Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Educación

El Ministerio de Educación bajará las ratios por ley: 22 alumnos en primaria y 25 en secundaria

El departamento que dirige Pilar Alegría presenta a los sindicatos un anteproyecto de ley por el que cada estudiante con necesidades especiales computará como dos plazas

La medida empezará a implementarse en septiembre de 2027

Sánchez resucita el debate de las horas lectivas: España imparte en ESO 144 horas anuales más que la OCDE

Un profesor, durante una clase en un instituto de Barcelona.

Un profesor, durante una clase en un instituto de Barcelona. / ELISENDA PONS

Olga Pereda

Olga Pereda

Madrid
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tras permanecer en un limbo durante años, la bajada de las ratios –una de las principales reivindicaciones de los docentes– empieza a tomar velocidad de crucero. El Ministerio de Educación y FP ha presentado a los sindicatos un proyecto legislativo para que las clases de educación primaria tengan, como máximo, 22 alumnos (frente a los 25 actuales). En ESO y bachillerato, el tope será de 25 (frente a los 30 actuales).

Cuando la norma sea una realidad (de momento es solo un borrador), el calendario de aplicación será gradual y empezará a implementarse en septiembre de 2027. A partir de las cifras planteadas por el ministerio, las comunidades autónomas podrán, incluso, bajar más. La propuesta del departamento que dirige Pilar Alegría es que el alumnado con necesidades educativas especiales (solo los que tienen discapacidad física, intelectual o sensorial o trastornos severos, como autismo) compute como dos plazas.

"El alumnado con necesidades educativas asciende a 1.088.000 en toda España. De esos, 250.000 tienen algún grado de discapacidad o trastorno severo. Estos sí computarían como dos en el recuento de las ratios, pero no los otros 838.000 restantes"

— Héctor Adsuar López, CCOO

La iniciativa del ministerio también da el visto bueno a otra de las peticiones de la comunidad educativa: la bajada de las horas lectivas. El anteproyecto de ley incluye que el horario de docencia no pase de 23 horas e infantil, primaria y educación especial mientras que en el resto de enseñanza no universitaria sea de 18.

Son tiempos que ya se aplican en muchos territorios. Catalunya no es la única autonomía que los cumple, también Euskadi, Aragón, Baleares, Canarias, Comunitat Valenciana, Extremadura, Murcia, Navarra y La Rioja. Otras, como Madrid, los incumplen. Ese tiempo –que ahora estará fijado por ley y no será una simple recomendación sino una obligación– se refiere exclusivamente al de la docencia en el aula, dado que el horario real de maestros y profesores es más amplio (37,5 horas) e incluye más actividades.

El informe ‘Panorama de la educación 2025’, elaborado por la OCDE y publicado el pasado 9 de septiembre, confirma que, en España, el número total de horas obligatorias de clase en educación primaria es muy similar a la media de los países del organismo internacional. Sin embargo, en ESO, España supera en 144 horas la media de la OCDE. Si la comparación se realiza solo con los países de la UE, España tiene más tiempo lectivo en ambas etapas.

Reacción de los docentes

La propuesta del ministerio –realizada en el marco de las negociaciones de la reforma del profesorado, cuya próxima cita será el jueves que viene– ha sido recogida con satisfacción por parte de sindicatos de la enseñanza que llevan reivindicando ambas medidas desde la época de los recortes en educación (2012). “Es un avance que se incluya una norma de máximos para toda España. Fue un recorte unilateral en 2012 y es positivo ahora que se vuelva a la línea de salida”, explican fuentes de Csif tras la reunión.

Mucho menos optimista se ha mostrado el secretario de docentes de la educación pública no universitaria de CCOO, Héctor Adsuar López, que ha dejado claro que la propuesta ministerial supone mejoras, pero no suficientes. "Nuestro objetivo son ratios de 20 alumnos en primaria. Además, queremos que quede bien claro el concepto de hora lectiva para que las autonomías no hagan trampas", ha asegurado, dejando claro que la propuesta ministerial no es todo lo ambiciosa que necesita la comunidad educativa dado que no incluye, por ejemplo, reducciones de jornada para mayores de 55 años.

El portavoz de CCOO ha aplaudido el hecho de que los alumnos con necesidades especiales computen como dos (una medida que se aplicará lo antes posible). Sin embargo, ha cuestionado que queden fuera aquellos estudiantes que no sufren discapacidad pero sí tienen problemas o dificultades del aprendizaje. "El alumnado con necesidades educativas asciende a 1.088.000 en toda España. De esos, 250.000 tienen algún grado de discapacidad o trastorno. Estos sí computarían como dos en el recuento de las ratios, pero no los otros 838.000 restantes", destacó.

Menos alumnos

Tener menos alumnos a cargo es uno de los grandes caballos de batalla de los docentes, que entienden que con la medida se mejora el aprendizaje. Actualmente, la ratio más habitual es de 25 alumnos por clase en infantil y primaria, 30 en ESO y 32 en bachillerato. La reducción tiene beneficios en la calidad de la educación y es una de las medidas a las que, en Catalunya, el Departament d'Educació i FP se ha comprometido. Empezó en Infantil-3, con 20 alumnos por aula, y la intención es ir extendiendo el descenso progresivamente al resto de etapas educativas.

El borrador del anteproyecto de ley presentado por el ministerio tiene por objetivo “mejorar las condiciones para el desempeño de la docencia y la enseñanza en el ámbito de la educación no universitaria”. En su exposición de motivos, asegura que el tamaño de los grupos de clase es un tema central en el debate educativo y una preocupación clave para las escuelas, las autoridades educativas y las familias. “Hay una percepción generalizada de que las clases más pequeñas son una oportunidad para que los docentes brinden una atención más individualizada, reduzcan el tiempo dedicado a la gestión del aula y adapten mejor su enseñanza a las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, beneficiando especialmente a los estudiantes que proceden de entornos socioeconómicos desfavorecidos”, afirma el texto legal, al que le queda una larga travesía parlamentaria antes de aprobarse definitivamente y entrar en vigor. Deberá pasar por el Consejo de Ministros, el Congreso y el Senado, donde se tendrá que pactar con los grupos políticos.

Atención del alumnado

“Reducir la carga laboral del profesorado tiene un impacto positivo en el bienestar y satisfacción profesional de este, así como en la percepción de inclusión y valoración por parte del alumnado. Por tanto, existe un consenso generalizado acerca de que las ratios razonablemente dimensionadas, junto con otras medidas organizativas, formativas y de asignación específica de recursos humanos y materiales, adaptadas a las necesidades concretas de cada centro educativo, favorecen la atención del alumnado y la aplicación de los principios básicos de la educación inclusiva y atención a la diversidad y de la equidad e igualdad de oportunidades", concluye el texto.

Suscríbete para seguir leyendo