencia subjetiva y que los cuestionarios estandarizados usados habitualmente para valorarlo “no siempre consiguen captar la riqueza emocional y contextual del paciente”. Por eso, según apuntan, los textos escritos permiten que las personas relaten en primera persona cómo evoluciona el malestar, qué tratamientos se han probado o cómo le afecta a la vida laboral y familiar.

Aplicación práctica

Los investigadores destacan que estas informaciones son “especialmente valiosas” pero que su uso clínico es muy limitado porque los profesionales no tienen el tiempo necesario para analizarlas. “Aquí es donde la IA entra en juego. La idea central de la investigación surge de la necesidad de mejorar la evaluación del dolor con soluciones que hagan viable su uso en la práctica clínica, argumenta Rubén Nieto, uno de los investigadores.

En concreto, el estudio ha analizado 43 narrativas de pacientes con dolor crónico derivado de la fibromialgia y ha usado los modelos de lenguaje extensos de GPT-4 para asignar puntuaciones sobre la gravedad del dolor y el nivel de discapacidad que provoca en los pacientes. Las valoraciones que han obtenido son muy próximas a las que realizan los expertos humanos.

Tecnología en evolución

Además, los impulsores del estudio han subrayado que la IA no solo ofrece un número en estas valoraciones, sino que aporta explicaciones comprensibles sobre por qué llega a esa conclusión, al mismo tiempo que también puede ayudar a detectar señales psicosociales vinculadas al dolor, como la depresión o la ansiedad. Asimismo, el seguimiento prolongado de narrativas de un mismo paciente podría permitir también observar cambios sutiles en la evolución de la enfermedad.

Aun así, los investigadores advierten que la IA todavía presenta ciertas limitaciones, ya que GPT-4 tiende a “sobreestimar ligeramente la gravedad del dolor” y evita utilizar puntuaciones extremas, lo cual puede generar sesgos. Por ello, los especialistas insisten en que estas herramientas deben continuar evolucionando y que se deben usar siempre bajo supervisión clínica.