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El negocio de la droga

Los narcos usan técnicas de cultivo avanzadas para triplicar la producción de marihuana en Catalunya

Los Mossos d'Esquadra alertan de que han detectado plantas modificadas genéticamente para obtener droga más tóxica

La fiscalía presiona para endurecer las penas a los narcos: pide cárcel por pinchar la luz para cultivar marihuana

Una imagen de la plantación encontrada por Mossos en la Fulleda

Una imagen de la plantación encontrada por Mossos en la Fulleda / Mossos

Germán González

Germán González

Barcelona
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La marihuana es un negocio creciente en Catalunya y los narcos buscan maneras para sacar el máximo rendimiento a sus cosechas. En últimas operaciones policiales, los Mossos d'Esquadra ya han detectado en plantaciones técnicas agrícolas innovadoras que permiten conseguir más producción de marihuana en menos tiempo. Según han explicado a EL PERIÓDICO, con estas metodologías de cultivo los traficantes han logrado triplicar las cosechas de marihuana.

Y no solo eso, estas nuevas modalidades incluyen plantas modificadas genéticamente que permiten obtener droga con una toxicidad más elevada, con lo cual los narcotraficantes sacan más rendimiento. Los Mossos ya han alertado de las consecuencias para la salud de estas nuevas variedades de marihuana, que pueden generar más dependencia, tal y como reflejan los análisis de las plantas que han requisado en los últimos meses. El objetivo de los narcos es recolectar la mayor cantidad de droga posible para transportarla a Europa, ya que allí los precios de venta se disparan. Por tanto, les interesa la mayor producción en el menor tiempo posible.

La manipulación de los cultivos permite a los narcos sacar de 500 plantas la producción de 1.500

Pese al aumento de las investigaciones y de los arrestos, el problema de la marihuana persiste en Catalunya, que ha visto cómo grupos organizados se han asentado en varias zonas del territorio, donde han ubicado plantaciones, siempre en lugares aislados. El 87% de las plantaciones son de interior, principalmente instaladas en naves industriales y casas aisladas, y un 13% son de exterior, en zonas boscosas y alejadas de las rutas de excursionistas, según detallan fuentes policiales.

Ramificaciones de cogollos

Una de las últimas intervenciones policiales que ha permitido detectar este fenómeno ha sido en Lleida, donde los Mossos descubrieron en una nave industrial del polígono Els Frares un cultivo de 500 plantas de marihuana en el que cada planta tenía tres ramificaciones cargadas de cogollos, con lo que la cosecha se triplicaba: es decir, era como si en lugar de tener una producción de 500 plantas, se conseguía una producción de 1.500 plantas.

¿Cómo se consigue esto? Los delincuentes manipulaban las plantas para forzar un mayor desarrollo de ramas y flores exponiéndolas mejor a la luz. Lo hacían mediante una cuerda desde la pared a la hoja, doblando el tallo de manera que la planta siguiera creciendo pero generara más ramificaciones. Además, instalaban un equipamiento completo para cultivo interior: lámparas LED, transformadores, ventilación con compresores y filtros de olor, y utilizaban productos fitosanitarios.

Otro método consiste en 'engañar' a la planta para que concentre su energía en producir cogollos, en lugar de engrosar el tallo

Hace apenas una semana, los Mossos d'Esquadra y los Agentes Rurales encontraron una plantación exterior en una zona protegida de la Vall de Vinaixa en el municipio de la Fulleda (Les Garrigues). Allí un grupo criminal había deforestado un terreno para cultivar 2.023 plantas de marihuana que tenían una altura de entre metro y medio y dos metros y que estaban a rebosar de cogollos.

En este caso, los delincuentes también utilizaron métodos sofisticados de cultivo. Colocaban unas estacas junto al tallo principal de cada planta y las sujetaban a ellas para mantenerlas rectas y dirigir su crecimiento. Según la policía, esta técnica permite que la planta concentre su energía en producir más cogollos en lugar de engrosar el tallo. Gracias a ello, produjeron ejemplares que pesaban unos tres kilos, de los cuales más de 500 gramos eran cogollos.

Mil kilos por dos millones de euros

Según los Mossos, en esta plantación se podrían recolectar unos 1.000 kilos de cogollos de marihuana que en el mercado negro tendrían un valor superior a los dos millones de euros. Los investigadores sospechan que esta plantación podría haber estado operativa desde la pasada primavera. Pasó desapercibida porque está en una zona aislada, lejos de accesos y caminos por la montaña.

En esta operación, los agentes detuvieron a dos hombres de 51 a 31 años, por delitos de tráfico de droga, contra la flora y la fauna, ya que la plantación deforestada está en zona protegida, y pertenecer a grupo criminal.

Los narcos también recurren a la hidroponía, en la que se prescinde de la tierra para cultivar

Además de deforestar un bosque protegido, los sospechosos habían construido una balsa de agua y una red de suministro de agua clandestina, con bombas de suministro para regar, que se abastecía de un pantano cercano. También contaba con generadores eléctricos y construcciones camufladas entre los árboles, como dormitorios, almacenes, zona de secado de los cogollos, duchas, una cocina y una garita de vigilancia.

Los sospechosos acumulaban plantas secas, con el riesgo de incendio que ello supone, y usaban productos fitosanitarios que podrían generar un perjuicio a la flora y la fauna de este espacio natural. Los Mossos sacaron a mano más de seis toneladas de marihuana de esta plantación que llevaron a la comisaría de les Borges Blanques. Sindicatos de Mossos han denunciado los perjuicios de la acumulación de esta droga en dependencias policiales.

Entre las novedades en cultivo, también figuran sistemas que permiten cultivar de forma sostenible como la hidroponía, en la que se prescinde de la tierra para usar disoluciones minerales en agua. Estas plantaciones son adecuadas para viviendas y locales como comprobaron los Mossos al encontrar un cultivo hidropónico de marihuana en una finca de Palafolls (Maresme), en la que se detuvo a cinco personas. La banda tenía otra plantación en Blanes (la Selva) y entre los dos locales los agentes requisaron 1.655 plantas de marihuana, 21 kilos de cogollos de marihuana y una pistola.

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