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Sueño

Carlos González, pediatra, sobre los problemas de sueño: "Tu hijo no dormirá nunca de un tirón"

El médico desmonta las expectativas poco realistas de los padres sobre el sueño infantil

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Un niño durmiendo dentro de su cuna

Un niño durmiendo dentro de su cuna / ALEX HOFFORD / EFE

Balma Simó

Barcelona
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El doctor Carlos González, especialista en pediatría y autor de diversos libros sobre salud infantil y crianza, ha explicado en Instagram cuál es una de las preocupaciones más habituales de madres y padres: cuándo lograrán que sus hijos descansen de forma ininterrumpida.

La pregunta equivocada

González deja claro desde el principio que la cuestión está mal planteada. "¿A qué edad empezará mi hijo a dormir toda la noche de un tirón? La respuesta corta es 'nunca'. Tu hijo no dormirá nunca de un tirón", asegura el especialista en salud infantil.

Por eso, en lugar de esperar un sueño continuo, el pediatra invita a replantear las expectativas de los progenitores: "¿A qué edad mi hijo, cuando se despierte por la noche, no se pondrá a llorar y no me llamará?".

A partir de los tres años

El experto en crianza detalla que esa transición suele producirse en torno a una edad concreta: "Probablemente, está en torno a los tres años. Porque en torno a los tres años, si tu hijo duerme contigo, no tiene motivos para llorar. Ya sabe que está contigo, que está al lado en la cuna".

Y en caso de que no duerma contigo, "si tu hijo duerme en otra habitación y le apetece venir contigo, se puede levantar, puede venir por el pasillo tranquilamente y se te puede meter en la cama", detalla el médico.

Un proceso natural

Las palabras del pediatra quieren mostrar una visión más realista sobre el descanso infantil y que no se dé importancia a qué hacen los hijos de otras personas, ya que cada niño tiene su evolución.

Según el especialista, el proceso de independencia nocturna se consolida. "Más adelante vendrá la época en que ni siquiera va a venir a verte. Es decir: 'me despierto, sé que estoy en mi habitación, sé que estoy en mi casa, sé que mis papás están en la habitación del lado, sé que si hubiera un monstruo podría gritar y vendrían, y sé que no hay ningún monstruo y, por lo tanto, no voy a gritar'", concluye González.