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Gestión forestal

Catalunya elimina autorizaciones y reduce los impuestos para talar árboles

La norma incorpora un artículo que permite declarar de interés general los trabajos de prevención de incendios

MULTIMEDIA | De la tala a la inacción: cómo gestionar los bosques en un futuro de incendios feroces

Trabajos de gestión forestal en los bosques de Vidrà, en el Bisaura (Osona).

Trabajos de gestión forestal en los bosques de Vidrà, en el Bisaura (Osona). / ORIOL CLAVERA

Guillem Costa

Guillem Costa

Barcelona
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Desde que Salvador Illa proclamó que Catalunya debía "decrecer en masa forestal" para prevenir incendios, el Govern ha aprobado varios paquetes de acciones para actuar en zonas cercanas a las urbanizaciones y los pueblos y empezar a reducir el peligro de incendios en puntos concretos. Entre las medidas planteadas, se propone aprobar un Plan General de Política Forestal y subvenciones económicas para favorecer la gestión forestal en algunas arboledas jóvenes y "demasiado densas".

Pero este martes, el Ejecutivo catalán ha ido un paso más allá y ha acordado flexibilizar la burocracia y eliminar autorizaciones requeridas hasta ahora para trabajar en el bosque. También ha sugerido retirar tasas que se imponían por la declaraciones de impacto ambiental cuando se realizaba gestión forestal con maquinaria. Estos dos cambios se han incluido en un decreto ley que reducirá la burocracia en el campo para los agricultores y ganaderos.

Así, en materia de prevención de incendios forestales, el nuevo decreto elimina la obligación de solicitar autorización para realizar actividades con riesgo de incendio en zonas boscosas aisladas de menos de una hectárea. El Govern justifica la reforma en el crecimiento de la masa forestal, la densificación de las áreas arboladas y el aumento de los grandes incendios, factores que, según argumenta, hacen necesaria una actuación "extraordinaria y urgente" para proteger a la población y los bienes.

Interés general

Por este motivo, la norma incorpora un artículo que permite declarar de interés general los trabajos de prevención, lo que habilitará a la Administración a ejecutarlos directamente en el 75% de los terrenos forestales privados de Catalunya, con una afectación estimada de unos 100.000 propietarios.

El texto también modifica la ley forestal de Catalunya de 1988 y reduce de 500 a 400 metros la franja alrededor de los bosques donde las actividades con riesgo de incendio deben contar con autorización. Esta rebaja excluye del trámite un 20% de la superficie agrícola y urbana que hasta ahora estaba afectada y permitirá reducir en un 10% el total de actividades sujetas a permiso.

La simplificación del procedimiento agilizará los proyectos incluidos en los planes de prevención, que hasta ahora podían demorarse entre seis meses y un año. Con los nuevos plazos, el Govern prevé acelerar la construcción de unos 200 puntos de abastecimiento de agua en los próximos diez años.

Menos tasas

Por otro lado, el decreto también incorpora una bonificación en el importe de la tasa por la emisión de declaraciones de impacto ambiental. La medida pretende reducir al máximo este coste para que la cuota de la tasa no suponga un obstáculo para su ejecución urgente. En concreto, la bonificación será del 75% para los planes de gestión forestal y roturaciones en zonas de alto riesgo de incendio, y del 100% para proyectos específicos de prevención de incendios.

Además de estos planes para talar árboles en zonas amenazadas por el fuego, otro de los ejes de la estrategia del Govern es recuperar espacios abiertos. La Generalitat ha anunciado un plan que adelantó hace meses este diario para actuar en enclaves concretos como el Cap de Creus, el Montseny, el macizo del Garraf o la sierra de Llaberia. Allí predominan pinedas jóvenes de pino carrasco, árboles con gran capacidad de regeneración que forman masas muy densas y vulnerables. El objetivo es aclarar parte de esas zonas para disminuir el riesgo de fuego y, a la vez, favorecer la biodiversidad asociada a matorrales y pastos.

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