Día de la Niña
Las redes amplifican el riesgo del matrimonio infantil: aumentan las niñas presionadas por su entorno para formalizar relaciones iniciadas en internet
Un estudio alerta de niñas que entablan amistad con adultos a través de internet y luego las familias las obligan a casarse para preservar su reputación
Cada año, al menos 12 millones de menores de 18 años contraen matrimonio
Matrimonio infantil en Turquía: "Una pesadilla de principio a fin"

Sefora, una de las adolescentes obligadas a casarse que ha participado en el estudio sobre matrimonio infantil / t

Con motivo del Día Internacional de la Niña, que se celebra el próximo 11 de octubre, la oenegé Plan Internacional ha presentado este martes en el Congreso de los Diputados un estudio sobre matrimonio infantil que revela que, aunque ha habido avances y la tasa mundial ha disminuido del 22% al 19%, sigue existiendo; sobre todo en los países más pobres y con nuevos factores que amplifican la problemática. Por ejemplo, las redes sociales, que facilitan las relaciones entre niñas y hombres mayores fuera del control parental. En algunos casos, las niñas dicen que se han enamorado y que se casan "por amor", pero la "situación suele ser más compleja, dado que las familias presionan a sus hijas para que formalicen la relación con su novio con el fin de preservar su honor y la reputación de la niña", según denuncia la oenegé.
Asimismo, en el ámbito digital los hombres mayores "pueden seguir explotando la vulnerabilidad emocional y económica de las niñas", presentando el matrimonio como la "única salida a sus dificultades", según el informe. El problema es que el matrimonio a edades tan tempranas "les arrebata la capacidad de tomar decisiones y de acceder a oportunidades" y el desequilibrio de poder en la relación, dado que el marido suele ser mucho mayor, aumenta el riesgo de violencia.
Así, el estudio indica que seis de cada diez niñas casadas no trabajan ni estudian (el 63%), una de cada seis admite que vive en situación de exclusión (el 17%), casi dos de cada cinco dicen no tener voz en la toma de decisiones del hogar (el 38%) y una de cada ocho revela que ha experimentado violencia o abuso por parte de su pareja (13%).
El estudio, titulado 'Déjame ser una niña, no una esposa: experiencias de niñas que viven el matrimonio infantil', se ha elaborado con los testimonios de más de 250 niñas y mujeres jóvenes de 15 países como Bangladés, Camboya, Etiopía, Uganda, Colombia, Guatemala, Ecuador o Togo. Todas han estado casadas –o en una unión informal– antes de los 18 años y todas coinciden en que no quieren que sus hijas se casen antes de ser adultas.
Testimonios
“Me casaron muy joven. No me permitieron estudiar ni progresar en la vida, me privaron de todo. Pero no dejaré que eso le pase a mi hija. Quiero que tenga un futuro brillante, y eso solo es posible si estudia y consigue un trabajo”, afirma Juna, de 24 años, residente en Nepal. “El matrimonio infantil solo conduce a un futuro sombrío”, sentencia.
“Casarse antes de los 18 años no está bien. Interrumpe la educación. Al año o dos años de casarme, tengo un hijo. En ese momento, yo sigo siendo una niña, y si tengo un hijo, mi educación se ve interrumpida y eso supone un riesgo para mi salud. ¿Cómo puedo yo, siendo una niña, criar a otro niño?”, opina Farhana, de 21 años, que vive en Bangladés.
En la presentación del estudio, Concha López, directora general de Plan Internacional en España, ha explicado que la entidad ha querido preguntar a niñas y mujeres que están o han estado casadas, y en particular a aquellas que sufren mayor exclusión, "ya que en muchas ocasiones son ignoradas por las intervenciones". "Del mismo modo, el informe pone luz sobre la tecnología que sigue reproduciendo las desigualdades de poder: hombres contactan con ellas, les prometen matrimonio, les prometen una salida y se aprovechan de su vulnerabilidad. A menudo, a través de Internet encuentran estas conexiones, pero nos cuentan cómo fue la presión familiar por el honor lo que las llevó a casarse. Muchas no han tenido alternativa, y hasta una de cada cuatro describen sus matrimonios como completamente forzados”, revela.
Leyes
En 14 de los 15 países estudiados, siendo Níger la única excepción, el matrimonio infantil es ilegal, pero la falta de financiación, la deficiente aplicación de la ley y las lagunas jurídicas hacen que la práctica persista. Además, las uniones informales, que son comunes en todo el mundo, siguen ocurriendo fuera de toda ley, al estar socialmente aceptadas y no pasar por ningún registro, lo que dificulta su control, a pesar de tener las mismas consecuencias negativas para los derechos y desarrollo de las niñas que un matrimonio formal.
Mientras, en España, los matrimonios infantiles son un fenómeno raro, pero sigue afectando a niñas y mujeres pertenecientes a comunidades migrantes o en situación de especial vulnerabilidad. Según el INE, en 2023 contrajeron matrimonio 27 niñas y 2 niños de entre 16 y 17 años. Las últimas cifras hablan de una proporción del 0’0053% de matrimonios de mujeres menores de edad.
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