Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Seguridad en Catalunya

La tecnología para vigilar manifestaciones se sofistica: de los agentes de paisano al rastreo de comunicaciones

El Departamento de Interior forma parte de un ambicioso proyecto europeo para ayudar a la policía con inteligencia artificial de última generación

Así son los nuevos 'gadgets' de la unidad científica de los Mossos: desde detectores de ADN en el semen hasta rastreadores del linaje familiar

La tecnología para vigilar movilizaciones como las del Nou Congost es cada vez más futurista

La tecnología para vigilar movilizaciones como las del Nou Congost es cada vez más futurista / Mossos d'Esquadra

R. Tortosa

Manresa
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los agentes de diferentes cuerpos y unidades policiales, los vehículos terrestres o los helicópteros son los elementos de seguridad más fáciles de identificar en acciones de protesta como la convocada para el miércoles por la tarde en Manresa, antes del partido de baloncesto que disputarán a puerta cerrada en el pabellón del Nou Congost el equipo local, el Baxi, y el Hapoel de Jerusalén.

Pero los Mossos d’Esquadra, que ya han confirmado que cerrarán el perímetro del complejo deportivo de la capital del Bages, emplean otros medios y métodos en su estrategia de vigilancia y mantenimiento del orden público. Uno de los más habituales es el encarnado por los efectivos de paisano que se mueven entre activistas y manifestantes. De esta manera intentan evitar incidentes violentos o abortarlos antes de que se vuelvan graves.

Control de las comunicaciones

Otro aspecto fundamental en estas operaciones es la tecnología. En ocasiones como la que se dará este miércoles en Manresa, los expertos rastrean las comunicaciones entre organizadores y participantes. Dentro de los márgenes de la ley, trabajan sobre todo tipo de soportes y plataformas, desde redes sociales hasta servicios de mensajería instantánea.

La intención es la misma que en el caso de los policías camuflados: observar sin llamar la atención, pasando tan inadvertidos como sea posible. Esta es una de las razones que explican que los principales interesados en disponer de los detalles sobre el despliegue de este miércoles —el club y el Ayuntamiento— todavía ignoren la concreción.

Subvención de la CE

El interés del Departament de Interior de la Generalitat por el uso de las nuevas herramientas digitales es máximo. De hecho, la convocatoria en el Congost coincide en el tiempo con la conclusión de un ambicioso proyecto de investigación sobre este asunto que ha sido financiado con 3.725.130 euros por la Comisión Europea (CE) y que se ha basado en la colaboración de socios de nueve países del continente.

El 100% del coste que ha supuesto para el Govern esta investigación, liderada por el College of the Holy and Undivided Trinity of Queen Elizabeth, en Irlanda, ha sido subvencionado por la CE. El personal vinculado a la iniciativa forma parte de la Dirección General de la Policía y del Gabinete de Seguridad y Políticas Transversales.

Tratamiento ético y legal de los datos

Los responsables han estado desarrollando durante los últimos 36 meses, entre noviembre de 2022 y octubre de 2025, métodos de inteligencia artificial de última generación para satisfacer las necesidades de las autoridades policiales, “siguiendo un enfoque ético para el diseño”, según aclaran.

Otro objetivo es “implementar las mejores prácticas en la adquisición, el tratamiento y el almacenamiento de datos”, cumpliendo los requisitos legales, para las tareas policiales. Las administraciones de todos los países de este consorcio europeo son conscientes de que deberán formar a sus agentes para un contexto en transformación permanente.

Un informe de Amnistía Internacional indicaba que el Estado español es uno de los territorios donde se emplea de manera más intensiva la tecnología para supervisar las movilizaciones sociales o políticas. Los autores del estudio, que fue presentado el año pasado, vinculan este factor a un exceso de celo por parte de los gobernantes, lo cual, a su parecer, puede perjudicar la democracia.

Suscríbete para seguir leyendo