Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

En los últimos 5 años

Más de 100 mujeres trans se han sometido a una glotoplastia en el Hospital Clínic para tener voz femenina

Sílvia Pérez-Pallarès, que en 2023 se sometió a la operación, destaca que la voz es "importantísima" porque es "parte de la identidad"

Mujeres trans describen su odisea emocional: "La moda ahora es odiarnos"

Sílvia Pérez-Pallarès, una mujer trans que se sometió a una glotoplastia para tener voz femenina

Otras

ACN

ACN

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Más de un centenar de mujeres trans se han sometido a una glotoplastia en el Hospital Clínic de Barcelona para conseguir una voz femenina. Es el balance que el hospital ha hecho público este martes, que incluye las intervenciones realizadas en los últimos cinco años, desde que el protocolo para ayudar a las mujeres trans a alinear su voz con su identidad se incorporó al circuito asistencial del Clínic. De hecho, es el único centro público de Catalunya que realiza la glotoplastia, una intervención “mínimamente invasiva”.

Una de las pacientes operadas es Sílvia Pérez-Pallarès, que en 2023 se sometió a la operación que llevaba años esperando. Ahora, con una voz femenina, celebra el resultado y destaca que la voz es “importantísima” porque es “parte de la identidad”.

Coincide con ella la doctora Isabel Vilaseca, otorrinolaringóloga y jefa del Área Quirúrgica del Clínic, que explica que la voz es un elemento “fundamental en la identidad de género”. Según detalla, cuando una persona trans inicia un proceso de transición, el primer paso suele ser el tratamiento hormonal.

Larga lista de espera

Las pacientes que acceden al programa provienen de la Unidad Trànsit del CAP Manso, que ofrece acompañamiento y atención desde una perspectiva biopsicosocial a las personas trans que lo solicitan, incluyendo atención médica, quirúrgica, psicológica y social específica para completar con garantías su proceso de transición.

El Clínic hace 20 glotopastias al año pero ahora están interviniendo a quienes estaban en lista de espera en 2019

El programa permite al Clínic realizar hasta 20 glotoplastias al año, es decir, tratar a 20 personas anualmente que requieren cirugía. “Es un programa nuevo, que empezó prácticamente en 2019; antes no estaba incluido en la cartera de servicios”, explica Vilaseca. En la práctica, esto significa que muchas mujeres trans esperan años para poder operarse. Actualmente se están interviniendo pacientes que estaban en lista de espera desde 2019. “Hay mucha gente acumulada”, admite la doctora, señalando que se trata de un programa “limitado” en recursos y que será necesario ampliarlo para responder a la demanda real.

Discordancia entre identidad y voz

Mientras que la mayoría de los hombres trans (mujeres que transicionan hacia hombres) adquieren una voz adecuada tras la hormonación, no ocurre lo mismo en el caso de las mujeres trans. En este último caso, el tratamiento hormonal se basa en estrógenos, que no tienen receptores en la laringe, por lo que el cambio anatómico “es mínimo” y no se producen modificaciones en la voz. Esto, explica Vilaseca, genera una “discordancia” entre la identidad de género que siente la persona y la voz que emite. “Esa discordancia es la que queremos corregir”, afirma.

Las pacientes pueden optar por un tratamiento basado únicamente en logopedia, que puede no ser suficiente dependiendo del caso, o por la intervención quirúrgica, es decir, la glotoplastia, que permite hacer la laringe más pequeña y tensar las cuerdas vocales. En este segundo caso, se requiere un tratamiento logopédico previo y posterior a la cirugía.

Según la doctora, la glotoplastia es una cirugía mínimamente invasiva que se realiza por vía oral mediante tubos, requiere solo unas horas de ingreso y permite que la paciente vuelva a casa el mismo día o al siguiente. Lo fundamental, subraya, es que al llegar a casa guarde un reposo absoluto de la voz durante unos diez días.

Por su parte, la rehabilitación logopédica posterior es clave para reducir riesgos y daños vocales, además de ayudar a las pacientes a ajustar mejor sus expectativas sobre los cambios en su voz. “Después de todo este proceso se sienten mucho más seguras, aumenta su autoestima y tienen más confianza en sí mismas, porque mejora su comunicación en general”, explica la logopeda Mónica Egea, que recalca que el acompañamiento logopédico es esencial para consolidar el cambio.

El caso de Sílvia: “La recompensa es muy grande”

Sílvia Pérez-Pallarès, de 60 años, decidió iniciar su transición hace unos años. Enseguida se apuntó a la lista de espera para someterse a la glotoplastia. Pasaron casi cinco años hasta que recibió la llamada para la intervención, que finalmente tuvo lugar en 2023.

Hasta entonces, su identidad de género no coincidía con su voz, que a menudo la delataba. “Al hablar por teléfono o comunicarte, si la voz no es femenina, también te delata un poco”, comenta.

Aprendió a impostar la voz para que sonara más femenina, pero era “fingida” y no tenía el tono que deseaba. Aun así, seguía enfrentándose a situaciones incómodas. “En el trabajo me pasaba mucho: la gente que me llamaba y no me conocía en persona me trataba en masculino”, recuerda.

Todo cambió cuando pudo operarse. Gracias a la cirugía, logró una voz con la que se identifica plenamente. “No me importaba tanto el resultado —que es bueno, se nota que es una buena voz—, sino que no se confundiera con una voz masculina”, explica. Hoy, a Sílvia ya no la confunden con un hombre: “Esta es mi voz, la voz de Sílvia. La de antes, no”.

Sobre el proceso, asegura que fue sencillo, ya que la operación “no duele”. “No sientes nada”, dice. Lo más duro fue “aguantar diez días sin hablar”, el reposo obligatorio del postoperatorio. “Pero la recompensa posterior es muy grande”, concluye Sílvia.