Diez detenidos y 23 heridos en los disturbios de la protesta propalestina en Barcelona

Los Mossos d'Esquadra han detenido a diez personas después de la manifestación de este sábado por la tarde en apoyo a Palestina, que ha acabado con destrozos en el exterior de algunos locales de la Rambla y la Plaza Sant Jaume, entre otros. Según ha informado la policía catalana, las detenciones se han producido por desórdenes públicos, daños y atentado contra los agentes de la autoridad. Paralelamente, el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) ha realizado 23 asistencias en total: 20 por heridas leves (19 de las cuales a agentes de los Mossos), 2 por heridas menos graves y 1 por heridas graves. En este último caso, la persona afectada cayó por las escaleras del metro y fue evacuada al Hospital Clínic. El SEM activó cuatro ambulancias para atender a los heridos.

El centro de Barcelona se ha despertado este domingo con evidencias de los disturbios que se produjeron el sábado por la tarde, en el marco de una manifestación en apoyo a Palestina. Un grupo de personas atacó varios establecimientos en lugares como la Rambla, plaça Sant Jaume o plaça Catalunya, entre otros, alegando la relación de esas empresas con el Estado de Israel. A pesar de ser domingo, locales como cafeterías y restaurantes de comida rápida afectados han abierto sus persianas, mostrando rastros de la acción de ayer, como puertas y escaparates de vidrio rotos y carteles pintados con lemas en defensa de Palestina. Las entidades bancarias han funcionado a medio gas, con algunos de sus cajeros pintados o directamente destrozados.

Los disturbios se produjeron por la tarde, en el marco de una manifestación convocada a las 17:00 h en el Arc de Triomf. Precisamente, en ese mismo espacio finalizó la marcha del sábado al mediodía, que fue la más multitudinaria en defensa de Palestina realizada nunca en la capital catalana, con 70.000 asistentes según la Guàrdia Urbana, y 300.000 según la organización, y que transcurrió con un carácter generalmente pacífico y familiar.

Los altercados, por la tarde

Después de salir de Arc de Triomf, recorrieron algunas calles como la Plaza Urquinaona, Via Laietana, Plaza Sant Jaume y la Rambla. En esta última calle rompieron algunos cristales de locales de restauración y supermercados, y realizaron pintadas llamando al boicot a Israel. A continuación, subieron hasta la Plaza Catalunya, donde también rompieron algunos cristales de grandes superficies. Seguidamente, los Mossos iniciaron las cargas y utilizaron gas pimienta para intentar dispersar a los concentrados.

Dos grupos salieron con unos diez minutos de diferencia. El primero, más minoritario, se desplazó por la Rambla, mientras que el más numeroso lo hizo por la Via Laietana, tal como estaba previsto. No obstante, un grupo aislado de manifestantes hizo pintadas y rompió cristales de algunos establecimientos como cadenas de supermercados y locales de comida rápida situados en la Plaza Urquinaona, Plaza Sant Jaume y en la misma Rambla.

Fue en este último punto donde el grupo que causó incidentes se fue moviendo entre una hamburguesería y un supermercado, separados por pocos cientos de metros, hasta que decidieron subir hasta la Plaza Catalunya, donde también hicieron pintadas y dañaron algunos escaparates. A partir de entonces, intervinieron varias furgonetas de los Mossos d'Esquadra, que cargaron contra algunos manifestantes y utilizaron gas para dispersarlos.De aquella acción, este domingo podían verse las huellas: pintadas en escaparates, pero también en fachadas de edificios y negocios que nada tenían que ver con la protesta, como las casetas de venta de flores de la Rambla. Algunos restaurantes optaron por abrir cubriendo los vidrios rotos con cartones, mientras que otros tuvieron que retrasar la apertura. El propio personal de los locales trató de borrar las consignas pintadas en vidrios y paredes, como “free Palestina” o “fuck Israel”, en algún caso escrito con dos “S”.

Locales afectados

Un supermercado de la Rambla afectado por la acción, y que no debía abrir hoy, optó por cubrir con planchas metálicas los vidrios laterales del escaparate para evitar saqueos, mientras que en una tienda de ropa de la plaça Catalunya, que tampoco abría este domingo, se vigiló con seguridad privada uno de los accesos cuya puerta quedó destrozada.

Los cajeros automáticos también fueron el blanco de los ataques. En algunos casos, los activistas pintaron las pantallas o rompieron los cristales de acceso a las oficinas, mientras que en otros destrozaron por completo los sistemas táctiles de retirada de dinero, dejando el cajero totalmente inservible.