Ocho ahogados en 20 días

Los socorristas alertan de que faltan 1.500 efectivos más en las playas catalanas: "Muchas muertes podrían evitarse"

Estos profesionales reclaman una normativa autonómica que regule el servicio en todo el litoral; desde el periodo de vigilancia hasta los horarios

Cada año fallecen entre 400 y 600 personas por ahogamiento en España: "Es una amenaza de salud pública"

Socorrista en la playa de la Barceloneta

Socorrista en la playa de la Barceloneta / Mar Armenteros

Germán González

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Barcelona
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Las playas catalanas están infraprotegidas. Es el grito de alerta de SOS Socorrisme. "Es necesario duplicar el actual número de socorristas que prestan servicio", explica a EL PERIÓDICO Nacho Ibáñez Cornet, socorrista y portavoz de esta plataforma que calcula que los 1.500 profesionales de la seguridad que prestan servicio actualmente deberían pasar a ser 3.000 para ofrecer garantías suficientes a los bañistas.

Ibáñez considera que con los socorristas actuales "no se puede llevar a cabo el servicio de forma eficiente", ya que se actúa a reacción, cuando aparece una persona inconsciente en el agua y se saca para reanimarla. El socorrista remarca que a veces hay pocos profesionales para playas muy abarrotadas, con miles y miles de personas que se aglomeran en la arena y el agua por lo que reclama más personal para mejorar las tareas de prevención.

"La Administración no es consciente de que la temporada de baño ya es prácticamente buena parte del año"

Nacho Ibáñez Cornet

— Portavoz de SOS Socorrisme

La plataforma SOS Socorrisme, que convocó una protesta ante la Generalitat hace unas semanas, recuerda que "no hay ninguna normativa que establezca cantidades mínimas de socorristas por metro cuadrado" cuando "la afluencia de bañistas es cada vez mayor. Pero la cantidad de socorristas por kilómetro de cobertura es muy insuficiente, haciendo imposible una correcta vigilancia y prevención. Muchas de estas muertes podrían evitarse".

Norma catalana

Para los socorristas la falta de personal se podría solucionar con una legislación catalana específica que unifique el servicio de socorristas, actualmente dependiente de cada municipio. "Por ponerte un ejemplo, hay ayuntamientos del Maresme que comenzaron el servicio a inicios de junio y otros a primeros de julio y no durarán toda la temporada, prevista hasta mediados de septiembre. Hay municipios que el 31 de agosto dan por terminado el servicio de socorristas pese a que hace calor y la gente se sigue bañando hasta octubre, los chiringuitos siguen abiertos y el ayuntamiento sigue cobrando aparcamiento al lado de la playa", explica Ibáñez.

Los socorristas reclaman a la Generalitat que unifique el servicio de seguridad en las playas

Además, remarca que en los últimos años las altas temperaturas empiezan en Semana Santa y acaban mucho más tarde que la campaña de verano prevista por la Generalitat, por lo que considera que el servicio de socorrismo debería durar más tiempo. "Lo que vemos es que la Administración no es consciente de que la temporada de baño ya es prácticamente buena parte del año", remarca el socorrista quien considera que esa postura "pone en riesgo a los usuarios" y a los propios profesionales que "brindamos un servicio de asistencia y de seguridad en condiciones precarias". 

Hay playas en las que la vigilancia acaba a las 19.00 horas, cuando hay gente bañándose hasta las 22.00

Los socorristas reclaman que la Generalitat regule la obligatoriedad de este servicio de vigilancia estableciendo el periodo y horarios, ya que actualmente hay ayuntamientos que autorizan la vigilancia hasta las siete o las ocho de la tarde, cuando a las diez u once de la noche hay gente bañándose. 

Riesgos laborales

Otra de las reivindicaciones de los socorristas es mejorar sus condiciones de trabajo. Señalan que un estudio del Servicio de Dermatología del Clínic Barcelona-IDIBAPS indicaba que los socorristas recibían en más de 20 veces la dosis segura de radiación UV en una jornada. También remarcan que suelen operar en casetas sanitarias en las que no hay agua potable ni electricidad, con las dificultades que suponen para atender a bañistas accidentados, o que no tienen un lavabo cerca cuando sus jornadas son de muchas horas. 

Los socorristas creen que el servicio debería durar más tiempo, ya que cada vez el calor empieza antes

Aseguran que pasan horas en sillas "incómodas" que no están protegidas por el sol y el viento. Además, creen que se deben unificar estos puntos de vigilancia, con un mínimo de 2,5 metros de altura y una distancia al mar no mayor a 20 metros. La plataforma recuerda que "los puestos de vigilancia predominantes en Catalunya son sillas de madera o de aluminio que atentan tanto contra la seguridad ciudadana como contra la integridad física de los socorristas". 

Por eso, instan a que todas sean torres de vigilancia con vidrios de protección y en las que pueden estar de pie o sentados las horas que deben vigilar el litoral, como ya han instalado algunos ayuntamientos. Ibáñez remarca que una normativa catalana establecería ratios de vigilancia, con distancias mínimas entre sillas de socorristas, puestos de control o enfermerías. De esta forma se permitiría tener más personal para controlar playas que se llenan de bañistas en temporada alta y "se reducirían las muertes por ahogamiento al haber más prevención".

Propuesta de regulación

SOS Socorrisme se ha reunido con representantes del Departament de Territori de la Generalitat y del Parlament para hacerles llegar una propuesta de regulación elaborada por profesionales de distintas áreas. Aunque la Administración les dijo que "en breve tendríamos noticias e iban a tener en cuenta nuestros pedidos", Ibáñez señala que "por el momento nada, lo único nuevo son las muertes por ahogamiento que se siguen repitiendo cada verano". 

En este documento, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, se reclama más personal y unificar la duración del servicio en función de las necesidades pero también se insta a cambiar la actual recomendación que hace Protecció Civil sobre los puntos de vigilancia, que oscilan uno cada 400 metros en las playas de riesgo alto y cada 800 metros en las de riesgo medio. Los socorristas recuerdan que "la cantidad de bañistas por metro cuadrado ha cambiado y seguirá en aumento. Por lo que estas distancias pueden no ser suficientes para garantizar la seguridad de todos los visitantes, especialmente en las playas más concurridas y durante la temporada de baño".

Recomiendan reducir la distancia entre los puntos de vigilancia en las playas de riesgo alto a cada 200 metros.

Por eso, recomiendan reducir la distancia entre los puntos de vigilancia en las playas de riesgo alto a cada 200 metros y en las de riesgo medio a cada 400 metros. "Esta medida aumentaría la presencia de personal de vigilancia y, en consecuencia, mejoraría la capacidad de respuesta ante cualquier emergencia, salvaguardando la integridad física de la ciudadanía", consideran.

Ibáñez señala que en los últimos años se ha profesionalizado el sector junto a más horas de formación y que tienen un nuevo convenio sectorial que regula sus salarios además de reconocer categorías profesionales. Sin embargo, cree que falta el salto de calidad que debe acabar con "el problema estructural" para trabajar en todo el litoral catalán con "unas mínimas condiciones" laborales que garanticen la seguridad de los bañistas.

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